Laia salió del hospital después de una larga jornada de trabajo en la unidad de cuidados paliativos. Estaba agotada y tenía un fuerte dolor de cabeza. Había intentado contactar a su novio
Vinicius durante todo el día, pero no había recibido respuesta. Estaba preocupada por él y por lo que podría estar pasando.
Cuando Laia llegó a la puerta del hospital, vio a Vinicius esperándola con un ramo de flores y una sonrisa en el rostro. Laia sintió un gran alivio al ver que estaba bien y corrió hacia él para abrazarlo y besarlo.
- ¡Hola mi amor! ¿Cómo estás? - preguntó Vinicius mientras le daba un fuerte abrazo.
- Estoy mejor ahora que te veo a ti - respondió Laia mientras respiraba profundamente el aroma de las flores.
Vinicius le explicó que había estado viajando a Barcelona y que no había podido responder a sus mensajes. Pero había decidido sorprenderla con un ramo de flores para alegrar su día.
- ¡Gracias por las flores, son hermosas! Me has alegrado el día - dijo Laia mientras sonreía.
Vinicius la tomó de la mano y juntos caminaron por la calle. Laia notó que su dolor de cabeza había disminuido. La compañía de Vinicius y el aroma de las flores la habían hecho sentir mejor. Estaba feliz de tenerlo a su lado y de saber que él se preocupaba tanto por ella.
Laia y Vinicius llegaron a casa de ella. Al abrir la puerta, Laia encendió las luces y la casa estaba vacía ya que su hermano Ansu, no estaba.
Vinicius notó que Laia parecía un poco triste mientras le explicaba que había estado trabajando en el hospital en la unidad de cuidados paliativos. Él sabía que Laia tenía algunos traumas por haber perdido a sus padres en una situación similar y se preocupó por ella.
- ¿Estás bien? - preguntó Vinicius con un tono de voz preocupado.
- Sí, estoy bien, gracias por preguntar - respondió Laia con una sonrisa suave. - Es solo que a veces es difícil ver a la gente sufrir de esa manera
Vinicius entendió perfectamente y decidió cambiar de tema para animarla. Le contó emocionado sobre su entrenamiento de fútbol y Laia lo escuchó atentamente mientras preparaban la cena juntos.
Seguían hablando hasta que un número desconocido llamó a Laia, ella contestó y resultó ser su supervisora que le explicó que gracias a su dedicación, los jefes del hospital habían quedado impresionados con su trabajo y le habían ofrecido la posibilidad de asumir un puesto de mayor responsabilidad dentro del hospital. Laia estaba emocionada por esta nueva oportunidad y se comprometió a seguir trabajando duro para lograr sus metas en su carrera como enfermera.
Al terminar su llamada, le explicó todo a su novio el cual se alegro mucho por ella. Después de la cena, se pusieron sus pijamas y se acostaron juntos en la cama de Laia. Vinicius la abrazó y la llenó de besos dulces mientras acariciaba su cabello.
- Te amo, Laia - susurró Vinicius en su oído.
- Yo también te amo, Vinicius - respondió ella con una sonrisa y cerrando los ojos, sintiéndose segura y feliz en los brazos de su amor.
Pasaron la noche juntos, hablando, riendo y disfrutando de su compañía hasta quedarse dormidos en los brazos del otro, felices de haber encontrado el amor en la oscuridad de sus vidas.
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FUERA DE JUEGO
RomanceLaia una chica de 22 años, cabello rubio, ojos verdes de piel blanca y suave, acaba de acabar su carrera de enfermería y va a empezar las prácticas en el hospital. Su hermano mayor es Ansu Fati, jugador del Barça. Los hermanos se quedaron sin padres...