Laia estaba ansiosa por reunirse con Vinicius. Pero primero, salieron del estadio Ansu, su hermano, junto con sus amigos Pedri, Gavi, Ferran y Balde. Laia no pudo evitar sentirse emocionada al ver a sus amigos después de tanto tiempo y los abrazó fuertemente mientras les daba la enhorabuena por su buen partido, a pesar de haber perdido.
Pedri y Gavi estaban especialmente emocionados de ver a Laia y le habian extrañaban mucho desde que se mudó con Vinicius. Ferran y Balde, también la saludaron con cariño y le preguntaron por su vida en el hospital.
Laia estaba disfrutando del reencuentro con sus amigos, pero no podía evitar sentir la impaciencia por ver a Vinicius.
Después de despedirse de su hermano y amigos, Laia estaba esperando a Vinicius cuando lo vio salir corriendo hacia ella. Antes de que pudiera decir algo, Vinicius la abrazó fuertemente y la besó apasionadamente.
Laia se sintió abrumada por la emoción y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
Después de dos semanas sin verse, la separación había sido dura para ambos.
Finalmente, se separaron y se miraron el uno al otro con amor y ternura. Vinicius tomó las manos de Laia y dijo:
- Te he echado tanto de menos, mi amor. No puedo soportar estar lejos de ti.
Laia le sonrió y le acarició la mejilla.
- Yo también te he echado mucho de menos, Vinicius. Te amo más que nunca.
Los compañeros de equipo de Vinicius empezaron a gritar y celebrar la reunión de la pareja, mientras ellos se abrazaban y se besaban de nuevo. Parecía que el mundo entero desaparecía a su alrededor, y que solo importaba ese momento y su amor.
Vinicius no podía estar más feliz de tener a Laia de vuelta en sus brazos, era como si el mundo volviera a estar completo
- ¡Felicidades por la victoria!, dijo mientras le daba un beso en los labios.
Ahora, estaban listos para disfrutar de una noche juntos y celebrar la victoria del Real Madrid con su amor.
Laia y Vinicius estaban cambiándose de ropa para ir a la cena con los compañeros de equipo de Vinicius. Laia se puso un vestido negro elegante y unos zapatos de tacón alto, mientras que Vinicius se puso un traje oscuro y una camisa blanca.
Mientras se arreglaban, Laia le preguntó a Vinicius cómo se había sentido durante el partido. Vinicius le respondió que había estado muy nervioso al principio, pero que después de verla en las gradas, se sintió más seguro y concentrado en el juego.
Laia sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- Siempre estaré aquí para apoyarte - dijo.
Vinicius le agradeció y le dijo que la amaba mucho. Después de terminar de cambiarse, salieron de su casa tomados de la mano y se dirigieron al restaurante donde se encontraban los compañeros de equipo de Vinicius.
Cuando llegaron, fueron recibidos con gritos y aplausos de los compañeros de Vinicius. Laia se sintió un poco tímida al principio.
Durante la cena, Laia y Vinicius compartieron historias sobre su vida y su relación. Los compañeros de equipo de Vinicius se divirtieron escuchando las anécdotas y bromeando con la pareja.
Al final de la cena, todos se levantaron para brindar por la victoria del equipo.
Después de una cena divertida con los compañeros de equipo de Vinicius, Laia y Vinicius se despidieron para irse a casa. Laia había estado muy animada toda la noche, pero de repente se sintió cansada y somnolienta.
Vinicius notó que su prometida estaba luchando por mantener los ojos abiertos mientras caminaban hacia el coche. Él la miró con ternura y le preguntó si quería que la llevara en brazos.
Laia sonrió cansadamente y asintió con la cabeza. Vinicius la levantó suavemente en sus brazos y la cargó hacia el coche. Laia se aferró a él mientras se acurrucaba en su pecho, sintiéndose segura y protegida.
Vinicius abrió la puerta del coche y colocó suavemente a Laia en el asiento. La cubrió con una manta y le dio un beso en la frente antes de cerrar la puerta.
Mientras conducía a casa, Vinicius no podía evitar mirar de vez en cuando hacia Laia, asegurándose de que estuviera cómoda y descansando. Cuando llegaron a casa, la volvió a cargar en brazos y la llevó a la cama, asegurándose de que estuviera bien arropada antes de acostarse a su lado.
Laia se movió un poco, murmurando algo ininteligible, y luego se durmió profundamente, con una sonrisa en su rostro. Vinicius la miró con amor y agradecimiento por tenerla a su lado, y se durmió abrazándola.
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FUERA DE JUEGO
RomanceLaia una chica de 22 años, cabello rubio, ojos verdes de piel blanca y suave, acaba de acabar su carrera de enfermería y va a empezar las prácticas en el hospital. Su hermano mayor es Ansu Fati, jugador del Barça. Los hermanos se quedaron sin padres...