40.2 T o r o n t o

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pt. 2






La vida de Pete había cambiado, él estaba cambiando.

Las sesiones con la doctora Basset sin duda estaban siendo de mucha ayuda para él, había aprendido a ser sincero con sus sentimientos y a no guardar sus emociones dentro de él para evitar acumulaciones ya que podría explotar en cualquier momento. Entendió que su inexperiencia en el amor no justificaba su comportamiento con su ex pareja, simplemente no supo lidiar con la responsabilidad y la seriedad que requiere mantener una relación sana y estable y eso lo llevó a cometer errores no sólo respecto a Arm, si no a la falta de confianza y comunicación que tenía con Vegas, el chico le comunicó su amistad con Han y él no supo cómo expresar su inconformidad ante tal situación que terminó evadiendola terminando con Vegas y causando un drama.

Ambos habían cometido errores y esperaba que el día que volviese a ver a Vegas lo dejara hablar con él para disculparse y aclarar todo el asunto como debió hacerlo desde el principio. A pesar de todo su corazón aún no olvidaba el amor que sentía hacia el mayor y en lo mucho que lo extrañaba, cada noche pensaba en él y se preguntaba cómo se encontraba, cómo era su desempeño en la universidad, si aún lo amaba o ya había entregado su corazón a otra persona aunque egoistamente esperaba que no tuviera a nadie más porque definitivamente Pete no la tenía.

Por las mañanas todos esos pensamientos eran ignorados ya que Pete ocupaba su mente en sus clases y en el trabajo de medio tiempo como traductor que había conseguido en la empresa donde su hermana trabajaba, realmente no lo hacía principalmente por el dinero si no por la experiencia laboral que necesitaría luego de graduarse, además le encantaba su trabajo ya que lo habían asignado traducir el contenido de la productora del inglés al tailandés y lo mejor de todo es que podía trabajar desde casa.


Los primeros meses se sentía solo a pesar de que había conseguido algunos amigos increíbles, la cuestión es que extrañaba a sus viejos amigos y los quería de vuelta pero sabía que en estos momentos eso no sería posible ya que aún necesitaba estar alejado por un tiempo más.










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—Definitivamente le gustas a Theo —mencionó Dante mientras observaba al grupo sentado en la mesa detrás de Pete —No ha dejado de mirarte y siempre te sonríe cada vez que cruzan miradas.

—Es lindo ¿Por qué no le das una oportunidad? —dijo Eva.

Pete no les había contado a sus nuevos amigos sobre su relación con Vegas y no deseaba hacerlo en realidad pero quería dejar claro que su corazón estaba ocupado.

—No hay lugar para nadie más en mi corazón.

Los chicos se miraron entre ellos y le dirigieron una sonrisa a Pete.

_No sabíamos que ya tenías a alguien ¿Quién es? —cuestionó Dante emocionado.

—¿Acaso hay alguien esperando por ti en Tailandia? —agregó Eva.

—Bueno, no estoy seguro pero...

—¿Cómo? Creí que era tu novio.

Pete sintió una ligera punzada en su corazón, le hubiese encantado decirles que sí, que Vegas era su novio y estaba esperando por él pero simplemente negó con la cabeza.

—Es complicado —se limitó a decir.

—¿Por qué?

—¿Están separados? —cuestionó Eva.

—No lo interroguen más, es su vida privada y si quiere decirlo lo hará —intervino Olivia —déjenlo tranquilo.

Pete le sonrió en agradecimiento y sus amigos respetaron su decisión por lo que no volvieron a sacar el tema y tampoco intentaron relacionarlo más con el chico llamado Theo que claramente estaba interesado en Pete.



En un abrir y cerrar de ojos el año escolar para Pete había terminado y no podía quejarse de absolutamente nada porque había sido un año de mucho aprendizaje para él tanto en la universidad como en su persona y estaba contento con la versión de si mismo que ahora era. Su trabajo temporal había finalizado por lo que pudo tener un merecido descanso y en la primera semana de vacaciones hizo un recorrido por las Cataratas del Niágara con sus amigos y luego juntos fueron al restaurante giratorio en la Torre CN que lo dejó encantado con la increíble vista de la ciudad.

Al llegar a casa Pete decidió imprimir todas las fotografías que se habían tomado juntos en los lugares que visitaron y en cada lugar bonito que veían, las pegó en una pared de su habitación y se sentó a contemplarlas recordando lo feliz que se sentía en estos momentos rodeado de personas tan lindas como lo eran Dante, Eva y Olivia.

_¿Qué tal tu excursión? —dijo Pearl desde la puerta.

El pelinegro la miró y sonrió.

—Muy divertida, tomamos todas estas fotografías, mira.

Pearl entró a la habitación y se acercó a la pared para observar las imágenes y notó que en cada una de ellas la felicidad de Pete era auténtica por lo que se giró hacia él y le sonrió de vuelta.

_Estoy muy feliz por ti.

—¿Por qué?

—Porque realmente lo estás intentando.

S t i l l [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora