28. D e a l

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—¿Por qué mierda fuiste a buscar a Pete? —cuestionó con enojo.

—De nada.

—Te dije que me dejaras a mi solucionar todo.

—¿Y lo estabas logrando?

En cuanto Vegas escuchó que Han fué a hablar con Pete su enojo se dirigió a la chica, y es que en más de una ocasión le dejó claro que no quería que se entrometiera pero aún así ella no hizo caso. Inmediatamente fué en busca de Han y al no encontrarla creyó que ya se había ido a casa porque justo habían terminado las clases del día, sin embargo al dirigirse al comedor la vió saliendo del baño y la llevó a una parte vacía del estacionamiento para tener un poco de privacidad.

—Aún así no tenías derecho —respondió.

—¿Me dirás entonces que no sirvió para que Pete quisiera volver a hablar contigo?

—¿Qué le dijiste?

—La verdad. Que era un niño inmaduro incapaz de resolver los problemas por si mismo.

—No te pedí ayuda.

—Ya sé que no, pero estaba cansada de verte lloriquear por Pete mientras él seducía a otro tipo para burlarse de ti.

—No cruces la línea, Han.

—¡Es la verdad! Sólo quería que le diera un fin definitivo a todo de una vez por todas para que tú siguieras adelante.

—Espero que no lo hayas hecho pensando que tú y yo volveríamos —amenazó.

Han estaba a punto de responder pero Vegas no le dió la oportunidad ya que dicho eso se dió la vuelta y caminó de vuelta al campo de fútbol a buscar sus cosas.

Tenía muchas emociones mezcladas, por una parte estaba contento de que Pete haya tomado la iniciativa para intentar solucionar todo y le confesara que lo amaba y que quería estar junto a él, sin embargo por otra parte seguía molesto y herido por haber sido ignorado completamente durante casi un mes, no quería admitirlo pero de no ser por Han, Pete jamás le hubiera vuelto a dirigir la palabra y todo habría acabado.

En cuanto llegó a las gradas del campo se dió cuenta de que sus cosas habían desaparecido, por fortuna sólo habían libros y algunos documentos de sus clases los cuales podía recuperar fácilmente. Dió la vuelta y fué en busca de su auto para poder irse a casa. Sus pensamientos eran una mezcla de las palabras de Pete, las de Han, y sus propias ideas, y de darle tantas vueltas al asunto hizo que le doliera la cabeza así que cambió la ruta y condujo hacia su lugar favorito: la cafetería de su madre.

Pero no contaba con lo que encontró al llegar y muchas dudas se sumaron al caos en su mente.

¿Qué hacía él ahí? ¿Cómo encontró el lugar? ¿Con quién llegó?

—Vegas.

El chico se puso de pie en cuanto vió a Vegas entrar al lugar y caminó hacia él.

—¿Qué estás haciendo aquí, Pete?

—Dejaste tus cosas en las gradas así que las tomé para devolvertelas pero ya no te encontré y no respondiste mis mensajes así que planeaba dartelas mañana pero vine de compras con Mint por aquí cerca, encontré a tu madre en una tienda y ella me trajo aquí pero no sab...

—Ok, ya entendí —interrumpió.

—Toma —dijo entregándole sus pertenencias y el chico las tomó.

—Gracias.

—¿Estás bien? Te noto extraño.

—No es nada, debo irme.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora