⚜️Capítulo 31⚜️

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Los rayos del sol pasan por las rendijas de las cortinas dando en mi cara, me molestan a tal punto que tapo mi cabeza por completo con las sábanas y me volteo boca abajo para seguir durmiendo

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Los rayos del sol pasan por las rendijas de las cortinas dando en mi cara, me molestan a tal punto que tapo mi cabeza por completo con las sábanas y me volteo boca abajo para seguir durmiendo. Ayer no tuve pesadillas, no soñé con nada. Dormí como hace tiempo no lo hacía. Primero no consolidaba el sueño. Daba vueltas y vueltas en la cama de un lado a otro pensando en él. No podía quitarme de la cabeza su rostro, sus ojos, sus labios, su cuerpo esculpido por la guerra y la sangre. Sus manos tan fuertes, capaces de blandir una espada y enviarte al infierno al mismo tiempo que tocarte y llevarte al cielo.

Me pregunto si anoche toqué el cielo o el infierno.

Aunque ya no creemos en esas cosas. Son términos paganos. Pero a veces... suena romántico creen en ellas.

Mierda... nunca pensé usar las palabras romántico y Cedric en una misma frase. Uff... tengo la cabeza hecha un lío.

— Zetaree ¿Estás despierta?

Fi entró a la habitación. No quiero levantarme. Pero tampoco quiero ignorarla por completo.

Me muevo un poco aún bajo las sábanas para que sepa que si estoy despierta.

— Traje un vestido, el modista lo envió para ti. Deberías verlo, es muy lindo.

Estoy tan cómoda en la cama que no quiero levantarme. O tal vez es el hecho de que cuando pise el suelo debo volver a la realidad.

Debo ir y enfrentarlo. Enfrentar mi error de frente.

Porque lo que pasó anoche se que fue un error. En el fondo lo sé.

No sé que tenemos Cedric y yo.

Somos esposos.

Pero al mismo tiempo somos dos extraños. No sabemos nada el uno del otro. No compartimos nada en común, ni tan siquiera lecho. Cómo las parejas normales. Incluso él comparte la cama con otra.

Y cada vez que pienso en eso mi estómago hierve. No sé por qué.

Hasta ahora eso no me había molestado. Ni tan siquiera había visto eso como algo para ofenderme. Pero... luego de estos días cada vez que pienso en él y Mars... me falta el aire.

Mierda, esto se me está yendo de las manos. No quiero esto. No quiero sentirme así. No quiero sufrir por un hombre que es un maldito conmigo. Por un hijo de puta sin sentimientos que jamás me va a amar.

Pero...¿Por qué?¿Por qué anoche me beso así? Así con tanta pasión y entrega ¿Por qué me tocó y me hizo tener las sensaciones más increíbles del mundo?¿Por qué?

¿Le habrá ganados los deseos? ¿O sólo me usó como escape pues tiene problemas con Mars?

— Vi a Mars salir temprano en la mañana.

Me destapo por completo y me incorporo en la cama. Fi está acomodando el vestido precioso por cierto sobre el sofá. Cuando voltea se asusta. Me mira fijamente y alza una ceja preocupada.

Esposa virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora