Hoseok observó el fondo de pantalla de su móvil, apreciando la belleza de su pequeña hija, quien sonreía en aquella foto que él le había tomado la semana pasada, cuando salieron en un "paseo familiar" como Taehyung solía llamarlo. El alfa suspiró y apagó el celular, dejándolo encima de su escritorio, mientras se recostaba en su silla giratoria. Su mirada viajó a uno de los cuadros que su esposo le había regalado la navidad pasada para que colocara específicamente en su oficina.
— No es tan fácil... — susurró para sí mismo, mientras pensaba en qué momento había terminado de esa manera. Nunca creyó que todo iría por este camino, lo único que había querido de todo eso era un poco de diversión, de la misma que alguna vez tuvo con Taehyung cuando este aún era joven y no un aburrido amo de casa que ahora estaba embarazado por segunda vez, lo cual significaba menos sexo.
— ¡Hey, los papeles! — el grito de su impertinente amigo lo sacó de sus vacilaciones. NamJoon entró con esa característica sonrisa con hoyuelos, que de tierna solo tenía eso, pues todos en ese bufete sabían quién y cómo era Kim NamJoon. — ¡Despierta alfita de cuarta! — le gritó, agitando con su mano el folder que contenía uno de los casos mas importante que estaba manejando la firma.
Hoseok sonrió apenas, mientras se movía lentamente de un lado a otro en su silla giratoria.
— ¿Qué te tiene así? — preguntó nuevamente al alfa ahora pelirubio, antes pelinegro, sentándose frente a su amigo y lanzando el folder en su escritorio.
— Nada en especial. — contestó de inmediato, como si se encontrara en un interrogatorio.
— ¡Oh, vamos, hermano! Te conozco lo suficiente para saber que algo te está pasando. — contraatacó el rubio, sonriendo de lado. — No me digas que es Jennie. — y algo pareció hacer clic en NamJoon al mencionar aquel nombre, pues Hoseok de inmediato lo miró. — En mi defensa te conozco muy bien. — volvió a hablar, cuando el pelinegro lo miró fulminante.
— Ni se te ocurra decirle esto a tu esposo el metiche. — Hoseok advirtió de inmediato, casi amenazándolo.
— No me interesa con cuántas mujeres te vayas a encamar, amigo, sabes que tú y yo no somos diferentes y al igual que tú me ayudaste con el tema de Hyorin, ahora es mi turno de hacerlo y simplemente observar.
Definitivamente todos sabían que Kim NamJoon era la mano derecha de Hoseok y viceversa, por lo que ambos alfas de tiernos y lindos solo tenían las sonrisas, pues en aquella firma muchos especulaban que sus jefes eran infieles y la mayoría del tiempo con practicantes o pasantes. Era muy triste para sus respectivos esposos, pero era la realidad que todos callaban por querer conservar su trabajo, un buen trabajo con renombre y excelente paga.
— Solo que tu tema con Hyorin duró un pasar de meses. — contestó el pelinegro, mientras se mordía la uña sin querer realmente arrancársela.
— ¿Y lo tuyo con Jennie? — preguntó un poco escéptico el otro alfa. — Pensé que ya habían terminado, en realidad pensé que ibas a terminar con ella después de que te enteraste de este último embarazo.
— ¡Y lo iba a hacer, maldita sea! — estalló Hoseok, sin realmente saber cómo explicarle la situación a su mejor amigo.
— Dime qué carajos está sucediendo, Hoseok. — preguntó esta vez con mayor seguridad y seriedad el rubio.
— Tiene siete semanas. — dijo finalmente el pelinegro, tomando por sorpresa a NamJoon, quien en definitiva no supo qué decir o como tratar con su mejor amigo.
— Mierda. — fue lo único que llegó a susurrar después de salir de su ensoñación.
— No creí que esto sucedería. — se dijo más para sí mismo el pelinegro. — Siempre me cuide y las pocas veces que no lo hice ella lo estaba haciendo.
NamJoon siguió metido en su mundo o así lo veía Hoseok, pues su mejor amigo no dejaba de ver el folder que minutos antes había lanzado el escritorio mientras se mantenía en silencio.
— ¡Dime algo, carajo! — gritó Hoseok, cuando se cansó del silencio incómodo en el que se habían embargado.
El otro alfa suspiró y tras una gran calada de aire sacó uno de los cigarrillos que guardaba dentro del bolsillo de su camisa y lo encendió, empezando así a fumar, pero aún sin decir absolutamente nada.
— Taehyung tambien está embarazado. — habló por fin después de su tercera calada al cigarrillo. — Estás totalmente jodido, hermano. — y es que no tenía otra mejor palabras que esa. NamJoon era consciente de todas las veces que ellos habían sido infieles y faltado a sus esposos e incluso de las veces que se habían tapado una que otra aventura para así no ser descubiertos, pero esto sobrepasaba todo, en realidad Hoseok ya había sobrepasado todo cuando decidió no terminar con aquella aventura después de los tres meses límites.
— ¡Si, carajo! Y no sé qué mierda hacer con esto, porque mi esposo dará a luz y Jennie dará a luz uno o dos meses después y suficiente-
— ¡Espera un maldito momento! — lo interrumpió NamJoon, procesando aún las palabras de Hoseok. — ¿Piensas tener al bebé con Jennie?
— Sí. — dijo sin dudarlo el pelinegro, viendo como el semblante de su amigo cambiaba y continuaba fumando. — Ella me gusta en verdad... — continuó. — nunca pensé que diría esto, pero ella me hace sentir bien y creo que es la indicada, por esa razón continue con la relación, porque era divertida y me gustaba follarla, pero... pero...
— Pero ahora tu verdadero esposo está en casa con un embarazo de tres meses y tu hija de apenas dos años.
Hoseok no necesitaba oírlo, pero NamJoon lo estaba regañando indirectamente, especialmente porque cuando iniciaron con esa estupidez de divertirse de vez en cuando con otras personas que no fueran sus esposos hicieron la promesa que siempre regresarían a su hogar, junto a sus respectivas parejas e hijos. ¡Por Dios, santo! NamJoon tenía mellizos de cuatro años y un bebé que estaba a punto de cumplir un año, mientras que Hoseok tenía a Taehyung embarazado, hormonal en su totalidad, y una personita completamente vulnerable de dos años que no entendería la razón por la cual dejaría de ver a su padre de un día a otro.
— Sabiamos que estábamos haciendo mal al engañarlos, Hoseok, pero siempre prometimos que regresaríamos con ellos. — le recordó NamJoon.
— Lo sé, ¡Por un carajo que lo sé! — se exalto el pelinegro, sabiendo que había hecho mal cuando Jennie le dijo que estaba enamorada de él, poco después de terminar el plazo de los tres meses y mencionarselo a ella, sabía que había hecho mal cuando le correspondió y le dijo que se iba a divorciar porque él también la amaba, incluso había hecho mal cuando comenzó a buscar casas mucho más grandes en Daegu, pues Jennie pensaba mudarse para allá y Hoseok la iba a seguir, sí, él la iba a seguir así fuera al maldito infierno con tal de seguir teniéndola a su lado.
— Hermano, discúlpame por lo que te voy a decir, pero estás solo en esta mierda. — NamJoon se levantó, poco después de apagar su cigarrillo en la silla de madera en la cual estuvo sentado segundos antes. Poco le importaba respetar el ambiente de su amigo, poco le importaba todo lo que tuviera que ver con Hoseok, sabía que él no era el hombre o esposo perfecto para criticarlo, pero lo que sí sabía NamJoon era a quién le debía lealtad y agradecimiento y obviamente que ese era SeokJin, no ninguna de las "putas" con las cuales había estado. SeokJin era su todo, su cable a tierra, su roca, y suponía que Hoseok también pensaba lo mismo de Taehyung. Sin embargo se había equivocado y creía que debía suponerlo, pues hace ya cinco años atrás había escuchado lo mismo de Taehyung, con quién en ese entonces se encamaba. — buena suerte. — susurró antes de retirarse de la oficina de Hoseok, esperando que este recuperará la cordura y regresara con su familia.
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Bullet to the heart ➳ HopeV
FanficHoseok es un alfa que había tenido una vida difícil, sí, definitivamente podía catalogarla de difícil cada vez que pensaba en su matrimonio, su trabajo, su juventud, su pasado e incluso su futuro. Taehyung, en cambio, creía que su familia era lo má...