❐│𝘀𝗲𝘅 𝗺𝗲🔞

46; flair.

Una semana y media había pasado ya.

Todo había regresado a su estado normal. Tanto Sunoo como Sunghoon.

Después de aquella charla, ellos no desaprovecharon ni un sólo momento más y se repusieron todo el tiempo que habían perdido por estar en discordia. Sunoo había sentido que, después de ese día, su corazón había vuelto a latir con normalidad. Al mismo ritmo que el de Sunghoon.

Se sentía más vivo. Ya no lloraba por las malas acciones de su alfa y ya no tenía que soportar aquel olor a chocolate amargo siempre que este se acercaba a él. Ya no tenía que preocuparse, tan siquiera, en encontrarlo y sentirse agobiado o molesto con su vida y con su alfa. Ahora podía amarlo, desearlo y tenerlo sin sentir que los separaba un enorme problema. Ahora podía estar cerca de él, tal y como quiso durante mucho, mucho tiempo.

Sunghoon, no obstante, también había vuelto a la normalidad. Parece ser que el chico tomaba valor cuando no obtenía nada de Sunoo y era en ese momento donde podía sacar a relucir sus sentimientos sin nerviosismo o, siquiera, sin trabarse, no obstante, desde que su relación volvió a ser la misma, Sunghoon no ha parado de decir lo mucho que lo siente por no poder expresarse bien y menos teniendo a Sunoo diciéndole a cada segundo que quiere follarlo y sacar toda la leche que Sunghoon tenía guardada de todo el tiempo que pasaron sin hacer nada. Claro, Sunghoon no sabía qué hacer en esos momentos y olvidaba hablar, literalmente.

Pero, aún así, Sunoo se sentía bien con Sunghoon siendo él mismo. Le gustaba saber que Sunghoon se mareaba con su sola presencia y que eso, a pesar que Sunghoon se expuso a muchas situaciones donde tenía que hablar y actuar con seguridad aunque se muriera de los nervios, no había cambiado en lo absoluto. Le gustaba su Sunghoon tímido, callado, tranquilo y tartamudo, y por nada del mundo quisiera cambiarlo o que se volviera más atrevido. Ya tuvo suficiente de ese Sunghoon y, aunque le gustó, no podía superar al Sunghoon natural.

Sunoo ahora podía respirar tranquilo y su omega también. Ambos estaban desesperados por sentir a su alfa, y cuando lo tuvieron sólo para ellos, la calidez que abarcó cada rincón de su cuerpo fue tan malditamente aterradora que Sunoo llegó a preguntarse qué sería de él si un día Sunghoon decide no estar más a su lado. Sunoo no quería pensar eso, bajo ningún concepto, pero la sola idea de tener que discutir con Sunghoon y que se distancien un poco, como esta ocasión, le hacía querer coserse a Sunghoon y nunca más separarse de él. No quería, sin importar qué.

Sunoo y Sunghoon finalmente estaban bien. La distancia que tomaron fue algo que, aunque fue un proceso doloroso para ambos, ellos necesitaban. Darse cuenta que el uno no podía estar bien sin el otro logró reforzar aún más su relación y los hizo darse cuenta lo mucho que se amaban, sin importar qué tan diferentes eran. Agradecían mucho las circunstancias que les hicieron llegar a eso, sin embargo, no querían repetir esa lección por ningún motivo, aunque les haya ayudado a crecer como pareja.

Ahora, Sunoo se encontraba en una mesa de la cafetería que estaba meramente vacía, leyendo un artículo que encontró en Internet. Era su última clase y, por lo visto, su profesor tuvo ciertos percances que le impidieron dar su clase, por ende, él se encontraba esperando por que fuera la hora de salida para irse con Sunghon a su casa, o a la de este. Era una rutina que adoraba con todas sus entrañas porque, normalmente, sus tardes juntos terminaban en una chupada de polla, de culo o sentones con ropa. Lo que fuese, le encantaba en sobremanera y siempre se desesperaba por repetir esas tardes con Sunghoon.

Pero, por alguna razón, Sunoo estaba preocupado y agitado.

Ya habían pasado cinco minutos desde que, en la cafetería, persiste un agobiante olor a chocolate, como el de Sunghoon. Sunoo no sabía si había otro alfa con el mismo olor que Sunghoon pero, definitivamente, Sunoo no confundiría el olor de Sunghoon con el de alguien más. Él estaba seguro que ese olor que sentía era de Sunghoon.