Capítulo 3.5

115 24 0
                                    

—¡Mierda! ¡Taemin, coge el teléfono! Te repito que no es culpa mía. Todo ha sido obra del manipulador de mi padre y de un doncel que... —JongIn estaba hablando de nuevo con el buzón de voz del modelo, un tanto desesperado, ya que no le gustaba pasar ese día solo.

Por lo visto, el esquivo Taemin había oído el último de sus mensajes, pues, tras cometer el error de mencionar a otro doncel, recibió un mensaje de texto bastante tajante que decía: Tú te lo pierdes.

¡Mierda, mierda, mierda! ¡Todo por culpa de aquel doncel! Si no hubiera hecho caso de las súplicas de su padre y volado hasta la ciudad, ahora estaría disfrutando de una deliciosa cena en uno de sus restaurantes preferidos, seguida del maravilloso postre nada empalagoso que podía llegar a ser
Taemin.

—¡Jodido y maldito Do Kyungsoo! ¡Te odio profundamente! — maldijo en plena calle, con el móvil aún pegado a la oreja, sin percatarse de que la gente que pasaba junto a él no sabía que no había nadie al teléfono.

—Mamá, ¿por qué ese hombre maldice a su novio? ¿No debería decirle cosas bonitas el día de San Valentín? — preguntó una niñita que agarraba con fuerza entre sus brazos un peluche con forma de corazón.

—¡Hay personas que son así de  desagradables! Tú ignóralo, cariño —
respondió la madre, pasando desdeñosa
al lado de JongIn.

—¡Joven! ¡Comprendo que haya personas que detesten esta celebración, pero ésas no son formas de tratar a un doncel, y menos en el día de los Enamorados! —lo increpó un anciano, haciendo ademán de levantar su bastón.

—No, si a mí me gusta este día, de hecho, lo adoro —trató de justificarse JongIn—. Pero él…

—¡Sí, claro! ¡Es muy fácil culpar siempre a los donceles, ¿verdad?! —le recriminó una anciana que parecía.acompañar al viejo cotilla. Cuando JongIn pensó que estaba a
punto de ser apaleado por unos viejos defensores del día de San Valentín, recibió una llamada que contestó
rápidamente.

—Lo siento mucho, cariño, nunca volveré a decirte algo tan feo. ¿Me perdonas? ¡Por favor, amor mío! —dijo JongIn, ganándose así la mirada benevolente de los ancianos, que le otorgaron el perdón, llevándose sus
bastones con ellos.

—Yo también te quiero, hermano, pero... ¿cómo decirte esto sin herirte...? Lo siento, pero yo no te amo —se burló Kim Minseok, su hermano mayor, aprovechando una oportunidad que muy.pocas veces se le presentaba.

—¡Calla, estúpido! —murmuró JongIn—. He estado a punto de ser apaleado por dos abuelitos por maldecir con el teléfono pegado a la oreja.

—Entonces, si mi llamada te ha salvado el culo, no deberías tratarme así. ¡Me gustaba más cuando era tu amorcito! —bromeó Minseok, ganándose un nuevo gruñido de JongIn.

—¿Desde cuándo tienes un humor tan ácido, Minseok? ¿Y por qué narices has huido? Eres tú quien debería tratar con ese loco desquiciado y ese viejo paranoico de nuestro padre, y no yo. Yo soy el hermano pequeño, el rebelde que huye de sus responsabilidades. Tú, en cambio, eres el mayor, el serio y autoritario que dirigirá algún día el negocio.

—Decidí que Do Kyungsoo era algo que tú manejarías infinitamente mejor que yo, así que puse pies en polvorosa. Y ahora estoy de vacaciones indefinidas hasta que papá y tú arregléis.el problema.

—¡Cobarde! —masculló JongIn furioso.

—No, mejor di prudente. No pienso entrar en guerra con ese chico sólo porque saque de quicio a papá. Y.tú deberías hacer lo mismo: no te prestes a sus juegos.

—Aunque sea un doncel terriblemente ofensivo, estaría de acuerdo en dejarlo en paz si no fuera.porque ha denigrado mi negocio con la burla que es el suyo, utilizando mis productos vilmente y aprovechado unas coincidencias, que no lo son en absoluto, en su propio beneficio.

—Entonces, por lo que puedo percibir por tu tono de voz, deduzco que esto es la guerra.

—¡Sin duda alguna! —sentenció JongIn, decidido a hundir a Do Kyungsoo  en la miseria.

—No pienso inmiscuirme en esta historia, así que no contéis conmigo —.anunció Minseok.

—¿Cuándo volverás? El viejo te echa de menos.

—Cuando terminéis de acosar a un joven indefenso.

—¡Indefenso mis pelotas! —gritó JongIn, atrayendo la atención de todos los viandantes. —Veo que ya lo has conocido, pero no es lo que parece. Y en el momento en.que tú te pones a competir, igual que le
ocurre a papá, te ciega el ansia de victoria. Déjalo ahora antes de que te arrepientas, JongIn.

—El es el que ha empezado esto, pero ¡seré yo quien lo termine! — prometió él, sonriendo astutamente.

—¿Cuánto tiempo de paz le concederás antes de comenzar con tu asedio? —preguntó Minseok, que conocía las agresivas estrategias de su hermano
y sabía que, al igual que las de su padre,
eran arrolladoras.

—Un año. Pero no he dicho que en
ese año no haga nada en absoluto contra
él, sólo que me contendré un poco hasta que llegue la hora. Do Kyungsoo .me ha declarado abiertamente la guerra y, querido hermano, sabes que yo no puedo dejar pasar un desafío.

—Tan belicoso como papá. Indudablemente eres su hijo. Hacedme un favor los dos y, hasta que todo esto termine, olvidaos de que existo. No quiero ser el paño de lágrimas de ninguno de vosotros, porque no tengo duda alguna de que ese doncel no es como los otros y que te hará sudar lo tuyo.

Feliz día de San Valentín,.aprovéchalo bien, JongIn, creo que cuando le declares la guerra a Love Dead, será.el ultimo que podrás disfrutar en paz. — Y tras este inquietante consejo, Minseok  colgó sin darle ninguna pista sobre su paradero.

Kim JongIn estaba bastante molesto, porque el día que más le.gustaba del año se lo había estropeado un desaprensivo joven.

¿Qué podía hacer ahora sin pareja, sin reserva para cenar y sin ningún sitio al que volver hasta que todo ese asunto se resolviera? ¿Qué podría devolverle el buen humor?

Entonces tuvo una gran.idea: llamó a sus abogados y comenzó su lucha silenciosa. Después de hablar durante una hora con ellos, éstos.entendieron finalmente lo que quería y se pusieron manos a la obra.

—¡Feliz día de San Valentín, Do.Kyungsoo! —susurró Jongy.maliciosamente a su móvil, poco después de finalizar la llamada, recuperando con ello su habitual buen humor.

Oops la andaba olvidando.

Para quien tiene insomnio.

Gracias por seguir esta historia.

Nos leemos mañana.

💋

El amor nos separará (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora