➷ décimo capítulo

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— No pensé que me llamarías tan rápido. — susurró apenas el omega mayor, tratando de tocar "el tema" con pinzas, pues sabía que no había pasado ni un día desde que él y Taehyung visualizaron al maldito de Hoseok, como ahora pensaba llamarlo, con su otra familia. SeokJin todavía no podía creer que aquel alfa ejemplar y buen padre haya sido capaz de tener otra vida, otra vida que incluía a una omega embarazada.

Taehyung suspiró y dándole otra cucharada de la taza de avena, que había pedido en aquella cafetería cercana a su casa, a su hija, sonrió, viendo como la pequeña comía todo sin rechistar, no como otros días, en los cuales eran un poco difícil darle desayuno, pues ella era muy berrinchuda y solo comía lo que realmente le gustaba. Al parecer hasta su hija estaba colaborando para que ese día no fuera tan malo como lo era realmente.

— Y-yo tampoco cre-creí... — sintió que el llanto regresaba, pero respiró hondo y dejando la taza de avena en la mesa, continuó. — No pensé que lo haría. — dijo más claro, tratando quizás de autoconvencerse de que todo estaba bien, cuando su amigo e inlcuso él mismo sabía que no era así.

SeokJin le sonrió y extendió su mano por encima de la mesa, sujetando la mano de Taehyung, quien agradeció bastante el apoyo que se le estaba brindando en ese momento, incluso agradecía que el pequeño MinSeok también colaborara aquel día, pues el bebé de once meses seguía durmiendo desde que llegaron a esa cafetería.

— Cariño, no reprimas nada de lo que sientes... — trató de reconfortarlo, aunque Taehyung realmente no podía sentirse bien, ni aunque tuviera todo el apoyo de su familia o del mundo entero siquiera. Sentía que todo ahí se derrumbaba poco a poco y que su espalda ya no podía aguantar más con el peso que estaba cargando desde el día anterior. — Sé que es difícil, peor si solo ha pasado un día, pero estoy seguro que podrás...

— No lo digas. — interrumpió Taehyung, dejando salir una lágrima, que dió paso a otras dos, pero que tuvo que contener pues su hija comenzó a balbucear pidiendo un poco más de la avena. De inmediato agarró una cucharada más de la avena y se la dio en la boca a su pequeña, quien seguía muy entretenida en su teléfono con algún juego interactivo que él solía descargar para que la pequeña no se llenara la cabeza de juegos o programas basura. — No lo digas por favor, SeokJin. — dijo después de saciar el hambre de su hija. — Sé de memoria esas frases o discursos que se le dice a una persona en mi condición, pero no, por favor. Es difícil pasar por esto, me siento demasiado mal, pero ella... — miró a su pequeña Hani, quién reía con la vista fija en el móvil. — Ella no merece esto, no me interesa en lo más mínimo mi persona, lo único que me interesa es ella, no tiene la culpa de nada, de mis acciones o las de su padre, apenas está aprendiendo a hablar y no pienso quitarle la opción de ver a Hoseok, crecer a su lado o pronunciar su nombre.

— ¿Estás tratando de decir que lo perdonarás? — se apresuró a decir SeokJin, creyendo que recibiría una respuesta negativa, mas...

— No lo sé. — dijo igual de inmediato el pelicastaño, pues no había mucho que dudar, no sabía qué haría de ahora en adelante, no sabía cómo enfrentar a su esposo y mucho menos cómo actuaría delante de este.

SeokJin suspiró y asintió, sin saber qué decir, pues entendía a Taehyung, sabía que si NamJoon le hiciera algo parecido él también dudaría mucho en si alejarse o quedarse, sus hijos estaban de por medio, además de las experiencias y momentos que vivieron como pareja, esposos y padres. El mayor sabia que estaría en el mismo dilema por lo que solo tomó de su taza de café, viendo de reojo a su pequeño MinSeok dormir tranquilamente.

— ¿Has... Has pensado en denunciarlo? — se atrevió a decir el mayor luego de unos minutos de silencio en los cuales vio como Taehyung daba de comer a su hija.

El pelicastaño se estremeció ante aquella mención, pues aunque en un momento de ira había pensado en ir directamente con un abogado y dirigirse al ministerio que se encargaba de proteger los derechos de todos los omegas y en donde se podía denunciar si sentías que estabas en una situación vulnerable o estabas siendo vulnerado de cualquier manera y aunque sonara algo descabellado, entre las situaciones más comunes se encontraba la infidelidad de una pareja alfa, lo cual no solo dañaba emocionalmente a un omega, hasta el punto de dejarlo "muerto en vida" sino también a los cachorros que tuvieran dentro del matrimonio.

— ¿Sabes que si abren una investigación y descubren que ella...

— Lo sé. — se apresuró en contestar Taehyung, sin dejar terminar a SeokJin pues sabía por donde iba la conversación y no quería tocar el tema tan temprano.

Taehyung sabía que si aquella mujer no tenía ningún lazo mayor más que un cachorro con su esposo, también sería juzgada, sin importar su condición. Él sabía que ganaría si hiciera eso, podría ganar el juicio, la custodia completa de Hani, una orden de alejamiento para Hoseok por un periodo máximo de un año, además de una pensión para él y su hija, sin contar de la indemnización que se le entregaría por todos los daños y perjuicios causados hacia su persona, y por sobre todo sabía que las cantidades serían exhorbitantes si se descubría que tenía dos meses de embarazo. El omega estaba en su derecho de hacerlo, de destruir a su aún esposo así como él lo hizo al buscar a otra persona dentro de su matrimonio, incluso podría destruir a aquella mujer, que a decir verdad no le causaba pena, pues su instinto y su lobo le decía a gritos que ella no era tan ajena a la situación en la que se encontraba Hoseok. Su lobo le gritaba que se estaba desmoronando a pedazos, que necesitaba de su alfa, aunque este estuviera con otra, que aquella mujer era mala, al igual que su esposo, de quién creía que seguiría necesitando hasta el último de sus días, pues sus lobos se habían enamorado o al menos el de Taehyung sí.

— Yo te apoyaré en lo que necesites, Tae. — SeokJin trato de ayudar en lo más que pudo, especialmente al ver que Taehyung parecía tener ganas de regresar a dónde claramente le harían daño y no lo juzgaba, pues como él creía y pensaba, era muy difícil salir de una vida que conocías desde hace mucho tiempo.

— Gracias. — apenas susurró el menor, sin tener idea de lo que haría ese día, ni de como vería a Hoseok, por lo que comenzó a rogar que llegara tarde a casa aquel día o en el peor de los casos, que se fuera con esa mujer, para que así pueda llorar con más tranquilidad al llegar a su casa.

[➷]

Para aclarar un poco, los sentimientos de Taehyung ahora son confusos, pues  aunque sabe que no debe regresar con Hoseok por obvias razones, aún siente mucho por él, lo ama e idealizaba tanto hasta el punto de no saber si quedarse por los buenos momentos y por su hija o simplemente irse, lo cual lo lleva a arriesgarse demasiado, o eso es lo que su mente le dice constantemente.

Recuerden que a veces simplemente por el temor a lo nuevo nos quedamos  en un mismo lugar, esperando vagamente que todo vaya a cambiar como por arte de magia, y esto sucede muy a diario en tantas relaciones.

Bullet to the heart ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora