S t i l l [VegasPete]

7. I n v i t a t i o n

—Por favor Pete, háblame —dijo Porsche mientras caminaba detrás de su amigo intentando alcanzarlo.

Después de que Vegas llevó a Pete a su casa y después de que se le pasó el buen humor de haberse acercado un poquito más al mayor, recordó el asunto de su amigo. Porsche le había enviado varios mensajes e incluso lo había llamado repetidamente pero Pete no respondió, estaba molesto por supuesto sin embargo, no correría a contarle al novio de su amigo lo que había pasado y tampoco es que estuviera encubriendo a Porsche pero él no se involucraría en sus asuntos, lo que sí haría sería darle una buena charla a su amigo sobre lo importante que es dar lealtad si deseas recibir lo mismo.

Pero primero lo haría sufrir un poco.

Cuando llegó a la universidad por la mañana, Porsche estaba esperándolo en la entrada del establecimiento y cuando lo vió lo primero que hizo fué pedirle que le dejara explicarse, sabía que Pete valoraba mucho la fidelidad y la confianza en una relación porque no quería ver a las personas que ama sufrir, no quería verlo a él sufrir.

—¡Pete! —gritó finalmente ya frustrado, llamando la atención de quienes estaban al rededor y haciendo que Pete se detuviera.

—¡No grites! —dijo en voz baja después de girarse hacia a su amigo.

—Maldita sea, ni siquiera eres mi novio y aquí estoy rogando porque me dejes explicarte lo que pasó.

—Si yo no quiero escuchar, imagínalo a él cuando se entere —amenazó.

—...no lo harías —dijo el moreno con una pizca de temor.

Pete se quedó en silencio durante unos segundos, mirándolo fijamente para finalmente suspirar y hablar.

—Por supuesto que no.

Porsche exhaló.

—En serio necesito contártelo todo —dijo después de una pausa.

Pete asintió y empezaron a caminar juntos hacia el salón de clases que por fortuna estaba un poco lejos de la entrada principal, lo que les daría tiempo de conversar.

—Quería darme prisa porque ya me había demorado mucho así que salí del baño rápido pero no me fijé bien y choqué con un tipo que resultó ser Kinn, le tiré la bebida encima por accidente y me empezó a reclamar de que había ensuciado su camisa que era muy "especial" según él...

—¿Es en serio?

—No me interrumpas —lo regañó —En fin, fuimos a una habitación y le encontré una camisa para que se pusiera pero se empezó a quejar hasta que finalmente se quitó la ropa y...

—¿Y qué? —cuestionó Pete al ver que Porsche se detuvo —¿Porsche?—insistió.

—Cuando lo ví desnudo algo en mi se levantó —dijo con timidez.

—¡¿Qué?!

—Es que, ya sabes...

—¡No, no lo sé!

—Ultimamente ya no me siento tan a gusto con Jay, su madre está todo el tiempo detrás de él insistiendo en que me deje, cuando quiero hacerlo al principio él me sigue el rollo pero después me aparta y dice que no quiere que nuestra relación se base sólo en eso ¿Lo puedes creer? Además también me ha estado insistiendo en que cambie mi manera de vestir y mi forma de ser por una más "adecuada" como pareja de alguien como él.

Pete se sintió culpable al escuchar lo mal que la estaba pasando Porsche últimamente, él no mostraba ningún indicio de estar pasando un mal momento pero Pete no era ningún adivino. Aún así eso no justificaba su traición.