Mi nombre es Zetaree. Soy la princesa Imperial de Nirvania de Norte. Y me acabo de casar.
Me he casado con La Muerte. El hombre más temido y despiadado de este continente. Este matrimonio se suponía que sería mi ruina. Pero no estoy dispuesta a acep...
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Dante me mira con los ojos abiertos. Impactado de haber sido atrapado en el acto. Él sabe que no debe estar aquí, en la habitación de Chiara. Y mucho menos siendo cómplice en la mierda de "No me olvides"
— Quita tus manos de mi hermana Dante— Le ordeno entrando a la habitación y cerrando la puerta.
Dante se para recto y deja la mano de mi hermana sobre su regazo.
— ¿Estás hablando en serio Zetaree? Tu hermana y yo...
— Si ya lo escuché. Están casados.
El alza una ceja como diciendo : " Entonces con que derecho me exiges que me aleje"
Y yo estoy dispuesta a responder esa pregunta.
— Si no quieres ser tratado como un traidor por atentar en contra de una princesa de Nirvania mejor sal de aquí.
Dante abre mucho más los ojos y se burla de mis argumentos. Con una risa sonora y al borde de las lágrimas tocando su estómago que duele de tanto reír.
— Ahh por Milak. Ahora se por qué Cedric no se aburre contigo— Se vuelve a reír bajo la mirada de todos los presentes que están en silencio mirando la escena de Dante y mía.
Sonrío con la boca cerrada y me acerco a Drogo, meto la mano en su bolsillo y saco el frasco mientras él intenta forzagear conmigo para que no lo saque. Entre las manos mías y las de Drogo el frasco se cae al suelo y se rompe esparciendo un olor a cítricos y dulce en el lugar. Miro hacia abajo y encuentro la etiqueta del brebaje. Me agacho y tomo en mis manos los dos cristales mojados por los cuales se puede ver claramente el nombre No me olvides. Se lo muestro a Dante y ahora este baja la cabeza.
— Puedo ordenar a los guardias que te manden a apresar, un pirata infringiéndole medicina en una princesa ¿Cómo luce eso en un juicio?
—¿Qué?¿No me olvides?— Dice Ágatha al borde de las lágrimas.
Volteo a mirar a Drogo el cual está blanco como un fantasma. Sus ojos quieren salirse de su órbita y trata de tartamudear palabras.
— ¡A..aaaAgatha no... no es lo que !— La cachetada que mi hermana le proporciona en la cara lo hace girar la cabeza y cerrar los ojos. Mi hermana lo mira llorando y con evidente decepción en sus ojos.
— Para mí estás muerto Drogo¡Muerto! ¡¿Por qué?!¡¿ Por qué lo hiciste?! Sabías que esa fórmula estaba en perfeccionamiento ¡¿Cómo fuiste capaz de dárselo a mi hermana?!
— Ágatha, tranquila. No fue él el de la idea, fue Cedric— Trato de tocar los hombros de mi hermana para calmarla pero ella me aparta y se voltea a mirarme con sus ojos inundados de lágrimas mientras niega.
— No Ze. No pudo ser Cedric ¡Porque el único que sabía que yo había sido capaz de crear esa fórmula era él!— Me responde al borde de los gritos señalando a un Drogo callado y cabizbajo— El único que sabía que yo había logrado sacar esa fórmula de los libros y hacerla realidad era Drogo— Llora aún más y gira poco a poco a mirarlo— Sabía que tenía pesadillas por ese día en el bosque cuando intentaron aprovecharse de mí— Drogo cierra con fuerza los ojos y suspira al borde de las lágrimas— Y que quería ser capaz de olvidar¡Pero la usaste con mi hermana!¡Mi propia hermana!
