S t i l l [VegasPete]

13. O f f i c i a l

La habitación de Pete estaba hecha un completo desastre, tenía ropa y zapatos tirados por todas partes a causa de que no sabía qué ponerse, llevaba toda la mañana probándose diferentes conjuntos pero ninguno lo convencía. Vegas lo había invitado a otra de sus citas pero esta vez le dijo que sería muy especial por lo que el chico quería verse perfecto para la ocasión.

—Dios mío Pete, tú cuarto es un desastre —dijo su madre en cuanto entro a la habitación.

—¡Es que no sé qué usar! —respondió frustrado y se dejó caer en la cama.

—Vistete para ti, así que usa lo que tú quieras, no lo que la otra persona le gustaría que usaras.

Pete asintió y su madre lo volvió a dejar solo en su habitación, minutos después se puso de pie y empezó a recoger todas las prendas del suelo y guardarlas en el armario, dejando afuera lo que finalmente iba a usar.

El resto de la tarde pasó con lentitud para Pete, estuvo listo en poco tiempo y después sólo le tocó esperar a que Vegas fuera por él a la hora acordada. Cuando el timbre sonó fué él quien abrió la puerta, encontrándose con un Vegas increíblemente guapo, tenía puesta una camisa blanca con los primeros botones abiertos dejando ver parte de su pecho, pantalones de vestir negros y el cabello con aspecto despeinado que le quedaba de maravilla.

Lo recibió con una sonrisa al principio pero en cuanto cerró la puerta de su casa no pudo evitar lanzarse a darle un beso en los labios, el cual fué inmediatamente correspondido por el mayor.

—Cada vez que te veo estás mucho más lindo, Pete —dijo después de separarse del beso.

El menor no pudo evitar sonreír.

—¿Qué haremos hoy? —preguntó mientras caminaban hacia el auto tomados de la mano.

—Hay buen clima hoy ¿Qué te parece un picnic y pinturas?

—¡Me encanta!

Subieron al auto y Vegas condujo hacia un parque privado casi en las afueras de la ciudad, en la entrada habían restaurantes y cafeterías y el resto del terreno estaba lleno de césped y algunos árboles, perfecto para pasar un buen rato al aire libre. A Pete se le iluminaron los ojos al ver el lugar, sentía que podía correr con libertad por todo el terreno, sin embargo no lo hizo por vergüenza.

Dieron un recorrido por casi todo el lugar para después tomar asiento bajo la sombra de unos árboles, sacaron las cosas de una canasta que Vegas había llevado y tendieron una linda manta sobre el césped. Vegas ya sabía los gustos de Pete por lo que procuró llevar todos los snacks favoritos de su chico (papas, frutos rojos, pasteles y leche chocolatada) también sacó unos lienzos de tamaño pequeño, algunos sets de pinturas y pinceles de distintos tamaños.

Durante el tiempo que llevaban conociéndose Vegas se dió cuenta de que el menor disfrutaba pintar aún si no era un experto, simplemente le encantaba combinar colores y texturas, y a él le fascinaba verlo trabajar.

—Este lugar es tan bonito, me siento como el protagonista de una película romántica —dijo mientras observaba todo a su alrededor —jamás creí que tendría una cita así.

—¿Así como?

—Como de película, ya sabes, esas escenas en las que todo es tan especial y piensas que jamás te pasará algo similar.

—Mientras tú me lo permitas, me aseguraré de que tengas tantos momentos como este.

El chico sólo sonrió y asintió pero en su interior su corazón no había dejado de agitarse desde que llegaron al lugar, todo se sentía tan irreal, jamás pensó que alguien se interesaría tanto en él como para darle tantos detalles bonitos y es que no se trataba sólo de ese día, desde que aceptó salir con Vegas este siempre ha sido tan atento con él, Pete no lo había mencionado pero se fijó en que cada vez que decía que le gustaba mucho algo, el mayor se lo conseguía y en caso de ser alguna actividad, lo acompañaba, como ahora con las pinturas.

Como en todas sus citas, los temas de conversación nunca faltaban ni aunque estuvieran haciendo una actividad, Pete había optado por pintar una pequeña flor que Vegas le había puesto en el cabello y mientras lo hacía su boca no dejaba de hablar.

Y para Vegas era como escuchar su música favorita.

—¿Qué estás pintando? —le preguntó al mayor y este de inmediato escondió su lienzo.

—Aún no puedes verlo.

—¿Por qué no? Tú estás viendo el mío.

—Todavía no está listo.

—¡Déjame ver! —hizo un puchero.

Vegas se acercó y dejó un corto beso sobre aquel gesto.

—Ya estoy por terminar, déjame hacerlo y podrás verlo.

Pete asintió y continuó con su pintura mientras intentaba hecharle un ojo al de Vegas pero él siempre lo ocultaba, hasta que finalmente el mayor terminó.

—Listo.

—¡Quiero verlo! —dijo intentado tomar el lienzo.

—Primero cierra los ojos.

Suspiró y obedeció.

—Ahora sí puedes verlo —dijo Vegas segundos después.

Al abrir los ojos se sintió tan afortunado, Vegas tenía una expresión tan adorable y podría decir que se veía un poco nervioso, le pareció tan tierno que ni siquiera se había fijado en el texto escrito en el lienzo.

"¿Me dejarías ser tu novio? Por favor." 🌷

Sus mejillas se ruborizaron y no existía una sola palabra que describiera lo que estaba sintiendo en ese momento, la emoción le ganó y asintió de inmediato.

—¡¡Sí!! —gritó.

Vegas se acercó y besó sus labios de nuevo, lo besó y se sintió como la primera vez, cada vez que lo hacía se sentía mejor que la vez anterior.

—Sé que ya parecemos una pareja pero quería hacerlo oficial porque no mereces inseguridad de mi parte, quiero que sepas que desde el momento en que te conocí mi corazón te ha pertenecido y así seguirá siendo —dijo el mayor mientras lo miraba a los ojos y acariciaba sus delicadas manos.

Pete no sabía que decir pero estaba tan conmovido porque Vegas había tomado en cuenta su preferencia por las cosas sencillas pero llenas de cariño y sinceridad, para él no hacía falta una cena en un restaurante caro y regalos extravagantes para sentir que Vegas lo quería, estaba aterrado por supuesto, era su primera relación amorosa pero estaba decidido a no dejar que el miedo lo hiciera perder una experiencia tan linda como la que Vegas le estaba dando.

—Mi corazón también ya es tuyo —respondió antes de volver a besar a su novio.

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Esa misma tarde cuando Vegas fué a dejar a Pete a su casa, su ahora novio lo presentó ante su familia como tal, quienes lo recibieron con gusto, y es que al igual que Pete estaban esperando a que su relación se hiciera oficial.

—Felicidades, ahora tienes que ganar la aprobación de Pearl —le había dicho Pam y eso lo puso nervioso, y es que sabía que la hermana mayor de Pete era un poco complicada, sin embargo haría lo posible por ganarsela también.

Sus amigos dieron un grito al cielo cuando ambos les dijeron la noticia, abrazaron a Pete y les desearon lo mejor en su relación, realmente lo adoraban y Mint amenazó por milésima vez a Vegas con afeitarle la cabeza si hería a su primo.

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Muchísimas gracias a todas las personitas que siguen la historia, no saben lo mucho que agradezco sus votos y comentarios, por favor no dejen de hacerlo 💌