➷ sexagésimo quinto capítulo

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Lo que le recomendó su doctor a Taehyung fue absoluto reposo por unas cuantas semanas, como esperando que su lobo se amolde a las circunstancias del momento, aunque parecía que eso no iba a suceder, pues hasta el momento y desde el hospital, Taehyung había sentido cierto rechazo hacia Minjae y no es que fuera él, al contrario, parecía que todo era provocado por su lado animal, que parecía insistir en la idea de que el alfa que era su prometido no era más que un farsante. Su lobo no dejaba de pedir Hoseok a gritos, aunque este no estuviera ni al tanto de lo que le sucedía. Parecia una maldita pesadilla, de la cual ya quería despertar, porque no le estaba gustando para nada.

Mami, hice este dibujo para ti. — le dice su hija, mostrándole uno de sus tantos dibujos caseros. Taehyung solo sonríe y acaricia la cabeza de la pequeña, recordando lo pequeña que era cuando apena nació, anhelando en su interior poder tener otro cachorro, lo cual también era un pedido de su lobo y no precisamente de él.

— Está muy bonito, mi amor.—  dijo apenas, tomando la hoja entre sus manos y admirándolo.

— ¡Mami! — El grito de Jungkook no se hizo esperar, llamando la atención de Taehyung; la pequeña copia de Hoseok también quería atención. El niño extendió su dibujo por igual, aunque este pareciera solo garabatos de colores.

El omega le sonreía a sus hijos, admirando como estos eran felices con esos momentos, estando él en casa y prestandoles la atención que a veces no podía por estar trabajando. Extrañaba tanto el estar cerca de sus hijos, pero su mente nuevamente le decía que solo era una añoranza de su lobo y no precisamente de él. Ya había olvidado lo confuso que era vivir con un alter ego que parecía querer cosas muy distintas a las tuyas y que ahora parecía no querer reconocer al hombre con el que se iba a casar.

— Niños, dejen a su madre descansar.— dijo la señora Kim, adentrándose a la habitación con un té de hierbas que siempre solia prepararle para cuando estaba en sus ciclos de calor, aunque ahora mismo no estuviera dentro de uno.— El tio Seojoon ha venido de visita y ha traído a los mellizos, asi que vayan a recibirlos. — Avisó la mujer, buscando la mejor opción para sacar a sus nietos de la habitación de su hijo.

— Pero me gusta tenerlos aquí, cerca de mí. — refunfuño el pelicastaño, cruzándose de brazos y tapándose la nariz a los pocos segundos al identificar el olor squeroso que emanaba el té que su madre había traído. Tambien había olvidado esa bebida; la odiaba mucho.

— Cariño, ahora mismo no estás bien, tienes que descansar y los pequeños terremotos que tienes por hijos no hacen más que hostigarte.

Taehyung quiso decir que no, pero a veces realmente se cansaba de tener que tranquilizarlos, los amaba mucho, pero cuando hacían sus berrinches lo único que pensaba era en la razón por la que los tuvo y finalmente se reia.

— El doctor dijo que en cualquier momento puede llegar tu celo, asi que tenemos que estar listos para todo y eso implica el llamar a Minjae.

Las mejillas del pelicastaño se sonrojaron, sintiendo algo de repulsión de inmediato al pensar en intimar con Minjae,cuando antes lo había hecho sin problema alguno. No se entendia y eso era lo peor.

— Mamá, no me pasará nada y no creo que mi ciclo de calor llegue, no ahora, por lo menos. No tengo ganas de tener sexo con alguien y mucho menos con Minjae, asi que puedes estar tranquila.

La señor Kim se escandalizo un poco por el vocabulario de su hijo, pero finalmente asintió, sabiendo que Taehyung decía la verdad, pues hasta ella notó el cierto rechazo de parte de su hijo hacia su prometido. No tenia idea, pero preferia mil veces que la situación se presentara estando MInjae ahí, que Hoseok cerca. Le daba muy mala espina todo eso

Bullet to the heart ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora