17. T i m e

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El mayor no sabía qué responder, realmente no tenía idea de que Pete se sentía intranquilo durante el poco tiempo que tienen de noviazgo y cómo saberlo, él siempre estaba sonriendo cuando estaban juntos y le gustaba llenarlo de besos y abrazos.

—Cariño...

Pete no pudo evitar sorprenderse, era la primera vez que lo llamaba así.

—¡No hagas eso! —reclamó.

—¿Qué cosa?

—No me digas cariño ni me llames por cualquier otro apodo, no intentes manipularme llamándome así por primera vez en un momento como este para que yo me conmueva y te perdone.

—No lo hago por eso.

—Escucha, no quiero seguir de esta manera.

El cuerpo de Vegas se tensó, estaba completamente asustado de lo que Pete fuera a decir, no quería escucharlo, no lo dejaría, así que lo tomó de las mejillas y pegó sus labios a los suyos.

El menor quiso separarse de inmediato, pero volver a besarlo después de varios días se sintió como el cielo, él también lo había extrañado tanto así que finalmente correspondió el beso que con cada caricia se fué convirtiendo en un beso lleno de pasión y deseo. Definitivamente no querían separarse, ninguno de los dos lo deseaba pero Pete también deseaba estabilidad y exclusividad.

—Por favor perdóname —suplicó el mayor cuando sus labios se dejaron de tocar.

Su novio no respondió, parecía pensativo hasta que después de un corto silencio lo miró a los ojos.

—Tomemonos un tiempo.

—¡No! —respondió de inmediato.

—Vegas...

—¡No me pidas más tiempo! ¡No quiero tiempo! Eso no funciona, tú te alejarás y algún idiota querrá conquistarte y te olvidarás de mi —dijo con enojo.

—¿Qué?

—No quiero más distancia, no quiero que te vayas.

—No será como estás pensando.

Pete lo tomó de las mejillas y dejó un corto beso en sus labios.

—Yo sé que no he hecho más que hacerte sentir mal, pero te juro que intentaré ser mejor, en serio -suplicó una vez más el mayor.

El contrario soltó un suspiro y se enderezó.

—Está bien.

Vegas quería besarlo de nuevo pero Pete continuó hablando.

—Pero vamos a darnos un tiempo.

—Ya te dije que no quiero eso.

—No te lo estoy preguntando. Te voy a dar un tiempo para que demuestres que de verdad no estás interesado en nadie más, quiero ser el único para ti y...

—¡Lo eres!

—No me interrumpas. Quiero sentir que en realidad soy el único, que no tengo que preocuparme por alguien más, quiero que seas completamente sincero conmigo y que no me ocultes cosas que sabes que pueden dañar nuestra relación.

—Así será. Pero tú debes prometerme que no vas a dejar que ningún imbécil se te acerque y que no vas a coquetear con otro para hacerme enojar.

—No es mi culpa si alguien más se fija en mi.

—Pete —reclamó.

—¡Estoy bromeando! No voy a coquetear con otra persona porque no estoy terminando contigo, sólo estoy dándote una última oportunidad para que decidas si de verdad quieres esto o no.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora