43. T a l k

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Y ahí estaban, sentados frente a frente en el escritorio de Vegas bebiendo un café que el mayor había pedido a su secretaria hace unos minutos, a quien también le ordenó no interrumpirlos.

—Ha pasado algo de tiempo —habló Pete rompiendo ese silencio incómodo que se había formado entre ellos.

—Sí.

—Te escribí algunos mensajes...

—Sí, los ví —confesó —tarde, pero lo hice.

Pete soltó un suspiro y miró a Vegas directamente a los ojos.

—Lo siento —dijo con firmeza —No sé cómo expresar lo mucho que lamento haberte lastimado, no quise escuchar las advertencias que todos me daban a cerca de Arm, incluyendote.

Vegas no respondió y lo dejó continuar.

—Te juro que no sucedió absolutamente nada entre él y yo, lo del beso si pasó pero no como te lo imaginas... me reuní con él para preguntarle si de verdad le gustaba y cuando me confesó que sí, le dije que no podía corresponder sus sentimientos y...

—Lo sé —interrumpió.

No quería volver a escuchar esa historia, sólo pensar en ello lo ponía de mal humor y no es como quería conversar con Pete.

—¿Qué?

—Arm me lo confesó. En realidad todo fué obra de Han, convenció a Arm de ser su cómplice y él cegado por los celos aceptó —confesó —No quiero volver a escuchar esa historia Pete, estuvo rondado en mi cabeza por mucho tiempo y finalmente logré superarlo, no quiero traumarme con eso de nuevo.

—Pero no entiendo qué tiene que ver ella.

—Han estaba resentida porque la alejé de mi —explicó —no se quedó tranquila y le pidió a Arm acercarse a ti para hacerme creer que eran amantes, si me hubiese enviado sólo las fotografías de ustedes siendo muy cercanos no lo hubiera creído pero te dejaste besar por él.

—No me dejé besar —afirmó —me tomó por sorpresa y lo hizo a la fuerza, le dí un golpe luego de hacerlo pero eso no te lo dijeron ¿Verdad?

—Está bien, te creo en eso. Pero no es lo único que hizo que nuestra relación se fuera a la mierda.

—Lo sé —admitió —escucha, vine porque quiero solucionar las cosas contigo y disculparme por mis errores del pasado, comprendí que no fuí la pareja perfecta para ti y me equivoqué. No confiaba en ti, era muy inseguro y huía de los problemas porque no sabía cómo solucionarlos, en serio lo lamento tanto Vegas.

Vegas se dejó caer sobre el respaldo de su silla y lo miró fijamente.

—¿Por qué te fuiste? —preguntó casi en un susurro.

El menor lo miró de vuelta y tragó saliva antes de responder.

—No querías hablarme —dijo, bajando la mirada a la taza de café frente a él —me quedé sin amigos por culpa de mi idiotez y aunque sabía que lo tenía merecido era inevitable no sentirme mal al respecto, mis padres me dijeron que necesitaba un cambio y aunque yo no quería irme lo hice.

—Pediste perdón por mensaje de texto sabiendo que no iba a verlo ¿Cómo esperabas que hablara contigo? Yo iba a buscarte a donde sea que estabas para pedirte perdón y tú creíste que con un mensaje se resolvería todo.

—¡Me daba vergüenza! Con qué cara iba a llegar a tu casa sabiendo que ibas a negarte a verme, qué explicación iba a darle a tus padres.

—Eso es lo que odio de ti, tu cobardía.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora