19; masturbating.

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Sunoo y Sunghoon se habían adentrado a un enorme problema.

Accidentalmente, mientras ambos estaban dándose demasiado amor y placer, restregándose contra ambos cuerpos, tan deliciosa y espectacularmente, durante el descanso, ellos no se habían dado cuenta que estaban en el salón del mayor, justo en su asiento.

No fue hasta que el timbre sonó, indicando que el descanso había terminado, que ellos se habían dado cuenta. En ese momento, el apresurameniento fue tanto que Sunoo no supo qué hacer más que esconderse dentro de la mesa de Sunghoon, para no ser capturados por el maestro. Una ventaja era que Sunghoon se sentaba de último, en la esquina del fondo del salón.

No obstante, era la única ventaja. La situación era demasiado difícil, especialmente para el menor. Pensar que tendría que pasar dentro de la mesa de Sunghoon por dos horas, hasta que el profesor se fuera y él pudiera salir, era algo que no le agradaba para nada. Su espalda dolería, al igual que sus rodillas y él estaría muy aburrido.

Sin embargo, una idea surgió.

No fue hasta que, después de diez minutos de pasar aburrido, mirando las piernas de Sunghoon, se le ocurrió hacer una divertida y pervertida travesura. Sería riesgoso, pero no era imposible hacerlo. Después de todo, las mesas de los salones eran como pequeños escritorios, donde únicamente era visible desde la perspectiva de la silla, y no de adelante, pues esta estaba completamente tapada.

Al tener todo a favor, Sunoo consideró el hacerlo. Sunghoon no podía hacer nada si lleva a cabo su perfecto plan: él no gritaría, no llamaría la atención y menos lo alejaría. Sunoo lo sabía porque conocía a Sunghoon, y también se conocía a sí mismo, y él estaba dispuesto a hacer disfrutar a Sunghoon como nunca antes.

Y gracias a ello, él dio el primer paso.

Con lentitud y delicadeza, llevó sus manos hacia las piernas abiertas de su mayor. Acarició suavemente el interior de sus muslos, pasando las yemas de sus dedos contra estos. Él sabía cómo se sentían esas sensaciones. Eran ciertas descargas eléctricas y escalofríos que pasaban por su cuerpo, que era imposible no estremecerse.

Sunoo sonrió. Pudo notar claramente cuando Sunghoon se sobresaltó un poco por el toque, pero sin ser escandaloso. Únicamente pegó un pequeño brinquito que pudo pasar desapercibido por quien sea que lo haya visto, si es que estaba siendo observado. Sunoo lo dudaba mucho.

El omega siguió con su trabajo, aumentando con el paso del tiempo los toques. Ahora, después de cinco minutos, él acariciaba con devoción los muslos del mayor, no absteniéndose a llevar sus manos un poquito más allá. Sus dedos constantemente rozaban con la semicreciente ereccion del mayor. El bulto estaba empezando a hacer su aparición.

Listo para el segundo paso, Sunoo se acomodó con mucho cuidado sobre sus rodillas, dejando estáticas sus manos en la irregularidad que había sobre los pantalones de Sunghoon. Sunoo sonrió.

Se inclinó levemente, dejando caer su bonita cara sobre la montaña de carne que había dentro de la prenda del mayor. Él se mantuvo así durante un corto tiempo, adorando y sintiendo lo maravilloso de ambas extremidades tocar. Su mejilla adoraba tener esa dureza contra ella.

Sunoo movió su rostro suavemente, de arriba hacia abajo, "masturbando" con ella al mayor. Creó un poco de presión con su cabeza, apretando esta hacia abajo, enfatizando más sus movimientos. Ahora él estaba golpeando y restregando su doliente mejilla sobre ese bulto casi parecido a una roca. Ya estaba completamente erecto.

Sonriendo, Sunoo giró su cabeza para quedar frente a frente con el apetitoso relieve. Empezando ya a sentirse desesperado y hambriento, llevó sus labios y dientes hacia este, dejando suaves toques y ciertas mordidas que podían hacer a Sunghoon perder aún más la cordura. Y eso era lo que Sunoo quería.

❐│𝘀𝗲𝘅 𝗺𝗲🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora