2. H e

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Ya habían pasado tres semanas desde su primer encuentro con Pete. Mint no lo volvió a mencionar y sus amigos tampoco, ni siquiera lo había visto en ningún lado, no lo veía en el comedor, ni en los jardines de la universidad. Quizá se emocionó demasiado.

Vegas y sus amigos estaban tomando café en una pequeña cafetería a las afueras de la universidad, siempre iban a ese lugar después de un examen. Aunque pareciera que todo el tiempo están vagando a los alrededores del campus, o en alguna fiesta, los chicos realmente eran buenos estudiantes.

El grupo estaba ocupado conversando sobre sus actividades planeadas para el fin de semana, irían a un parque de diversiones que recién había inaugurado nuevas atracciones y se encontraban decidiendo quién conduciría cuando Vegas sintió como unos brazos delgados lo abrazaban desde atrás, por el repentino silencio y el gesto de desagrado por parte de sus amigos supo de quién se trataba.

Giró el rostro y allí estaba.

Una chica con cabello negro y ojos oscuros que le sonreía exageradamente, con su aroma habitual a vainilla.

—Han, volviste —dijo sonriendo.

—¡Quería darte una sorpresa!

La chica le dió un beso en la mejilla y dió unos pasos para después sentarse en sus piernas, puso uno de sus brazos detrás de su cuello y Vegas abrazó su cintura.

Sus amigos miraban la escena sin ninguna expresión en sus rostros pero por dentro sentían un horrible disgusto hacia la chica. No aprobaban para nada la "relación" que tenían esos dos (si es que existe una entre ellos), desde hace un año y medio que Vegas tenía encuentros sexuales con la chica, salían juntos, se tomaban de la mano y se besaban en público pero jamás habían formalizado. Vegas decía que tenían un acuerdo de exclusividad pero realmente sólo él lo cumplía, en varias ocasiones otros chicos le dijeron que se habían acostado con Han pero él simplemente los ignoró, ella le había jurado entre lágrimas que no era cierto y para no alargar más el asunto le creyó.

Sus amigos le decían que buscara a alguien más que si lo quisiera en serio y no solamente para pasar el rato y sacarle dinero, o que si quería simplemente tener encuentros casuales que encontrara a alguien que quisiese lo mismo y sea claro desde el principio. Pero Vegas no los escuchaba porque ya estaba acostumbrado a lo que tenía con ella y le resultaba más fácil. No es que estuviera enamorado de Han, simplemente le daba pereza empezar de cero con otra persona, ya tenía los beneficios de una relación sin ser novios.

Tal vez por eso se había emocionado con Pete, porque Han se había ido de viaje unas semanas y estaba aburrido.

—Deberíamos ir unos días a Phuket ¡Les va a encantar!

Los chicos simplemente sonrieron y asintieron, la chica llevaba media hora hablando de como le había ido en su viaje y sólo Vegas le prestaba atención porque si después ella le preguntaba algo y él no respondía correctamente, le hacía un drama.

Cuando Han terminó con su plática y empezó a comer el pastelillo que ordenó, Vegas se dió la razón, mientras estaba con Han no había pensado en Pete ni un sólo segundo. Definitivamente sólo estaba aburrido.

O no.

Sus ojos vieron hacia la ventana que daba a la calle y reconoció la figura que estaba por entrar al local: el chico con lindos hoyuelos que con su simple presencia transmite felicidad. Cuando Pete entró al lugar, inconscientemente lo primero que hizo fué posar sus ojos sobre los de él haciendo que Vegas quisiera arrojar a Han lo más lejos posible, era la primera vez que Pete lo miraba directamente y él tenía a una chica que ni su novia era sobre sus piernas.

Pete lo miró unos segundos, observó bien la situación en la que estaba y luego dirigió su mirada hacia su prima quien aún no lo había visto, así que se acercó.

—¡Hey! —dijo sonriente.

Mint quitó la vista de su teléfono y observó a su primo, su cara de aburrimiento se esfumó en un santiamén cuando su primo la saludó con una linda sonrisa la cual ella le devolvió.

—¡Pete! —respondió mientras se ponía de pie para abrazarlo.

—¡Miren quién apareció! —dijo Time saludándolo con la mano.

Pete sólo sonrió en respuesta.

—¿Un nuevo amigo? —preguntó Han recordándoles a los demás que ella estaba ahí.

...


—Es primo de Mint —respondió Vegas al ver que la ignoraron.

Han sonrió y actuó como si no le importara aunque por dentro estaba deseando estrangular a cada uno de ellos, en especial al que acaba de aparecer, no era tonta para no darse cuenta de la manera en que Vegas lo miraba y trataba de captar su atención.

Los chicos lo invitaron a sentarse junto a ellos, dándole un asiento al lado de Vegas quien había quedado fascinado con el aroma a cítricos que Pete desprendía. Sin darse cuenta una de sus piernas empezó a sacudirse ligeramente, ansioso por librarse de la persona que seguía sobre él.

—Es raro que vengas por aquí ¿Tienes una cita? —lo cuestionó Mint con emoción.

Y a Vegas no le agradó escuchar eso.

—Para nada. Acordé encontrarme con mi amigo aquí.

—¿Quieres pedir algo, Pete? —preguntó Kinn.

—Estoy bien, acabo de comer pero muchas gracias —respondió con amabilidad.

—Qué bueno que apareciste, estábamos muy aburridos —soltó Kim.

Han fingió no haberse ofendido, no iba a seguir soportando la indiferencia de esos chicos hacia ella así que se puso de pie y tomó sus cosas.

—Qué bueno fué verlos, tengo mucho que desempacar así que los dejo.

Todos simplemente la miraron sin decir nada, excepto Pete que no sabía nada de lo que pasaba.

—¡Qué te vaya muy bien! —dijo amablemente.

—Qué lindo, gracias.

Mentalmente estaba criticando la molesta y (según ella) forzosa amabilidad del chico. Miró a Vegas aún en su asiento y se agachó para dejar un beso en sus labios antes de decir hasta luego y finalmente alejarse de ahí.

Por otro lado Vegas había entrado en pánico porque ¡Lo había besado frente a Pete! Ahora él pensaría que era su novia y se alejaría de él por completo cuando Vegas quería todo lo contrario.

Sus amigos volvieron a su ánimo habitual, haciendo bromas y conversando con Pete hasta que sacaron el tema del viaje.

—Dicen que la nueva montaña rusa está que te aterra.

—Siempre dicen lo mismo de todas las montañas rusas y al final terminan siendo una decepción —respondió Kim.

—¡No me quites la emoción! —se quejó Mint.

—¿Van a ir a un parque? —preguntó Pete curioso.

—¡Sí! El que tiene atracciones nuevas —le dijo su prima.

—¿Quieres venir? —cuestionó Vegas sin pensar.

—Quisiera, pero este fin de semana mi hermana viene de visita e iremos a recogerla al aeropuerto.

Le respondió el chico y Vegas no podía estar más feliz porque finalmente habían hablado. Sonaba muy ridículo que se emocionara por esas cosas como si fuese un adolescente pero no podía evitarlo.

Cuando estaba cerca de Pete, cuando respiraba su aroma, cuando escuchaba su voz y cuando lo miraba a los ojos, su corazón latía como si hubiese corrido kilómetros. Y entonces supo que ya no quería seguir enganchado a una persona que no era y no sería capaz de amarlo, no sabía si Pete lo haría pero quería intentarlo, fué entonces que tomó una decisión.


Empezar de cero.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora