➷ septuagésimo capítulo

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Taehyung observaba con mucha atención las invitaciones de su boda, estas serían repartidas dentro de unos días y aunque eran preciosas, muy distintas a las de su primer compromiso, algo dentro suyo no se encontraba conforme con la presentación y el color, incluso podía decir que esta vez no se trataba de su lobo intentando sabotear su boda; simplemente no le gustaba y no quería enviarlas.

— Si sigues así de indeciso, jamás te casarás. — le dijo su madre, dejando su taza de té en la mesa central de la sala de estar y procediendo a sentarse a su lado. Taehyung apenas la vio, pues su atención seguía en aquella invitación que no tenía gracia ni color. — Deberías agradecer que Minjae se está involucrando mucho en los preparativos, el inservible de Hoseok apenas puso unos cuantos dólares y su presencia el día de la ceremonia, pero antes ni siquiera quiso opinar sobre la decoración o la comida.

— Mamá, por favor, ya hablamos sobre ese tema. — solamente en ese momento Taehyung decidió despegar su mirada de las tarjetas y mirar a su madre con algo parecido a molestia y cansancio.

— Sí, lo sé, no debo mencionar al innombrable de tu ex marido, pero por favor cariño, seamos sinceros el uno con el otro.

— Mamá. — dijo en un tono de advertencia que indicaba que Taehyung realmente no estaba feliz con la conversación, por lo cual solo en ese momento la mujer decidió desistir y seguir disfrutando de su té, mientras veía como su hijo regresaba su atención a las invitaciones, que a su parecer, estaban muy bellas y originales.

El pelicastaño terminó desistiendo una vez que sintió que no podía encontrar alguna falla en las invitaciones, más allá de su malestar por sentir que la ceremonia estaba cada vez más cerca, a menos de dos meses y medio, lo cual también significaba que estaba a nada de convertirse en el esposo de Minjae. No sabía cómo sentirse respecto a todo eso, lo único que sabía era que su lobo está inconforme y que siempre que pensaba en una vida al lado de Minjae lo único que le generaba eran náuseas, que se iban poco después de borrar esos pensamientos de su cabeza.

— ¡Mami! — el grito de Hani, seguido por el de Jungkook llamó su atención y lo sacó de sus ensoñaciones, lo cual agradeció, pues nuevamente sentía esas típicas náuseas que no hacían nada más que marearlo y cansarlo mentalmente.

— Mis amores. — susurró el omega, agachándose para recibir en sus brazos a su pequeña y a su pequeño, este ultimo también caminando con mucho cuidado detrás de su hermana, pues apenas estaba animándose a dejar el coche y caminar o correr. — ¿Cómo les fue? — pregunto después de llenar de besos el rostro de su niña y de su niño. Minjae quien había traído a la pequeña de la escuela y llevado consigo al pequeño a pedido de este, miraba la escena enternecido por lo bello que se comportaba su prometido con los niños; eso era lo que más le gustaba de Taehyung: lo buena madre que era.

— ¿Y no piensan saludar a su abuela? — interrumpió la señora Kim, recibiendo de inmediato la atención de sus nietos, quienes olvidaron por completo la pregunta de su madre para ir detrás de su abuela y abrazarla por igual. Los pequeños de Taehyung eran los más consentidos por la familia Kim, quizás porque venían del único hijo omega de la familia o simplemente quizás porque fueron los primeros nietos, eso no lo sabia a ciencia cierta Minjae, de lo único que estaba seguro era que esos niños eran muy felices y lo único que deseaba era hacerlos igual de felices una vez que se convirtiera en parte de su familia.

Los niños comenzaron a balbucear sobre su día, más Jungkook, quien apenas hablaba y copiaba las palabras de su hermana; ambos muy distraídos y felices con su abuela, quien también les prestaba toda la atención necesaria, mientras tanto Taehyung volvió su atención a las invitaciones, las cuales también llamaron la atención de Minjae.

Bullet to the heart ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora