Aventó al hombre por un lado y se arrastró rápidamente sobre el piso hasta quedar enfrente de Gun, lo tomó por las mejillas con manos temblorosas por el miedo y levantó su rostro.
- ¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué te duele?!
Antes de responder, el cantante dejó salir otro grito desgarrador, uno que penetró en lo más profundo de su alma y logró que los bellos de su cuerpo se erizaran.
Era más que obvio lo que estaba ocurriendo, así que sin perder ni un minuto más, se puso de pie, tomó su teléfono y le mandó un mensaje de voz a Note, haciéndole saber que llegarían en unos minutos y que preparara todo, tanto a la sala como a los médicos.
Se agachó y tomó al menor en sus brazos, lo acurrucó en su pecho y este lo abrazó mientras se retorcía y su llanto se incrementaba. Podía sentir los movimientos bruscos de su hijo contra su abdomen.
-Me d-duele mucho, Tinn.
Los ojos del mayor se cristalizaron ante lo débil y doloroso de aquel murmullo. No podía hacer nada para terminar con aquel sufrimiento, ahora, era él quien se sentía como un completo inútil.
-Terminará pronto, gatito. Sólo aguanta un poco más.
Comenzó a caminar hacia la puerta, pero la voz del pequeño lo detuvo.
-Espera, es-pera, el gato, Tinn, el gatito. Necesito al gatito. Por favor.
Antes de que pudiera negarle la petición a su novio, Mark se acercó por el lado izquierdo, silencioso como un fantasma.
- ¿En dónde está?
Gun se tragó un sollozo, el cual iba acompañado por una mueca de dolor -En la... en la c-cuna ¡AH! Está en la cuna.
Mark asintió con el labio inferior aun sangrando y pasó su mirada del cantante hacia Tinnaphob -Adelántate, yo voy por el gato.
Tinn asintió sin mostrar mayor emoción en el rostro y, después de pedirle al otro estudiante que colocara una manta sobre el vocalista para cubrirlo y darle instrucciones de llevarse también la pañalera que estaba debajo de la misma cuna, emprendió el camino hacia su auto.
Intentó ser lo más rápido y discreto que pudo, llamar la atención de los vecinos únicamente atraería preguntas indeseadas y nunca falta, quien quiere meter la nariz en asuntos ajenos. No, Tinn no estaba para eso.
Acomodó a Gun en el asiento del copiloto y corrió hacia la parte del conductor, abrochó los cinturones de ambos y antes de partir, besó la frente del pequeño a su lado, detestando la manera en que se retorcía, como sí lo estuviesen quemando en una hoguera.
Era una imagen que jamás saldría de su cabeza, eso era algo que sabía muy bien.
-Vas a estar bien, lo prometo. - hizo una pausa - Te lo juro, Gun. Todo va a estar bien.
- ¡Tinn!... - jadeó el vocalista, con la respiración fuera de ritmo - Te amo.
-Yo también - juntó ambas frentes -Yo también Gun.
Manejó como si lo estuviese persiguiendo la policía en alguna especie de videojuego. Temió por la vida de los tres al ir a toda velocidad, pero cada segundo contaba.
En el camino, se preguntó una y mil veces el porqué de tan repentino acontecimiento. Todavía les quedaba una semana, lo habían planeado todo meticulosamente y, aun así, el destino se había burlado de ambos.
Era demasiado injusto.
No, él no podía perder a su novio, no en este momento. Gun era lo único que le quedaba, la única persona que lo amaba por quién era y no por el estereotipo de chico popular y frío que todos habían creado.
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Mío, Tuyo, Nuestro.
FanfictionUna noche borrosa deja tras ella uno de los sucesos más extraordinarios en la vida de una mujer, pero ¿Qué sucede cuando el receptor de tan ansiado regalo, es un chico? ¿Es algo bueno o malo? Dependerá de la manera en que lo mires. No soy dueñ@ de l...