Mi nombre es Zetaree. Soy la princesa Imperial de Nirvania de Norte. Y me acabo de casar.
Me he casado con La Muerte. El hombre más temido y despiadado de este continente. Este matrimonio se suponía que sería mi ruina. Pero no estoy dispuesta a acep...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Está bien Alteza?
Me pregunta este misterioso hombre ante mi silencio inspeccionando el rostro de Cedric, tratando de descifrar lo que su mirada por primera vez no puede ocultar. Giro mi cabeza y miro al nuevo visitante del que últimamente está siendo un muy concurrido Palacio. No lo conozco, nunca lo había visto y me he reventado la cabeza tratando de identificar el escudo de su uniforme pero estoy más que segura de que jamás lo he visto en alguna fiesta o libros de Geografía que mi tutor me obligó a memorizar, se parece a uno de un reino que existió hace años atrás antes de que yo naciera. Sin embargo, cuando la cacería de brujas comenzó por parte del padre de Cedric el reino se desintegró. Su rey desapareció de este continente junto a sus seguidores, y ahora que lo pienso... ese reino hacía frontera con el reino de Mars, el reino que años después calló bajo las garras con sed de venganza de Cedric. Por otra parte... no se por qué me resulta familiar. Jamás lo había visto y... al mismo tiempo si siento conocerlo, siento haber escuchado esa voz antes.
— ¿Nos conocemos?— Le pregunto. Él sonríe y toma mi mano una vez más. Siento un gruñido a mi lado y creo que proviene de Cedric. El joven deposita un beso en el dorso de mi mano y me mira.
— Solo en sus sueños— Bajo la mirada pensativa y siento como la mano de Cedric nos separa, me toma del antebrazo y me pone tras él.
— Déjate de estupideces Derick ¿Qué viniste a hacer aquí?
El hombre que ahora se como se llama rueda sus ojos hacia Cedric serio. Se para recto y se acerca a su cara bajo la mirada furiosa de mi marido.
—¿Lo dices en serio Cedric?¿ A caso tanto tiempo sin verme te ha dado amnesia?
Cedric muerde sus muelas con fuerza con la boca cerrada mientras sus dedos se ciernen a la piel de mi mano.
— No hagas esto.
Derick sonríe de medio lado con semblante enojado y de poca paciencia.
—¿Quién es este hombre Cedric?—Pregunto perdida en los ojos del joven. Esos ojos... son tan similares, y al mismo tiempo tan diferente a los de Cedric.
— Si Cedric, dile, respóndele quién soy.
Cedric traga en seco mirando a Derick con los ojos rojos, veo las venas de su cuello tensarse y sus fosas nasales abrirse y cerrarse apresuradamente.
¿Qué carajos le pasa? Este hombre lo saca de sus cabales sin tan siquiera proponérselo.
Y... se que tiene que ver conmigo. Se que algo oculta. Me oculta algo a mi.
Un mármol rompiéndose nos hace girar a todos los presentes las miradas hacia el pasillo. Cedric cierra los ojos con alivio.
— Debo ir a ver que pasa— Dice apresuradamente mientras camina hacia el origen del ruido sin soltar mi mano. Giro un poco la cabeza y observo mientras me alejo a ese tal Derick mirándome con una sonrisa en sus labios.
