Capítulo 8.2

104 23 1
                                    


—Venga, ¿quién ha sido esta vez?—exigió Kyungsoo a sus empleados, mientras se acariciaba la frente, un tanto ofuscado. La manita de una anciana se alzó, ante el asombro de todos.

—¡Tú no, Agnes! ¡Tú también! ¿Cómo has podido?

—Me sobornó con uno de sus presentes y no lo pude rechazar. Kyungsoo suspiró frustrado ante las decenas de osos de peluche que había repartidos por toda la tienda, que no cesaban de observarlo con sus ojos tristes y sus bonachonas sonrisas.

Tras apartar bruscamente uno de ellos de su adorada cafetera, se volvió hacia los demás, dispuesto a aleccionarlos sobre cómo debían de tratar con aquel vil embaucador.

—¿Es que todavía no habéis aprendido la lección? El martes fueron las rosas, el m miércoles los globos, el jueves los bombones... ¡Y fuiste tú, Barnie, quien cayó ese día en su trampa! —señaló Kyungsoo acusadoramente.

—¡Es que eran bombones de chocolate belga artesanales en cajas de surtidos variados y...!

—¡Ya es suficiente, Barnie! Recibí cien cajas de bombones, todas puestas encima de los papeles de mi despacho. ¡Tardé un buen rato en poder acceder a mi agenda!

—Sí, pero después de todo, le devolviste cada una de las cajas debidamente tratadas con los afilados tacones de aguja —le recordó Barnie, intentando evitar la reprimenda.

—Sí, menos mal que lo hice. Así no le quedarán dudas de que no me gustan sus regalos. Porque se las devolví todas, ¿verdad? —preguntó algo inquieto, cuando sus empleados empezaron a dirigirse miradas especulativas entre ellos—. ¿Se puede saber cuántas le devolví? —exigió saber Kyungsoo a sus traicioneros compañeros.

—Yo cogí una para mi madre — confesó Suho con arrepentimiento.

—Yo tres: para mi madre, mi abuela y mi tía. Es que se acercaban sus cumpleaños y como soy estudiante, no me puedo permitir regalos muy caros, así que... —se excusó Seulgi.

—Yo una para mamá —dijo Baekhyun, su amigo del alma, asestándole una puñalada trapera—. Aunque yo sea alérgico al chocolate, mamá es tan golosa…

—Yo cogí cinco —reconoció finalmente Barnie, ante la sorpresa de todos—. Es que era chocolate belga, Kyungsoo, ¡chocolate belga!

—Yo cogí veinticinco —reconoció valientemente Agnes ante sus asombrados compañeros—. ¿Qué pasa? Tengo muchas amigas y la comida de las residencias es un asco —plantó cara la anciana, uniendo su pecado al de los demás integrantes de Love Dead.

—Vamos a ver, ¿se puede saber cuántas cajas le devolví finalmente a ese presuntuoso? —preguntó Kyungsoo, masajeándose las sienes, donde empezaba a sentir un punzante dolor, provocado sin duda por sus funestos empleados.

—Cinco —reveló con un hilo de voz Suho, señalando la magnitud de su traición con una sola cifra.

—¡Cinco! ¿Cómo narices le pude devolver sólo cinco cajas? ¡Si estuve aplastando bombones durante todo el día! —clamó Kyungsoo, fulminando con la mirada a cada uno de los que lo rodeaban.

—Verás, ésos eran los encargos de San Valentín. Pero ¡no te preocupes! Los proveedores quedaron muy complacidos
ante nuestro regalo —lo tranquilizó
Baekhyun.

—Bueno, por lo menos habrá comprendido el mensaje con esas cinco cajas —suspiró Kyungsoo, resignado.

—No te creas, casi todas estaban medio vacías... —confesó Barnie distraídamente.

—Es que a lo largo del día siempre nos entra hambre y como tú no las querías… —se excusó Agnes, junto con toda la pandilla de traidores.

—¡Sois...! ¡Sois...! —se quejó Kyungsoo, frustrado—. ¡Espero seriamente que esto no se vuelva a repetir! Y para que tengáis presente quién es el enemigo... —añadió, mientras sacaba una gran diana de debajo del mostrador, con la foto del sonriente dueño de Eros —, ¡aquí tenéis!

—Y colgó la diana en un rincón idóneo para practicar el juego que tanto les gustaba a todos. Lanzó furioso uno de los dardos y dio de lleno en uno de los preciosos ojos cafes de JongIn.

—¡Al enemigo, ni agua! —ordenó beligerante, observando con inquina los
cientos de ojos de ositos llenos de ternura e inocencia que lo miraban acusadoramente.

Jejeje guerra, guerra.

Aquí tenéis un capítulo más, gracias por leer.

Nos leemos mañana.

💋

El amor nos separará (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora