22. K n o w

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Vegas ya estaba acostumbrado de que la madre de Pete lo invitara a cenar por lo que no le pareció extraño que su novio le enviara un mensaje con una invitación para esa misma noche. Cuando iba de camino se detuvo en una florería a comprar tres ramos de flores, uno para su suegra, uno para su cuñada y otro para su precioso novio, además de que su madre les había enviado una botella de vino como cortesía.

Cuando llegó a su destino, notó que Pete lo esperaba en la entrada de su casa, sentado en una banca que tenían en el pequeño jardín delantero.

—¿Qué haces afuera? ¿Me extrañas tanto? —bromeó.

—Vegas.

El chico se abalanzó sobre él y juntó sus labios con los suyos.

—Te ves tan guapo —dijo cuando se separaron.

—¿Estás bien? Te noto algo nervioso.

—Es que, mi hermana volvió a casa y quiere conocerte.

—¿Tu hermana? Excelente, entremos ya —dijo entusiasmado.

—Espera, es que está un poco molesta porque no le había dicho de lo nuestro, se enteró apenas hoy.

—Ah...

—Pero no es mala, cuando se le pase todo estará mejor.

—Está bien ¿Entramos?

Pete asintió y lo llevó adentro.

—¡Vegas! Qué gusto volver a verte —saludó Mali, la madre de Pete.

—¡Buenas noches! —saludó él.

—Llegas justo a tiempo porque la cena está lista.

—Mi madre envió esto como regalo, desea poder conocerlos pronto —dijo mientras le entregaba la botella de vino a su suegro.

—Dile que muchas gracias —respondió el señor con amabilidad.

—También les traje esto, uno para usted y otro para Pam.

Extendió los ramos y Mali tomó ambos.

—¡Qué lindo detalle! Te lo agradezco mucho.

—Pam está arriba arreglándose, ya no tarda en bajar —mencionó su suegro y Vegas asintió.

—Bueno, este es para ti —le dijo a Pete.

—Te lo agradezco mucho —sonrió.

En ese momento quiso besarlo pero se contuvo porque le daba vergüenza hacerlo frente a sus padres.

El sonido de alguien bajando las escaleras se hizo presente por lo que todos voltearon en dirección a ellas creyendo que Pam era quien bajaba, pero en realidad una joven con un porte muy elegante apareció.

—Buenas noches —saludó.

—Hola —habló Vegas con timidez, la manera en la que lo miraba directo a los ojos lo hizo sentirse un poco intimidado, pero quería que todo saliera bien así que decidió ignorarlo y sonrió.

—Pearl, ven a conocer a Vegas —invitó la madre de la chica.

Ella bajó los últimos escalones y se acercó al grupo sin apartar la vista del chico ni un segundo.

—Él es Vegas, es mi novio —anunció Pete.

—Es un placer conocerte, Pete me ha hablado de ti algunas veces —Vegas sonrió y extendió la mano hacia ella.

—Hola —dijo tomando la mano del chico.

Cuando sus pieles hicieron contacto Vegas sintió un escalofrío por su cuerpo ya que la piel de la joven estaba totalmente fría.








S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora