➷ trigésimo primer capítulo

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Hoseok terminó de atar su corbata y tras mirarse por última vez al espejo, sonrió y dio media vuelta, encaminándose hacia la habitación de su pequeña JiYu, la niña de ya dos años lo recibió con los brazos extendidos y claramente despierta.

— ¡Cariño! — gritó entusiasmado el alfa. Le encantaba hacer reír a su pequeña y sobre todo, le gustaba verla feliz.

— Papá — gritó eufórica la niña, comenzando a saltar en su cuna, como si aquello fuera a traer a su padre más rápido.

Hoseok corrió hacia su pequeña y estaba a nada de sujetarla sino fuera por Jennie, quien se interpuso entre ellos y de quien no se había percatado hasta aquel momento.

— Tengo que cambiarla, Hoseok. — dijo con clara molestia la mujer. El alfa suspiró y asintió, tratando de no hacerle mayor problema a su omega.

La noche anterior habían discutido por el regreso a Corea, la chica de ya veinticinco años no deseaba regresar a ese país, muy a pesar de que sus padres la perdonaron y mantuvieron contacto con ella solo por JiYu, no solo porque todo el mundo la iba a despreciar apenas vieran su hoja de vida y la de su hija en el sistema, pues ahí figuraba que JiYu era hija de un hombre anteriormente casado y con una hija de ese matrimonio (lo cual la dejaría a ella y a su pequeña como la familia extramatrimonial), también porque eso implicaba tener a Hoseok más cerca de Taehyung, lo cual de por sí era una mala idea.

— Cariño, por favor, no me gusta estar enojado contigo. — pidió el alfa, haciendo finalmente un puchero, tal y como salía hacerle a Taehyung cada vez que quería algo de este.

La mujer lo vio de reojo, mientras cambiaba a la pequeña JiYu, y tras una pequeña risa, asintió. No pida resistirse a su esposo, lo amaba demasiado.

— Me encanta cuando sonríes de esa forma. — continuó alabando el pelinegro, sabiendo que a Jennie le gustaba mucho que le dieran cumplidos.

— Ya sé lo que estás tratando de hacer y no funcionará. — le advirtió la joven, terminando de vestir a JiYu, aunque realmente ya no estuviera enojada.

— Oh, vamos, cariño, sé que ver a tus padres te encantará, además he comprado una casa en la zonas más residenciales de todo Seúl y tiene un jardín precioso en el cual podrás trabajar. — trató de convencerla.

Jennie finalmente suspiró y cargó a su hija, llevándola hacia la primera planta, en donde había alistado su desayuno desde muy temprano. La chica no quería admitirlo, pero desde que se convirtió en una señora, como tanto había deseado, su vida cambió radicalmente, ahora tenía que levantarse temprano, realizar desayunos, atender a su hija, llevarla a sus terapias en el hospital en el que estaba asegurada y hacer las compras semanales, incluso llegó por un momento a insinuarle a Hoseok que contraran una sirvienta, pero este se negó rotundamente, pues el dinero no les sobraba y en palabras muy textuales, llegó a decirle que Taehyung siempre supo realizar bien sus deberes de casado sin pedir absolutamente ayuda de nadie, ni de él, lo cual desató una pelea que se solucionó después de que la omega pidiera perdón y prometiera no volver a pedir ayuda extra.

— JiYu está acostumbrada a este ambiente, Hoseok, ella ha crecido aquí, lleva sus terapia aquí y estoy segura que no hay mejor lugar que-

— Que su país natal. — completó el alfa, tomando un pan tostado con una mano y con la otra, su maleta.

— ¿A dónde vas? — preguntó de inmediato la joven al ver que el hombre ya se estaba alistando para irse.

— Cariño, tengo demasiado trabajo en la firma, Kibum me ha dejado a cargo de tres casos y sí le falló te juro que no tendría el dinero para regresar a Corea.

Bullet to the heart ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora