XXIX

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Las ansias eran demasiado grandes como para contenerlas, se sentía extraño, pero cálido al mismo tiempo y una sensación de anhelo crecía dentro de su corazón.

Cuando ubicó al mayor cerca del tradicional Mercedes, tuvo que controlarse para evitar lanzarse a sus brazos en busca de un fuerte abrazo. Lo necesitaba tanto.

Tinn le sonrió con afecto y esa sonrisa, la cual ya era conocida para el menor, le revolvió el estómago con todas las burbujas dentro.

Sus dientes son adorables.

Cuando estuvieron frente a frente, el mayor estiró su brazo para tomar la mochila de sus manos y ayudarle con la misma. Acto que sonrojó al cantante, no importando que lo hiciera todos los días, siempre lograría calentar sus mejillas como si hubiese pasado horas bajo el sol.

Ingresaron al vehículo y el viaje fue ameno y silencioso. Un silencio agradable, por supuesto.

-Me gustaría que saliéramos hoy, si no tienes planes, claro.

Gun giró la cabeza tan rápido que, parecía un contorsionista profesional. Esperaba que Tinn no hubiese notado su emoción desbordante o su pobre imitación del exorcista.

-¿Salir como en...?

-Bueno, siento que es importante que hablemos acerca de lo que pasó anoche.

Su corazón comenzó el clásico golpeteo dentro de su pecho ante la cantidad de posibilidades que había detrás de las palabras expresadas por el estudiante. Una charla podría significar algo tanto bueno, como malo.

-Um, seguro.

-¿Te gustaría ir de una vez?

-¿Por qué? ¿Temes que me escape de tus manos?

¿Qué acaba de decir? ¿En serio dijo semejante cosa? Carajo, quería cavar un hoyo y esconderse debajo de la tierra.

El pelinegro pareció notar la vergüenza que irradiaba el rostro de Gun y dejó su propio sonrojo de lado, para tratar de aligerar el ambiente.

-No lograrías ir muy lejos, soy bastante atlético y tengo muy buena resistencia.

Demonios ¿Estaba coqueteando con él?

Sonrió tímidamente -Eres una caja de sorpresas.

-Notarás que no soy tan frío como muchos piensan. Puedo ser... agradable.

-Nadie piensa que eres frío, todos te ven como un modelo a seguir, alguien que sabe lo que quiere.

-Tu solías pensarlo. Me mirabas como si te molestara respirar el mismo aire que yo.

-Eso era antes.

-¿Antes de qué?

-Creo... que lo sabes.

Tinn abandonó la vista del camino para centrarla sobre el chico a su lado. Su mirada plagada de sorpresa y satisfacción.

-Si, creo que sí.

No se dijo nada más después de aquello, pero la sonrisa no se borró de ninguno de los rostros, al contrario, Gun podía jurar que los labios de Tinn se curvaban cada vez más hacia arriba.

Lindo.

Al llegar a su destino, se dio cuenta de que era un parque, uno diferente al que se encontraba cerca del apartamento. Estaba lleno de familias caminando, jugando y disfrutando del momento juntos.

El cantante escaneó el lugar y sonrió ante la variedad de personas y lo diferente que lucían cada una de ellas. Cada quien estaba divirtiéndose y platicando a su modo, siempre sonriendo.

Mío, Tuyo, Nuestro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora