El silencio era algo que podías palpar en el aire. Era denso, frío e incómodo por varias razones. La primera, era que Gun parecía un muñeco de trapo sin vida.
Permanecía sentado en la única silla del apartamento, solamente contemplando sus manos frente a él como si fuesen a desaparecer en algún momento.
Quería ayudar, pero no sabía que decir. La situación era irreal y el mayor tenía todo el derecho de estar abrumado y en su mundo.
-¿Crees que ella sabía?
La repentina pregunta le llevó a elevar su rostro. La voz de su amigo, era rasposa gracias a todo el llanto de las horas pasadas.
-¿Quién?
-Gim.
-No- afirmó sin ninguna duda -Puede que ella sea una maldita perra, con todo respeto, pero si ella nunca te llevó a un hospital fue porque no le importabas y ya.
-Número uno, Ouch. Número dos, quien te viera tan inocente y tienes una boquita de-
-Sabes que sólo es con ella. En serio la odio.
-Lo sé - musitó.
-El punto es que ella no se preocupó tanto como para saber algo así. Además, aunque el destino no te permitió saberlo antes, ya lo sabes. Eso es un punto a favor.
-Ya es tarde.
-Gun
-Sabes, siempre odié cuando mi madre me llamaba anormal, diferente y la peor de todas, "fenómeno". Sin embargo, ahora veo que es cierto, si lo soy, aunque no por los motivos que ella creía.
-No digas esas cosas.
-¿Qué? ¿La verdad?, Ya escuchaste al doctor, soy un fenómeno de la naturaleza que puede tener hijos.
-¡No, él dijo que eras un milagro Gun! Y lo habrías escuchado correctamente si le hubieses puesto atención.
-¡Perdóname por haber estado ocupado digiriendo el hecho de que en menos de ocho meses tengo que expulsar un bebé de mi sistema!
-Ok, no quise gritarte. Lo siento.
Él negó -Sabes ¿Quién nos asegura que esté diciendo la verdad?
-¿Disculpa?
-Viste lo feliz que estaba, quizás era una broma y había una cámara escondida en el consultorio - razonó en voz alta.
-Gun por favor. Eso es ridículo.
-¿Más ridículo que un hombre embarazado? ¿Ah?
Se puso de pie y caminó hacia la puerta.
-¿A dónde vas?
-A buscar una segunda opinión y si es necesario una tercera que me diga que está mal. ¡Que todo este diagnóstico de mierda está mal!
-¡Detente allí Guntaphon!
La mano de Gun se quedó congelada sobre el pomo de la puerta. Lentamente, se dio la vuelta para encarar el rostro enojado de su pequeño amigo.
-Puedes ir y pagarte el mejor hospital, el más lujoso que quieras, pero el resultado no va a cambiar. Vas a tener un bebé Gun y te guste o no, esa es tu realidad en este momento.
Sus ojos se llenaron de lágrimas ante cada palabra, ¿Por qué le estaba ocurriendo esto a él?, De todas las personas en el mundo.
El destino tenía que escogerlo a él, al chico sin padre, con una madre de adorno y por último, al joven que era nada más que un pobre diablo luchando por sobrevivir mes con mes.

ESTÁS LEYENDO
Mío, Tuyo, Nuestro.
FanfictionUna noche borrosa deja tras ella uno de los sucesos más extraordinarios en la vida de una mujer, pero ¿Qué sucede cuando el receptor de tan ansiado regalo, es un chico? ¿Es algo bueno o malo? Dependerá de la manera en que lo mires. No soy dueñ@ de l...