➷ noveno capítulo

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Taehyung no sabe cuanto tiempo estuvo llorando aferrado a su hija, lo único que sabe es que al parecer se había quedado dormido, pues cuando sus ojos se abrieron no encontró a la pequeña Hani a su lado, lo cual lo puso alerta y un tanto ansioso, colocándose de pie de inmediato y yendo en busca de su hija a la habitación de esta, pero tampoco se encontraba ahí. El omega ya estaba entrando en desesperación cuando escuchó aquella voz ya tan conocida para él proveniente del primer piso, en el cual también se encontraría su hija, pues sabía que si Hoseok se encontraba ahí, lo más probable es que Hani también.

Un suspiro salió de los labios del pelicastaño, deteniéndose antes de bajar el primer escalón, pues ahora que lo pensaba bien no sabía cómo rayos iba a ver a su esposo, no sabía cómo carajos iba a enfrentarlo. No tenía ni puta idea de cómo afrontar la situación, ni siquiera sabía si debía comentarle lo que vio, hacer una escena, seguir llorando, pedir una explicación (lo cual era estúpido, pues todo el mundo con dos ojos de frente sabría lo que realmente estaba sucediendo ahí.) Realmente el omega estaba hecho un manojo de nervios y aunque quiso asegurarse de que su pequeña se encontraba bien, prefirió dar un paso atrás y regresar a su habitación, fingiendo que no había despertado ni tampoco tenido la intención de dirigirse a la planta baja para ver a su esposo y aunque era muy difícil, quizás también fingir que nada de lo que había visto ese día había ocurrido realmente.

Finalmente decidió meterse dentro de las sábanas, sin importarle que aún se encontraba con una camisa de seda y un pantalón jean. No le importó absolutamente nada mientras fingia dormir, tampoco le importó escuchar la voz de Hoseok, preguntándole si iba a cenar algo, pues había pedido sushi de su restaurante favorito. Él solo siguió dándole la espalda a la puerta de la habitación y fingiendo que seguía dormido, por lo cual el alfa solo se acercó para darle un beso y cubrirlo mejor antes de volver a salir y dirigirse a la planta baja, y solo cuando el pelinegro se retiró de la habitación Taehyung pudo soltar nuevamente las lágrimas y limpiarse los mocos.

¡Por la mierda que sí dolía!

Cuando Hoseok terminó de cenar junto a su hija, prosiguió a bañarla y lavarle los dientes, aunque esto último era muy difícil pues la pequeña todavía creía que el cepillo le arrancaría algo de su boca. El alfa se divirtió mucho, en realidad siempre solía divertirse cuando tenía a su hija a un lado y creía que cuando su segunda hija naciera iba a ser igual o incluso mucho mejor. Al dejar a su pequeña en la cuna, apagarle la luz y desearle buenas noches, aún viendo dese el umbral de la puerta como esta cerraba sus ojitos, decidió finalmente dirigirse a descansar, encontrándose nuevamente con la misma imagen de horas atrás.

Hoseok no quería despertar a su esposo, por lo que trató de no hacer mucho ruido, dirigiéndose así al cuarto de baño para darse una ducha rápida. Solo cuando estuvo debajo del agua comenzó a pensar en cómo serían las cosas ahora que faltaba cada vez menos para el nacimiento de su segunda hija, no sabía cómo iba a enfrentar la primera semana a Taehyung o qué excusa le pondría para así pasar más tiempo con su segunda familia. ¿Quizás un viaje de negocios? ¿O quizás reuniones que pasarían de su horario laboral? No sabía a ciencia cierta qué haría o qué excusa pondría, lo único que sabía era que iba a pasar tiempo con Jennie y con la bebé cuando esta naciera. Podría fallar de mil formas, pero con su hija no.

Al salir de la ducha se dirigió hacia el clóset, tomando apenas un boxer, pues siempre solía dormir semidesnudo sin importar la temporada en la que se encontrara; una vez listo se metió dentro de las sábanas, acercándose a Taehyung, quien aún seguía con la ropa que había utilizado ese día, el alfa no podía creer que su esposo siguiera durmiendo, pues al parecer lo había hecho toda la tarde, incluso lo abrazó a propósito, tratando de ocasionar que aunque sea este se moviera o mostrara algún indicio de abrir sus ojos. Sin embargo el pelicastaño seguía quieto, por lo que Hoseok solo suspiró y tras dejar un beso en la frente a su esposo, cerró sus ojos, sin percatarse si quiera que realmente el omega la estaba pasando mal.

Taehyung, por su parte, sentía que no podía ni respirar mientras se veía sujetado en los brazos en los cuales alguna vez llegó a sentirse protegido. No podía creer como una sola acción podría ocasionar tanto en él o destruir toda una vida, porque sí, el omega se sentía destruido, estando ahí, fingiendo que seguía dormido, cuando en realidad lo único que pasaba por su cabeza era aquella imagen que había visualizado en la tarde, junto a tantas preguntas que a decir verdad, no tenían respuesta y creía que jamás las tendría, pues no se atrevía ni siquiera a mirar a la persona que una vez juró hacerlo feliz frente a un altar y delante de todos sus conocidos. Toda su vida había dado un giro tremendo con tan solo descubrir algo que quizás no debió nunca haber descubierto. El omega ya se estaba maldiciendo por siquiera haber descubierto aquel engaño, cuando otra voz apareció en su mente, insistiendo en que jamás debió de haber descubierto nada porque jamás debió de haber un engaño como tal, no en su matrimonio, no con el hombre que había idealizado desde que lo conoció.

¡Maldición! Se gritó mentalmente, mientras las lágrimas seguían saliendo de sus ojos cerrados, pues hasta el momento se había negado a abrirlos por temor a encontrarse con el rostro de Hoseok. No quería ni imaginar qué iba a ocurrir si es que abría los ojos y se encontraba directamente con los de su esposo, definitivamente no sabía cómo iba a afrontar aquella situación, por lo que prefirió seguir en la oscuridad, sufriendo de pequeños ataques de ansiedad y pánico, que le estaba costando todo un mundo disimular, pues sabía que si empezaba a temblar y a gritar, como tanto quería, Hoseok se daría cuenta de que algo estaba ocurriendo.

Fue una noche larga para Taehyung, el omega no pudo conciliar el sueño, pero tampoco se atrevió a abrir los ojos, no lo hizo en ningún momento, ni siquiera cuando sintió como su esposo salía de la cama gracias a su alarma, que había sonado minutos antes. Sintió el beso en su frente y luego un "nos vemos por la noche, amor", que no correspondió, ni siquiera tenía idea de cuánto tiempo había transcurrido, pues hace menos de unos segundos Hoseok se había levantado de la cama, o eso es lo que había sentido, aunque en realidad parecía que todo el tiempo se había detenido desde el día anterior, pues en su mente solo divagaba aquella imagen y su esposo... su maldito esposo, que no dejaba de atormentarlo incluso en sus sueños.

Lo único que pudo sacarlo de su momento depresivo fue el llanto de su hija, quién solía levantarse alrededor de las ocho de la mañana, sin embargo el omega no sentía que hubieran pasado más de unos minutos desde que Hoseok se fue, cuando en realidad el alfa solía salir de casa alrededor de las seis y media de la mañana. Se levantó como pudo, arrastrando sus pies hasta llegar a la habitación de su hija y fingiendo muy bien una sonrisa cuando la tuvo dentro de su campo de visión, pues lo único que rondaba por su cabeza en ese momento era mantenerse fuerte y como si nada hubiera pasado delante de la personita que, a decir verdad, no tenía nada de culpa en esto, su hija no tenía la culpa de absolutamente nada, menos del padre tramposo que le había tocado.

Apenas cargó a su hija sintió que todo su cuerpo se recargaba de energía, de esa energía que le faltó el día anterior, de absolutamente todo lo que necesitaba ese día y quizás los próximos, pues sabía que nada de eso sería fácil de afrontar. Solo en ese momento supo lo que necesitaba hacer.

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Para conocimiento de todo el público, como en este omegaverse no hay mordida, ni parejas destinadas, eso quiere decir que tampoco hay mordida de por medio y mucho menos las feromonas o el lazo, por el cual comúnmente un alfa sabría o se daría cuenta que su omega está en peligro o está triste, es así que Hoseok no se dio cuenta que Taehyung la estaba pasando mal.

Sin embargo, sí existen los celos, los cuales son cada tres meses para el omega y cada seis meses para el alfa, estos no son tan fuertes o intensos, por lo que pasan desapercibidos en muchas ocasiones si llegan a tomar supresores, los cuales comúnmente solo controlan las hormonas, es decir, las intensas ganas de tener sexo.

Esta breve información es importante para los capítulos que van a seguir.

Bullet to the heart ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora