⚜️ Capítulo 25⚜️

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Ya estoy lista para el viaje

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Ya estoy lista para el viaje. Pero estoy un poco nerviosa no lo voy a negar.

No sé lo que estoy buscado; menos lo que voy a encontrar. Pero de algo si estoy segura. Necesito ir a cómo de lugar.

— Ze.

Miro desde la cama a mi hermana entra a la habitación muy bien vestida. Aproveché ayer con la modista y escogí unos cuantos vestidos para ella, uno de ellos fue uno violeta muy claro, fresco y cómodo para estar todo el día con él y no sentirlo. Agatha entra con una mirada de vergüenza pues el vestido es algo escotado y a ella le incomoda, sin embargo, estaba tan lindo que no pude evitar pensar en ella.

Ella también irá al baile. Rovin le pidió que lo acompañara. Están muy emocionados pues este reino culmina con un bosque muy famoso o importante no se bien.

Agatha se para recta delante de mí con la mirada baja.

— Te...¿Te gusta?—Me pregunta nerviosa. Sonrío y separo mis labios.

Tocan la puerta de mi habitación y la abren.

— Bien Agatha. Es hora de ir...

Drogo se queda en silencio mirando a mi hermana. La mira de arriba a abajo y luego descansa sus ojos en el rostro de mi hermana. Ella está roja de la vergüenza y veo cómo sus ojos se ponen cristalinos.

Por Joy Agatha. Ella es demasiado tímida.

— Me queda mal ¿Verdad?— Le pregunta a Drogo al borde de las lágrimas.

Él ríe nervioso.

— No para nada.— Mi hermana sonríe un poco aliviada.— De hecho, ahora puedo ver que si tienes tetas.

¿En serio Drogo?

Agatha abre los ojos y la boca. Empieza a llorar un poco. Se acerca a Drogo y le da una cachetada.

— ¡Sabía que te estabas burlando de mi! ¡Nunca puedes dejar de ser tan imbécil!

Agatha pasa por nuestro lado corriendo y entra a su habitación. Drogo está en el mismo lugar sin entender nada. Mira a Agatha irse corriendo con una mano en su mejilla.

— Y ahora ¿Qué hice?

Me pregunta realmente confundido.

— La ofendiste Drogo ¿Cómo se te ocurre mencionar sus senos?

—¿Qué tiene de malo? Las chicas del harem morirían porque me fije en su escote.

Pone los ojos en blanco y resopla.

— Ella no pertenece a tu harem Drogo.— Le recuerdo levantándome de mi cama y caminando hacia mi escritorio para buscar la llave que papá me regaló. La encuentro y guardo en uno de los bolsillos de mi vestido. Me volteo hacia Drogo que ahora está pensativo. Suspiro. — Agatha no es diferente al resto de mujeres con las que has tratado.

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