S t i l l [VegasPete]

34. B e a c h

La amistad entre ambos chicos mejoró con el paso de los días, se apoyaban mutuamente con respecto a sus clases y se hacían pequeñas bromas el uno al otro, pasaban el tiempo juntos durante sus clases pero cuando llegaba la hora de la comida Porsche se les unía ya que al chico no le gustaba mucho la extraña amistad que habían formado.

Arm podrá demostrar que va perdiendo el interés en Pete comportándose tan informal con él pero el instinto de Porsche le decía que debía seguir vigilandolo, decidió no volver a hablar con Pete sobre el tema porque sabía que el pelinegro no lo tomaría tan cuenta, además ya tenía suficiente con su vida amorosa como para lidiar con la de alguien más.

—Sólo ten cuidado —fué lo único que le dijo.

Durante la última semana de clases Vegas por fin pudo liberarse de un poco de trabajo y pasaba más tiempo con Pete, quien sentía la necesidad de hacer algo lindo por él para animarlo así que le pidió a Arm que lo acompañara a buscar un regalo para su novio.

—¿Qué tal una camisa? —sugirió Arm señalando una tienda de ropa.

—No, tiene que ser algo especial.

—¿Qué tal un collar? Con un diseño significativo para que te recuerde cada vez que lo vea y lo use siempre.

—Esa es una idea... ¡Brillante!

Pete pensó que la idea de su amigo era justamente lo que necesitaba, quería que Vegas se sintiera especial y amado por él así que recorrió todas las joyerías del centro comercial en busca de la joya perfecta para su novio, y aunque le costó un poco de trabajo la encontró: Una cadena de plata con un diminuto dije en forma de tulipán, como el que estaba dibujado en aquel lienzo que Vegas utilizó para pedirle ser su novio y que aún conservaba.

—Este es —dijo en cuanto lo vió.

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Después de un par de semanas más, finalmente el ciclo escolar llegó a su fin y no podían estar más felices por lo que en celebración el grupo organizó un viaje a la playa para relajarse. Alquilaron una pequeña pero lujosa casa en las orillas de la playa para tener un fácil acceso a ella además de las increíbles vistas que tendrían al atardecer.

Después de repartir las habitaciones los jóvenes se reunieron al rededor de la piscina para preparar el almuerzo mientras bebían algo para ponerse en ambiente. Mint y Arm estaban a cargo de la carne, Vegas y Pete a cargo de los acompañamientos, Porsche, Kinn y Kim estaban acomodando sus provisiones para los siguientes tres días en el refrigerador y en los estantes de la cocina, y Time, Time se encargaba de no dejar a nadie sin bebida y de mantener el volumen de la música lo suficientemente alto.

—¿Te la estás pasando bien, amor? —preguntó Vegas mientras limpiaba la mesa.

—De maravilla —respondió sonriente.

Después de haber comido, el ambiente se puso mucho más animado y todos ya se habían sumergido en la piscina, Pete había bebido un par de cervezas que lo ayudaron a relajarse y ser más extrovertido que terminó quitándose la camiseta olvidando la vergüenza que le daba hacerlo unas horas antes.

—¡Hagamos un brindis porque las vacaciones llegaron! —dijo Mint levantando una botella de cerveza.

—¡SALUD! —gritó Time.

Vegas estaba bebiendo, pero al mismo tiempo cuidaba de Pete ya que era de su conocimiento que él no tenía mucha experiencia bebiendo alcohol, si pasaba lo mismo que en el club no sabía si sería capaz de contenerse de nuevo.