S t i l l [VegasPete]

29. D e t a i l

—Entiendo porqué te alejaste de ellos pero no tenías que hacerlo de mi, sabes que no me gusta entrometerme.

—Lo sé, es que me sentí cansado y preferí estar solo.

Durante el almuerzo, Vegas caminó hacia una pequeña tienda de conveniencia que estaba dentro del campus y ahí se encontró con Time. El chico lo saludó y lo invitó a comer juntos y Vegas aceptó.

Ambos estaban sentados en una de las mesas ubicadas fuera de la tienda, comiendo mientras conversaban sobre los sucesos recientes.

—Escuché que estuviste acompañado de Han, Mint dice que ahora son inseparables.

—No es así, de hecho ya me alejé por completo de ella también.

—¿De verdad?

—No fuí consciente de que eso causaría problemas con Pete, quiero hacerlo bien ahora.

—¿Entonces volvieron?

—No estoy seguro, tuvimos una pequeña discusión pero aún no hemos hablado sobre qué va a pasar con nosotros.

—Vaya, finalmente decidiste tener una relación seria y escogiste a alguien complicado.

—No quiero imaginar lo que te espera entonces.

Ambos rieron y continuaron la conversación sobre otros temas hasta que el tiempo del almuerzo se acabó y tuvieron que volver a sus clases correspondientes. Para Vegas, platicar con Time lo hizo sentir bien ya que a pesar de que el chico era un rompecorazones y alma fiestera fué la única persona que no le hechó en cara los errores que había cometido, simplemente se quedó escuchandolo.

Por estar sumergido en sus pensamientos no se dió cuenta de en qué momento llegó al lugar hasta que Kinn lo saludó.

—¿Dónde estuviste? Pete estuvo buscándote.

—Pues comiendo.

—¿Solo? —dijo con curiosidad.

Vegas simplemente lo miró directamente a los ojos y el contrario comprendió de inmediato que lo estaba molestando.

—Escucha, quiero disculparme si te hice sentir mal con algún comentario, no debí entrometerme.

—Exacto, yo no te juzgué cuando te cogiste a Porsche sabiendo que él tenía novio, no dije ni una sola palabra sobre eso porque era tu problema —dijo en voz baja.

—Bien, ya entendí, lo siento.

Vegas sonrió ligeramente mientras negaba con la cabeza.

—Somos primos, no me vuelvas a evitar.

—Por desgracia —bromeó y ambos tomaron asiento.

—Por cierto, Pete me pidió que te diera esto —mencionó entregándole una bolsita de papel.

—¿Qué es?

—Cómo voy a saberlo.

Vegas estuvo a punto de soltar un comentario sobre cómo Kinn era algo entrometido pero se retractó, de lo contrario hubiera recibido un insulto.

Tomó la pequeña bolsa y la abrió para hechar un vistazo al interior, encontrándose con un paquete de galletas las cuales eran sus favoritas y un café enlatado. Entonces recordó que en una ocasión Pete lo acompañó a una tienda ubicada dentro del campus para comprar sus bocadillos favoritos.

"—Amo estas galletas con mi vida, y acompañadas con este café son perfectas."

Le había dicho al menor sin imaginar que él lo recordaría muy bien e inevitablemente sonrió al recordar ese día.

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Al finalizar las clases el chico caminó hacia los baños, después tenía planeado ir a buscar a Pete para hablar con él y aclarar su situación. Cuando salió del cubículo que utilizó caminó hacia los lavabos y abrió la llave para lavarse las manos, y en ese instante la persona que menos le gustaba ver entró al lugar.

Al principio no le prestó atención alguna pero algo dentro de él quiso molestarlo, así que se aseguró de que no hubiera alguien más en el baño y le habló.

—¿Eres Arm, cierto? —dijo con falsa amabilidad mientras se secaba las manos.

—Sí, tú eres Vegas ¿No es así?

—Lo soy —sonrió —Justo iba a buscar a Pete ¿Sabes dónde está?

—Creo que es tarde, se fué a casa.

—No hay problema, iré a verlo entonces, sus padres me aman —presumió.

—Creo que no te conocen bien.

—¿Y a ti te conocen?

El chico lo miró fijamente y lo enfrentó.

—No lo mereces en absoluto.

—Disculpa ¿Tienes algún problema conmigo?

—Es obvio que Pete está mucho mejor sin ti, déjalo tranquilo.

—¿A qué se debe este teatrito?

—Me gusta Pete —confesó.

—Vaya coincidencia, a mi también.

—Tú no sabes cómo cuidarlo, sólo lo haces llorar y le mientes, él merece algo mejor que tú así que deja que alguien más lo ame como se debe.

—¿Quién? ¿Tú? —se burló.

—Yo sí puedo hacerlo feliz.

—Seguro que si, la cuestión es que él tiene que desear ser feliz contigo pero ¿Qué crees? No quiere.

—Si lo dejaras en paz él se daría cuenta de que hay quienes que sí lo valoramos, tú no lo quieres de verdad, sólo...

—No te atrevas a insinuar que no quiero a Pete —interrumpió en voz alta.

El contrario estuvo a punto de responder pero justo a tiempo el teléfono de Vegas comenzó a sonar y cuando miró el nombre en la pantalla sonrió y se lo mostró al chico.

Le hizo una seña para que hiciera silencio y contestó la llamada poniéndola en altavoz.

—¿Hola?

—Vegas ¿Terminaste tus clases?

—Sí, estoy saliendo del baño justo ahora.

—¿Estás libre? Me gustaría verte y hablar contigo.

El mencionado miró al chico frente a él y sonrió victorioso.

—Por supuesto, también quiero verte.

—¿Te espero en el estacionamiento?

—Está bien, iré allá justo ahora.

—¿Vegas?

—¿Si?

—Te quiero.

Pete cortó la llamada en cuanto dijo las últimas palabras. Vegas guardó su teléfono y regresó la vista a el chico quien tenía las manos hechas puños y encogió los hombros.

—Como escuchaste, tengo una cita así que demos terminada esta conversación.

Sin decir más pasó a su lado y salió del lugar con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Desde el primer momento supo que Arm tenía interés en Pete y su fingido tartamudeo era para parecer tierno sin embargo a él le pareció ridículo.

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Sí, es muy cortito, lo sé.

Disculpenme 😔