PLANES

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Vinicius abrió los ojos lentamente, con una sonrisa en su rostro al ver a Laia a su lado. Ella seguía durmiendo plácidamente, con el cabello desordenado y los labios entreabiertos. Vinicius no pudo resistirse y se acercó a ella para darle un beso suave en la mejilla.

Laia se removió levemente, pero siguió dormida. Vinicius no se rindió y le dio otro beso, esta vez en los labios. Laia abrió los ojos de repente, sorprendida.

- Buenos días, amor -dijo Vinicius con una sonrisa.

- Buenos días -respondió Laia, frotándose los ojos con las manos-. ¿Qué hora es?

- Casi las diez de la mañana -respondió Vinicius, mirando el reloj en la mesilla de noche.

Laia bostezó y se estiró, sonriendo al ver a Vinicius a su lado.

- Me encanta despertar así -dijo ella, acurrucándose contra él.

- A mí también -respondió Vinicius, besándola de nuevo.

Se quedaron así, abrazados y besándose, disfrutando de la intimidad del momento.

Vinicius se separó de Laia y se levantó de la cama.

- Tenemos que levantarnos, tenemos mucho que hacer hoy -dijo Vinicius, tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse.

Laia se levantó de la cama y se estiró, bostezando de nuevo. Vinicius se acercó a ella y la abrazó por detrás, besándole el cuello.

Laia tuvo que ir al hospital para hacer algunas tareas pendientes, se dirigió directamente al escritorio para revisar algunos documentos importantes. Se aseguró de tener todo lo que necesitaba para su primer turno en el hospital dentro de una semana.

Cuando Laia terminó, se sintió aliviada y se dirigió al coche para regresar a casa. Pero cuando llegó, un grupo de periodistas la sorprendió, esperando fuera de su casa. Le hicieron preguntas sobre su relación con Vinicius y su inminente boda. Laia se sintió abrumada y no supo qué decir. No estaba preparada para lidiar con tantas preguntas sobre su vida privada en ese momento.

Después de unos minutos de interrogatorio, logró entrar en casa, pero su estado de ánimo había cambiado. Estaba estresada y cansada. Vinicius, que estaba en la sala de estar viendo la televisión, se sorprendió cuando vio a Laia entrando con una expresión tan seria en su rostro.

- ¿Qué pasa, mi amor? - Preguntó Vinicius mientras se levantaba del sofá para acercarse a ella.

Laia le explicó lo que había sucedido y cómo se sentía después de enfrentarse a los periodistas. Vinicius se sintió mal por ella. Sabía que a Laia no le gustaba la atención no deseada y siempre trataba de evitarla. Se acercó a ella, la abrazó y le dijo que todo estaría bien.

- Lo siento mucho, mi amor - dijo Vinicius. No deberías tener que pasar por esto. Pero no te preocupes, estaremos juntos en esto y haremos frente a lo que venga juntos.

Laia se sintió reconfortada por las palabras de Vinicius. Se sintió agradecida de tenerlo a su lado. Él siempre sabía cómo hacerla sentir mejor en momentos como este. Se acurrucó en sus brazos y suspiró de alivio.

Laia estaba sentada en el sofá de casa, cuando le entró un llamada de su mejor amiga Paula.

- ¡Paula! ¿Cómo estás? Hace tanto tiempo que no hablamos

- Lo se, pensaba que te habias olvidado de mi - dijo riendo

- Eso nunca - le respondió Laia

- Quería llamarte para decirte que estoy en Madrid, he venido a pasar unos dias y queria verte

FUERA DE JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora