❐│𝘀𝗲𝘅 𝗺𝗲🔞

22; videogames.

Sunoo estaba un poco molesto.

El día de hoy, un sábado por la tarde, se le había ocurrido la grandiosa idea de pasar su día con su alfa hermoso y caliente, por tal razón, él alistó ciertas cosas que necesitaría y llegó de sorpresa a la casa de su mayor.

Este, como usualmente, al verlo se sobresaltó y le preguntó qué por qué estaba ahí, que si sucedía algo malo, sin embargo, Sunoo le aclaró que estaba ahí porque estaba necesitado de la presencia de su alfa en su vida. Por lo visto, había sido una buena razón puesto que Sunghoon de inmediato asintió y lo dejó pasar.

Pero, algo que Sunoo no previó al llegar, era que Sunghoon amaba los videojuegos. Él lo sabía, Sunghoon se lo había hecho saber anteriormente, al decirle que los juegos eran lo más sagrado e importante de su vida. Y, por supuesto, el mejor día para pasar jugando en la computadora sin duda era un sábado o un domingo. Y, Sunghoon, había escogido un sábado para pasar su tarde sometido a momentos llenos de nervios, subidones de energía y quejas.

Y Sunoo no quería que algo más ocupara su lugar en la vida de Sunghoon al generar tantas emociones en él. Sunoo no permitiría eso.

ㅡ¿Ya dejarás de jugar? He esperado una hora ya. ㅡ

Por ello, Sunoo se encontraba tratando de llamar la atención de Sunghoon, para hacer que este deje el estúpido juego y le dé amor y cariño a su omega como era debido.

No obstante, Sunghoon parecía no querer ceder.

ㅡSólo una partida más, ¿sí? ㅡ

Sunoo suspiró, apartando su mirada de Sunghoon.

Su alfa podía ser grande, robusto, serio en algunos casos y parecer frío en otros, pero era tan malditamente tierno que cuando ponía sus ojos como los de un cachorro regañado, simplemente el corazón de Sunoo se derretía y le hacía sentir que debía dejarlo jugar un poco más. Él se volvía débil ante esa imagen.

ㅡBien... ¡bien! Pero después de esa, me vendrás a dar atención como debes. ㅡ

ㅡ¡Sí! ㅡ

Sunoo suspiró. Él no podía soportar el no tener lo que tanto quería por bastante tiempo, y menos teniendo en cuenta que ya había esperado más de una hora, mientras se dedicaba a aceptar las miles "últimas" partidas que Sunghoon jugaría con Jake. ¡Y una mierda!

Sunoo suspiró, acostándose de lado en la cama de su mayor, observando calculadoramente la parte trasera de la silla donde este se encontraba sentado. Estaba aburrido, necesitado de atención y muy, muy caliente. Quería tener a Sunghoon junto a él y hacerle miles de cosas pero... no podía.

O quizás...

Quizás él sí podía. Quizás Sunghoon decida dejar el juego si Sunoo mueve una de las cartas que había estado guardando en la espera por su mayor. Quizás si atraía a Sunghoon por algún medio, él decidiría dejar todo lo que está haciendo por atenderlo a él. Y, no será su culpa: Sunghoon llegaría a él solo.

Sunoo sonrió.

Sin hacer mucho ruido, se sentó sobre la cama y miró su camisa cautelosamente. Él estaba preparado para cualquier cosa que haría. Sería la primera vez que lo haría desde que todo el tema con Sunghoon comenzó pero... él se sentía preparado. Él tenía tantas ganas de hacerlo.

Por tanto, lentamente llevó sus manos hacia su camisa y la sacó de su lugar, dejando al descubierto su blanco y bonito torso, el cual recibía ciertos espasmos por el contacto directo por el aire frío del ambiente. Su camisa era holgada, por lo que amortiguaba bastante bien los golpes de tan baja temperatura. Pero eso no le preocupó, pues él se encargaría de hacer que la temperatura cambie.