ROBO

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Era una noche tranquila y oscura cuando Vinicius recibió una llamada de su mejor amigo y compañero de equipo, Valverde. Valverde le explicó que había perdido las llaves de su coche y le pidió a Vinicius si podía llevarlo a casa. Sin dudarlo, Vinicius aceptó y le aseguró a Valverde que estaría allí en poco tiempo.

Vinicius se acercó a Laia, quien estaba descansando en el sofá, y le explicó la situación.

Le pidió que no tardara y que esperara su regreso. Laia asintió con una sonrisa comprensiva y le deseó un buen viaje.

Laia despertó abruptamente en medio de la noche al escuchar el sonido de un cristal rompiéndose. Su corazón comenzó a latir rápidamente y el miedo se apoderó de ella. Sin perder tiempo, tomó su teléfono y llamó al número de emergencia de la policía, las lágrimas brotando de sus ojos mientras explicaba lo que estaba sucediendo.

Mientras esperaba ansiosamente a que llegara la ayuda, Laia pudo escuchar pasos acercándose. El sonido se hizo más fuerte y los ladrones entraron en la habitación donde se encontraba. Su corazón parecía detenerse en ese momento, pero justo en ese instante, las sirenas de la policía comenzaron a sonar a lo lejos.

El ruido de las sirenas se hizo cada vez más fuerte, y Laia supo que la ayuda estaba en camino. Los ladrones se dieron cuenta de la situación y huyeron apresuradamente de la casa, dejando a Laia temblando de miedo pero aliviada al mismo tiempo.

Poco después, los coches de policía rodearon la casa, con luces parpadeantes iluminando la oscuridad de la noche. Los agentes entraron rápidamente y se aseguraron de que Laia estuviera a salvo. Un equipo médico también llegó en una ambulancia para revisar el estado de su embarazo y asegurarse de que no hubiera sufrido ningún daño.

Vinicius, llegó a su casa en ese momento y se encontró con la escena de los coches de policía y la ambulancia. Su corazón se llenó de pánico y preocupación al imaginar lo que podría haberle sucedido a Laia y a su hijo por nacer.

Corrió hacia la casa, buscando desesperadamente a Laia. La encontró junto a los oficiales de policía y el equipo médico, visiblemente agitada pero físicamente indemne. Vinicius se acercó a ella rápidamente y la abrazó con fuerza, sintiendo cómo su propio cuerpo temblaba de alivio.

Laia se aferró a Vinicius, llorando en su hombro mientras le contaba lo sucedido. Vinicius la consoló amorosamente, prometiéndole que todo estaría bien. Agradeció a los oficiales de policía y al equipo médico por su pronta respuesta y cuidado.

Después de asegurarse de que Laia estuviera bien atendida y de que su embarazo no se hubiera visto afectado, Vinicius se llevó a su esposa a un lugar seguro y cálido. Juntos, se apoyaron mutuamente, dejando que el alivio y el amor los envolvieran.

Aunque el susto había sido grande, Laia y Vinicius se fortalecieron aún más en su amor y en su determinación de protegerse el uno al otro y a su futuro hijo. Prometieron que estarían más alerta y tomarían todas las precauciones necesarias para mantener su hogar y su familia seguros.

FUERA DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora