S t i l l [VegasPete]

32. S o l v e

—Llevas días usando camisas de cuello alto —mencionó Mint.

—Es que...

—Eres inexperta, no sabes que trata de ocultar las marcas que Vegas le dejó —interrumpió Porsche.

—¡¿Qué?! No me digas que tú y Vegas ya lo hicieron.

—¡Claro que no! Es sólo que...

Pete dejó la oración a medias ya que Arm se acercó a ellos y las palabras que su novio le dijo acerca del chico resonaban en su mente.

—Te traje un café helado, te veías acalorado —dijo entregándole el vaso.

—No tenías que molestarte.

—No fué molestia —sonrió.

Porsche observó a Arm con atención y es que desde el primer momento en que Arm se unió al grupo se dió cuenta del interés que tenía por Pete, siempre dándole detalles como el café de ahorita, diciéndole lo bien que se veía, ofreciéndose a llevarlo a casa, para él esos detalles no los hace un amigo común y mucho menos si se acaban de conocer.

Pete podría no darse cuenta ya que siempre está pensando en Vegas y en la universidad, pero él si y algo en su interior le dice que debe advertirle. No niega que Arm es un buen chico, se adaptó con facilidad al humor de ellos y siempre era muy amable con todos pero aún había algo que inquietaba al moreno y pudo darse cuenta que desde la noche en el club algo en Arm había cambiado.

Al finalizar las clases, Porsche le pidió a su amigo que lo acompañara a comprar las cosas en su lista del supermercado y como era de esperarse aceptó de inmediato. Estando en el lugar, Pete lo ayudaba a ordenar los alimentos en el carrito mientras el contrario los tomaba del estante.

—Oye Porsche —llamó —¿Qué opinas de Arm?

El mencionado se detuvo de golpe y se giró a mirarlo.

—Qué bueno que mencionas ese tema porque justo necesitaba hablarte de algo —dijo mientras le pasaba una botella de aceite.

—¿Qué sucede? —cuestionó asustado.

—Tú le gustas.

—¿Por qué lo dices?

—Lo he observado, Pete. Me he dado cuenta de la manera en que te mira, todo el tiempo está dándote golosinas o bebidas, todos los días quiere llevarte a casa y siempre intenta sentarse junto a ti, eso no es común entre los amigos —respondió mientras continuaba con sus compras.

—Si tú también me lo dices debe ser cierto.

—¿Alguien más se dió cuenta? ¿Quién, Mint?

—Vegas.

—¡¿Vegas?!

—El día que hablamos sobre volver, me preguntó si estaría dispuesto a alejarme de Arm y cuando le pregunté porqué, respondió que Arm le dijo a él mismo que está interesado en mi.

—¡¿Y qué le dijiste?!

—Que lo consideraba un buen amigo y no sería cómodo alejarme de él de un momento a otro.

—¡¿Pero en qué estabas pensando?! Tu novio te dijo que le gustas a un tipo que está todo el tiempo pegado a ti y tú te niegas a poner distancia cuando tú rompiste con él por algo similar.

—Han es su ex, Arm es mi amigo.

—No seas ingenuo, Pete. Vegas se alejó de la persona que te causaba inseguridad por amor a ti y ahora que los papeles se cambiaron tú no eres capaz de hacer lo mismo por él.