Mío, Tuyo, Nuestro.

XLIII

Al día siguiente de entregar su canción y recibir un 20/20 como calificación más una felicitación directa del licenciado frente a todos sus compañeros, su mente estaba más tranquila y el despertar un sábado acurrucado en el pecho de Tinn, era la guinda del pastel.

- ¿Dormiste bien?

-Demasiado bien, mi almohada personal es realmente suave.

- ¿Sí?

El leve sonrojo y aquella sonrisa nerviosa por parte del futuro doctor, derritieron su corazón de ternura.

-Siempre soy honesto.

-Estoy casi seguro de que eso no es verdad.

Gun abrió un ojo con exasperación - ¿En serio quieres pelear conmigo a las siete de la mañana?

-No, para nada. Siempre dices la verdad.

-Gracias.

Gun se sentía revitalizado, dormir en los brazos de su futuro médico, siempre estaría como número uno en la lista de cosas que le satisfacen. No había mentido, a pesar de que Tinnaphob tenía músculo, era inusualmente suave y blando.

Todo estaba muy bien en su vida por el momento y le ponía de buen humor el pensar que, en una semana, podría comenzar las sesiones con la psicóloga que ambos habían escogido.

La única diferencia en su vida, era que estaba disfrutando de l-

Sonrió -Alguien está diciendo buenos días.

Su mano bajó hasta su vientre de seis meses y lo acarició, tratando de que el calor de su mano traspasara su piel y su bebé pudiera sentirlo.

-Buenos días a ti pequeño príncipe - el mayor se acercó a su estómago y le dejó un cálido beso en el mismo, logrando que su piel se erizara. Aun no se acostumbraba a la sensación del pelinegro cerca de su vientre, pero era algo lindo y tierno.

Ambos sonrieron cuando el bebé pateó nuevamente y los dos estaban seguros de que estaban entrando a una etapa en sus vidas en la que debían apreciar cada momento de esta.

Tinnaphob se reincorporó, le dejó un casto beso en los labios, para luego intentar salir de la cama, pero el agarre del menor no lo dejó.

- ¿A dónde vas? Hoy no hay reunión con Khajorn.

-Eso es cierto. Jorn me ha preguntado si sé algo de ti, ya que todos saben de tu enfermedad, te has vuelto más popular de lo que ya eras mi pequeño minino.

-No me cambies el tema Tinnaphob.

El mayor asintió con una sonrisa -Tengo que ir a comprar algunas cosas al mercado. Necesitamos fruta fresca y sé que sólo te gusta la de allí.

-Eso no es cierto, las fresas del supermercado son muy buenas.

-Ok, pero las demás frutas de allí no te gustan. El mango es muy desabrido, las ciruelas muy ácidas, las manzanas no tienen jugo y-

-Muy bien, ya entendí.

El vocalista rodó sobre la cama y se sentó en la orilla, llamando la atención de su pareja, quien rápidamente se acercó a él para detenerlo.

- ¿Qué estás haciendo? Aún es muy temprano.

-Voy a acompañarte.

-Gun... - llamó suavemente -No creo que esa sea una buena idea.

-Vamos, estoy bien y parte de querer avanzar es atreverse a dar el siguiente paso.

-L-lo sé y no quiero cortar tus alas, pero mejor esperemos a que comiences las sesiones con la psicóloga.