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____ hizo ademanes para irse, busco el bolso, sus lágrimas no cedían, ella no se quedaría con él, ya no. Sacó un pequeño vestido que él le había llevado, se lo pondría y se iría. Él sintió sus movimientos y se apresuró hacia la puerta, poniéndose entre esta y ___. Ella retrocedió dos pasos hacia atrás.

-No te vallas. Le rogó. Y ella pudo ver desesperación en sus ojos.

Si tanto estaba asustado ¿Por qué la trataba así?

-Tú no me quieres, le recalcó ella.

El cerró los ojos como si estuviese atormentado, los abrió y los fijó en ella...-¿Por qué dices eso? Le preguntó con la voz en un hilo.

Ahora sentía que todas sus razones eran estúpidas..-Justin yo... Yo...

-¿Tú qué? ¿No me amas?

¡Mierda! Esa era la pregunta que la ponía en jaque mate.

Sentía su mirada quemarla, Y por primera vez sintió miedo de este hombre, ahora lo veía como lo veían todos, como Alan lo escrudiñaba, como lo definían, por un microsegundo, supo quién era Justin, no su Justin.. Sino el hombre que mantenía la empresa funcionando, la esperanza de sus padres, y la desgracia de ella. 

Empezó a reír, ¿Por qué se reía? ¿Acaso se burlaba de su propia desgracia? 

Justin la observó confundida, relajó su mirada, parecía como si acabara de derretir el hielo que sostenía en su vista, la atrajo con fuerza a sus brazos. –Bebé, yo te amo, no me dejes... Por favor. Yo te necesito... Perdóname, le dijo mientras buscaba sus labios y la besaba desesperadamente. Ella se alejó poniendo una mano en su pecho...-De igual forma no puedo seguir contigo, suspiró.. La sonrisa se había ido.

-Pero.... Pero...

Ella negó con la cabeza mientras trataba de sentarse pero entonces sintió que su fuerza se desvanecía, trató de no perder la fuerza que le quedaba, pero fue tarde, se encontró acostándose en la cama, con el corazón agitado.

Justin se acercó rápidamente a ella..-¿____? ¿Estás bien?

Ella negó con la cabeza.

-¿Quieres que vallamos a un médico?

Ella volvió a negar, se sentó a su lado, a esperar alguna reacción que le asegurara que estuviera bien. Ella tocó su pecho y al minuto sintió que su corazón se estabilizaba, respiró hondo, se paró y busco el paquete de pastillas de su bolsa.

-Déjame adivinar tienes más de cinco días que no te bebes las pastillas.

__ rodó los ojos..-Solo fueron tres días, no es para que exageres, se sacó el vestido que tenía quedando solo en interiores, se metió a la cama.

-Me estas excitando, le dijo justin celebrando las siluetas de su cuerpo.

-¡Que mal! Exclamó mientras se arropaba cubriendo todo su cuerpo y sonreía maliciosamente.

-Si no quieres que te toque, no lo haré, dijo justin mientras apagaba las luces y se metía en la cama dándole la espalda.

El corazón de ___ empezó a deteriorarse, se supone que esta era la parte en donde él le rogaba o algo, siempre caía como idiota, él no la quería, tenía que aceptarlo. Sacó la cabeza de debajo de las sabanas, y se forzó a cerrar los ojos.. Tenía que encontrar la forma de salir de la relación sin que saliera más lastimada de lo que estaba. Volteó su cabeza hacia él y lo observó mirándola, estaba apoyado en su codo.

Se ruborizó al instante y apartó la vista, justin rió...-Te ves muy hermosa con ese color en tus mejillas.

Ella sonrió y se rindió a dormir.

Al otro día, se levantó con más ánimos, la cama estaba vacía, pero eso no arruinó su estado, se metió al baño y luego buscó algo de ropa, optó por unos shorts crema, una clusa azul y unos zapatos a juego con su blusa. Mientras se amarraba el pelo, escuchaba a alguien hablando por teléfono... Miró el reloj que había encima de la mesa..'8 de la mañana' caminó hacia la pequeña sala que tenía la habitación y ahí en una de los asientos estaba justin, vestido con unos jeans, un t-shirt y unos converse, de lejos aparentaba ser un hombre despreocupado, pero si escuchabas su conversación podías notar su estrés, tenía que tomar un descanso, lo quería controlar todo y eso es imposible.

Discutía acerca de planos y precios, y hasta lugares, sin pensarlo ___ avanzó hacia él y se sentó en sus piernas mientras se acurrucaba en su pecho, el continuó hablando, pero luego de unos segundos sintió como su cuerpo se relajaba y sus brazos la apretaban, esbozó una sonrisa y colgó.

Relaciones Peligrosas II (Editada & disponible en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora