LAS PRACTICAS

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Laia se despertó temprano, nerviosa y emocionada por su primer día de prácticas en el hospital. Se levantó, se duchó, se vistió con su uniforme de enfermera y se dirigió a la cocina para desayunar. Allí se encontró con su hermano Ansu, quien le ofreció llevarla al hospital en su coche.

- ¿Estás lista para tu primer día, hermanita? - preguntó Ansu mientras tomaba una taza de café.

- Estoy un poco nerviosa, pero emocionada al mismo tiempo - respondió Laia con una sonrisa.

- Lo harás genial, Laia. Eres una persona dedicada y trabajadora. Además, estoy seguro de que tu pasión por la enfermería te llevará lejos - le aseguró Ansu mientras terminaba su café.

Laia se sintió aliviada al escuchar las palabras de su hermano. Sabía que podía confiar en él para apoyarla en todo momento. Juntos salieron de casa y se dirigieron al hospital.
Durante el trayecto en coche, Laia no podía dejar de pensar en su novio, Vinicius. Extrañaba su presencia, pero se sentía afortunada de tener un apoyo tan grande en su familia. De repente, su teléfono sonó y vio que era una llamada de Vinicius.

- ¡Hola mi amor! ¿Cómo estás? - preguntó Vinicius con una voz suave y amorosa.

- Estoy bien, nerviosa por mi primer día de prácticas - respondió Laia.

- No te preocupes, Laia. Sé que lo harás increíble. Eres una persona talentosa y dedicada, y estoy muy orgulloso de ti - dijo Vinicius con cariño.

- Gracias, Vinicius. Significa mucho para mí escuchar eso de ti - le agradeció Laia.

Durante el resto del camino al hospital, Laia y Vinicius hablaron sobre su día y su amor mutuo. Laia se sintió muy agradecida por tener a Vinicius en su vida y por su apoyo incondicional.
Finalmente, llegaron al hospital y Ansu se despidió de Laia deseándole lo mejor en su primer día de prácticas. Laia entró al hospital, llena de emoción y determinación, lista para enfrentar los desafíos y aprendizajes que le esperaban.

La supervisora de enfermería, Ana, la recibió y le explicó todo lo que tenía que hacer.

- Laia, te voy a presentar al equipo de enfermería. Ellos serán tus compañeros durante tu estancia aquí -  dijo Ana.

Laia se sintió un poco abrumada al conocer a tantas personas nuevas, pero se esforzó por ser amable y hacer una buena impresión. La supervisora le explicó cómo interactuar con los pacientes, cómo tomar sus signos vitales y cómo registrar su información en el expediente electrónico.

- Es importante que siempre te enfoques en brindar una atención de calidad a los pacientes. Ellos confían en nosotros para su cuidado y recuperación - dijo Ana.

Laia asintió con la cabeza, tomando nota de cada palabra que decía su supervisora. Luego, comenzó a trabajar en su primer paciente bajo la supervisión de uno de los enfermeros.
Durante todo el día, Laia se esforzó por aprender todo lo que podía y aplicarlo de la mejor manera. A pesar de algunos errores y momentos de tensión, recibió el apoyo y la orientación de sus compañeros y de la supervisora.
Después de un largo día, Laia terminó su turno y salió del hospital. Fue entonces cuando su mejor amiga, Paula, llegó a recogerla.

- ¡Laia! ¿Cómo te fue hoy? - preguntó Paula con una sonrisa.

- Fue intenso, pero muy enriquecedor. Aprendí mucho y espero seguir mejorando - respondió Laia con una sonrisa cansada.

- Te mereces un descanso. Vamos, te llevo a casa - dijo Paula.

Laia se sintió muy agradecida de tener a Paula como amiga. Juntas, se alejaron del hospital y se dirigieron a casa. Laia estaba agotada, pero también emocionada por el futuro y las oportunidades que la enfermería le ofrecía.

Aunque estaba agotada, no podía esperar para compartir sus experiencias con su hermano Ansu. Lo encontró en la sala de estar jugando videojuegos.

- ¡Ansu! Tengo que contarte todo sobre mi primer día de prácticas - dijo Laia con emoción.
Ansu dejó el control del juego y se giró hacia ella.

- ¡Cuéntame todo! ¿Cómo fue?
Laia tomó asiento junto a su hermano en el sofá.

- Fue increíble. Vi tantas cosas y aprendí mucho en solo un día. Trabajé en la unidad de cuidados intensivos y estaba un poco nerviosa al principio, pero mi mentor, la enfermera jefe, me enseñó todo lo que necesitaba saber

Ansu asintió con la cabeza,

-Me alegra que hayas tenido una buena experiencia en tu primer día. ¿Cómo estaban los pacientes?-

- Algunos de ellos estaban realmente enfermos, pero pude ver cómo el equipo médico y de enfermería trabajaban juntos para ayudarlos. Aprendí cómo medir la presión arterial, controlar la frecuencia cardíaca y respiratoria, y también cómo administrar medicamentos - explicó Laia.

- ¡Wow, eso suena impresionante! - exclamó Ansu. - Es genial que estés aprendiendo cosas nuevas y emocionantes en tus prácticas -

- Definitivamente lo es - dijo Laia. También conocí a algunos de los otros estudiantes que están en su último año de enfermería. Fue genial tener a alguien con quien hablar y compartir experiencias - Ansu sonrió.

- Eso es genial. ¿Cómo te sientes ahora después de un largo día en el hospital?-

- Estoy agotada, pero emocionada por lo que viene a continuación - respondió Laia. Es una experiencia increíble trabajar con pacientes y aprender de los profesionales en el campo de la enfermería.

Ansu se levantó y le dio un abrazo a su hermana.

- Estoy orgulloso de ti, Laia. Has trabajado duro para llegar hasta aquí y estoy emocionado por ver todo lo que lograrás en tu carrera. -Laia sonrió y le devolvió el abrazo.

- Gracias, Ansu. Tu apoyo significa mucho para mí.

FUERA DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora