37. M e m o r i e s

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Días después de la noche en el club.




A simple vista se notaba que el chico con anteojos no estaba de buen humor ya que tenía el ceño fruncido y la mirada perdida mientras estaba sentado en el borde de una pequeña fuente en los jardines del campus, Arm no sabía que había estado siendo observado desde hace algunos días por alguien con el mismo rencor hacia la misma persona. 

El chico no estaba prestando atención a nada ni nadie en especial por lo que no se dió cuenta de cuándo una figura delgada se paró frente a él.

—¿Estás bien? —preguntó una voz femenina.

Arm levantó la vista y se enderezó al reconocer el rostro de la chica.

—Tu rostro no puede disimular tu molestia ¿Qué sucede?

—¿Qué necesitas?

Conocía a Han, la había visto varias veces recorriendo el campus y cuando se acercó a Pete supo que la chica era la causante de sus problemas con Vegas, sin embargo no le prestó atención alguna.

Por eso le resultaba extraño que ella se acercara a él.

—¿Por qué estás molesto? —dijo mientras tomaba asiento junto a él.

—No quiero ser grosero, pero no es de tu incumbencia.

—Déjame adivinar ¿Vegas?

Tan sólo escuchar su nombre era irritante y no supo disimularlo.

—Te he estado observando y sé que estás interesado en Pete ¿No es así?

—Sólo dí qué quieres y déjame tranquilo.

—Sí, te gusta —afirmó —Bueno, déjame ser directa entonces. Vegas me hizo a un lado en cuanto ese chico apareció y cuando él lo dejó volvió a utilizarme como un pañuelo desechable.

—No es culpa de Pete.

—No es a él a quien quiero molestar, si no a Vegas.

—¿A qué te refieres? —dijo con curiosidad.

—Vegas muere por Pete, por más que lo intente él no va a traicionarlo así que de nada sirve que vaya tras él, en cambio Pete...

—¿Qué quieres hacerle?

—Pete es más fácil de manipular, es un chico inseguro. Sé que lo quieres para ti y si estás dispuesto a hacer lo que yo te pida verás que será tuyo con facilidad ¿Qué dices?

El chico no sabía qué hacer, todo parecía arriesgado y si salía mal perdería a Pete definitivamente, pero sólo de recordar las palabras de ambos chicos en el club hizo hervir su sangre.

—¿Qué debo hacer?

—Mantén a Pete cerca de ti, intenta acercarte lo más que puedas a él, si es posible tómalo de las manos o abrazalo.

—¿Eso para qué?

—Tomaré algunas fotos que se vean comprometedoras y le haré creer a Vegas que Pete lo está engañando y lo mandará al diablo.

—¿Cómo estás tan segura?

—Vegas no lo perdonará de inmediato y eso destrozará a Pete y es cuando tú lo consuelas y le demuestras que está mejor contigo.

—No lo sé, suena un poco ridículo.

Han se quedó observándolo unos segundos hasta que finalmente soltó un suspiro.

—Como quieras, sigue observando como Pete le entrega su corazón, su alma... y su cuerpo a Vegas —dijo mientras se ponía de pie con la intención de irse.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora