Mío, Tuyo, Nuestro.

IX

Había pasado una semana desde que Gun le había confesado todo a Tinnaphob y el estudiante estrella, no se había acercado a él para hablar o decirle algo con respecto al tema. Lo tomó como una indirecta de que no quería nada que ver con la criatura.

Es posible que no te creyera, ¿Qué pasó con hacerle un resumen de lo que dijo Note?

Ok. Quizás, estaba demasiado nervioso como para explicarse, pero Tinnaphob debió haber dicho algo al día siguiente o al día después de ese.

Qué importaba. No había problema, ya lo había previsto de todas formas.

A estas alturas, el cantante ya había podido digerir de mejor manera la noticia y aunque el shock aún seguía en el fondo de su cabeza, sabía que no podía ignorar el hecho de que un Ser vivo estaba creciendo dentro de él.

Entendía también, que cuando el embarazo fuese notorio, debería hablar con la dirección para que le permitieran entregar las tareas por medio de Por y realizar los exámenes en línea.

Sería difícil, si. Pero quizás su condición les ablande un poco el corazón y no le pongan muchos peros a la solicitud.

Ahora. Dejando de lado lo pésimo de la situación y que sus sueños de alguna manera costarían más de lo que hubiese imaginado. Tener un bebé no sonaba tan malo, bueno, no es que pudiera regresarlo.

Había cumplido 2 meses y podía notar que su estómago seguía igual, lo cual era un alivio. Sin embargo, de alguna manera podía sentir los cambios dentro de él, algo era definitivamente diferente, pero no extraño.

Era ... Nuevo, Simplemente, una nueva sensación.

Salió de su momento reflectivo cuando sus amigos llegaron a sentarse junto a él. Ese día, Gun era el encargado de apartar la mesa y a cambio, no debía hacer fila para comprar su almuerzo. Por, le traía su bandeja que contenía; un sándwich, una manzana, una galleta y una botella con jugo.

Nada mal - pensó.

Después de todo, Por se había ofrecido a comprarle el almuerzo todos los días. Se sentía mal, obviamente. Sin embargo, su amigo había dicho que no era problema alguno.

"Ahora debes alimentarte bien"

Y claro, esa simple frase que venía de los labios rosados de su amigo, le recordó que era un chico pobre que vivía de sándwiches con mermelada.

Al menos, ya había pensado un poco más sobre lo que haría después del nacimiento de la criatura. Lo llevaría a un centro de adopción o buscaría a unos padres que quisiesen tener un hijo, pero no podían.

En fin, tenía tiempo para pensarlo bien.
Decidió mandar todo al fondo de su cabeza por un momento, tenía hambre y mucha.

A los segundos de morder el sándwich, pudo sentir que una ráfaga de viento trajo consigo los aromas mezclados de los almuerzos de todos. Oh, las ganas de vomitar lo estaban acechando.

Trató de respirar hondo, 1,2,3...

Pero, logró perder la batalla y cedió ante la incomodidad. Se cubrió la boca y se levantó de golpe, el sonido de la banca al levantarse, obligó a que todos los estudiantes dirigieran su atención hacia él.

Tragó y descubriendo su boca mostró una sonrisa apenada.

-Lo lamento, olvidé mi celular en el salón- no esperó a ver las reacciones de todos y corrió como si un perro lo estuviese persiguiendo.

Logró llegar al sanitario, ingresó a una de las cabinas y dejó que su estómago devolviera todo su desayuno. Su cabeza dolía y se sentía mareado. Los síntomas habían empeorado y ya estaba cansado.