Mío, Tuyo, Nuestro.

Especial 1: Sunset

Tuvo que esperar una eternidad para que trasladaran a su novio y lo acomodaran en una habitación, pues debía estar cómodo después de la cesárea. Si era sincero, había sido el lapso más largo de su vida.

Siguió corriendo, esquivando a cada enfermero con una gran habilidad y ganándose en el proceso, miradas poco simpáticas y amigables. No importaba.

Habitación 264. 264. 264. 2-6-4

¿Por qué había tantas habitaciones?

260, 261, 262, 263... 264.

Estaba transpirando horriblemente cuando se detuvo enfrente de la puerta color gris. Se sentía agotado mental y físicamente, pero el solo saber que su pequeño gato estaba al otro lado, esperando por él, era alentador.

"Están bien" le había dicho el doctor y en ese mismo instante, sintió que el alma le volvía al cuerpo. Había sido como una descarga de energía a lo largo de sus extremidades cansadas.

Sólo debes cruzar...

Respiró profundamente y giró la perilla para ingresar a la amplia y blanca habitación. Adentro, todo estaba extremadamente limpio, pulcro y el olor que desprendía el ambiente, era digno de un hospital.

Su mirada cayó directamente hacia su príncipe durmiente en el centro del cuarto y caminó con pasos lentos hacia la camilla, en dónde su novio permanecía acostado. Sus mejillas habían recuperado su hermoso color rosa, pero sus labios seguían estando algo pálidos y agrietados.

Gun

Verlo con los ojos cerrados y en una posición anormalmente quieta, le dolía bastante, si no fuese por el subir y bajar de su pecho y porque Note le había asegurado de que se encontraba bien, habría pensado que ...

NO. Cerró los ojos y se obligó a calmar sus pensamientos intrusivos, aquellos que reflejaban un futuro alterno, algo que podría haber pasado.

-Tinn

¿Huh?

Elevó la mirada para encontrarse con los ojos medio abiertos del cantante y un ceño fruncido adornando su rostro.

No pudo contenerse. Su labio inferior comenzó a temblar ante la vista delante suya y prácticamente se lanzó sobre el cuerpo mallugado de su gatito, apretándose a él, buscando el calor que le indicaba que su novio estaba vivo y a salvo.

El menor sonrió, algo que pareció más una mueca que un gesto de felicidad, llevó la mano lentamente hasta colocarla sobre el cabello negro de su novio, sin embargo, su expresión cambió drásticamente al no sentir el peso del contrario sobre su vientre. Su corazón paró de latir simbólicamente y su respiración se adelantó cuando miles de conclusiones lo azotaron con fuerza.

¿En dónde...?

Empujó suavemente hacia arriba y su mirada asustada se encontró con los ojos llorosos del futuro médico - ¿En dónde está el bebé?

Su voz salió de la garganta como si lo estuviesen estrangulando. El pobre vocalista pensó en los peores escenarios y sin esperar una respuesta clara de su novio, su vista comenzó a nublarse -Dime que está bien, por favor.

Al ver que Gun estaba entrando en pánico, Tinnaphob se apresuró a abrazar al pequeño y a susurrar miles de cosas dulces en su oído, las mismas frases que habría deseado decirle dentro de aquella sala de operaciones.

"Él está bien. Lo hiciste muy bien, mi amor. Shh, tranquilo. Fuiste tan valiente. Te amo tanto Gun. Gracias."

- ¿Ya lo viste?