⚜️Capítulo 50⚜️

525 48 23
                                    

Me dejo caer en la cama sin parar de reír

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me dejo caer en la cama sin parar de reír. Es algo que no puedo evitar.

La noche anterior fue mágica.

Quisiera poder retenerla en mi mente para siempre como el comienzo de lo nuestro. No ese día de hace meses atrás. Cuando nos casamos sin amor, sin ninguno de los dos quererlo.

¿En que instante nuestros corazones cambiaron?

Bueno. Eso no importa ahora. Lo que importa es que yo lo amo. Y él...bueno, se que Cedric no es de palabras. Pero anoche me demostró que le importo, que piensa en mi y que estoy por encima de ella.

Ayer me dio mi lugar, mi posición como su esposa que soy.

Y lo que enciende mi corazón es que yo no se lo exigí ni lo pedí. Él lo hizo porque así lo quiso. Así lo sintió.

Se abren las puertas de mi habitación y entra Fiorella. Nos miramos y ambas reímos. Corro a abrazarla y nos quedamos unos segundos entre los brazos una de la otra.

— Estoy feliz por ti Ze. De verdad— Me dice y besa mi cabello mientras yo la aprieto mucho más a mi pecho.

Se me escapa una risa llena de emociones. Nos separamos y miramos a los ojos. Fi saca una nota de su vestido y me la entrega.

— Esto te lo envía Rovin. Dice que ya está listo lo que le pediste.

Sonrío y tomo la nota. La abro y sonrío aún más cuando leo "Puedo pasar a buscarlo"

—¿Es otro perfume?— Pregunta Fi atareada buscando un vestido para mi.

— Es una sorpresa— Le respondo mientras me ayuda con el corsé. Ella tiene curiosidad pero no insiste.

Cuando termino de vestirme salimos hacia el invernadero de Rovin. Pero al llegar a la entrada del pasillo que une mis aposentos y el pasillo principal me sorprendo al ver unas veinte chicas reunidas.

—Ahí está — Grita una de las chicas y se acercan todas con rapidez.

—¿Qué significa esto?— Le pregunto a Firorella cuando las muchachas hacen una reverencia ante mi.

— No lo sé Ze. Vamos a averiguarlo.

Nos acercamos a la multitud y pasamos la mirada por todas las niñas ahí reunidas. Son de clase alta.

— Saludos su Alteza. Nos presentamos como candidatas para miembros de su corte.

Miro a Fiorella sin entender.

— Están aquí para postularse como tus damas de compañía— Me susurra Fi al oído. La mira con los ojos abiertos y ella me devuelve la mirada riendo bajo su velo de seda.

— No necesito más damas de compañía. Contigo es suficiente.

Fiorella me sonríe con mucho cariño pero se acerca a mi oído para aconsejarme.

Esposa virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora