Ahora que lo pensaba, haberle contado a Tinnaphob su condición, había sido más sencillo que intentar renunciar a su trabajo.
Durante todo el camino hacia el taller, trató de encontrar la excusa perfecta para presentar su renuncia, una que era en contra de su voluntad.
Suspiró pesadamente y trató de caminar lo más lento que podía, retrasando así, aquello sería inevitable. Al llegar, pensó en esconderse en el baño por una hora y de esa manera, hacer que sus manos temblorosas se calmaran.
¿Qué se les dice a las personas que te dieron la oportunidad de trabajar sin ninguna experiencia previa?
Exacto, nada. Lo único que deberías decir, es gracias y dar lo mejor para que no cambien de opinión y te despidan. Sin embargo, si era honesto, esa no era la única razón por la que no deseaba irse.
No le mintió a Tinnaphob, en serio detestaba ser un parásito, pero no deseaba dejar aquel lugar, pues en el, se encontraban dos personas a las que les había tomado gran aprecio. Necesitaba estar cerca de ellos.
No quería dejar el trabajo, no deseaba dejar a Book ni a Force. Aquel taller era el único lugar en donde se sentía apreciado por ser él mismo. Se sentía como alguien nuevo, fresco y normal.
Force era como aquella figura paterna, la cual, siempre imaginó que llegaba a verlo en las actividades de la escuela y Book, era como aquella madre que hubiese deseado para que lo arropara de noche y le contase un cuento.
No quería irse.
Un aroma exquisito lo golpeó con fuerza y sólo entonces, se dio cuenta de que había llegado a la pequeña casa en el fondo del taller. Al parecer, había pasado mucho tiempo discutiendo consigo mismo.
Se acercó lentamente y, cuando su vista se centró en aquellos dos hombres que estaban hablando frente al horno, se detuvo de pronto. Force abrazaba por la cintura a Book, mientras le susurraba algo al oído.
Su corazón se volcó de ternura y vergüenza. Era como encontrar a tus padres besándose.
¿Qué estaba haciendo Force allí? Había esperado hablar primero con Book y luego, lo haría con el mayor. Cuando ya no estuviese tan nervioso. Además, aún se sentía avergonzado por la actitud de Tinnaphob con su jefe la tarde anterior.
Se aclaró la garganta para llamar la atención y se arrepintió de inmediato cuando ambos hombres voltearon a verle.
Book se acercó prácticamente corriendo hacia él y lo tomó de las mejillas. Sus facciones transmitían la preocupación que sentía.
-¡Gun! Force me contó lo que pasó ayer ¿Estás bien? ¿Quién era ese sujeto?
Sus ojos se desviaron hasta los del hombre más grande, quien negó con la cabeza y se apoyó sobre la encimera con los brazos cruzados sobre su pecho.
-Sabes que se iba a enterar de todas formas.
-Espera, ¿Le pediste que no me dijera? ¿Por qué?
-No quería preocuparte. Además, no es para tanto. Dile Force.
-Si lo fue - el mecánico se acercó y posó las palmas sobre sus hombros, tomando el lugar de Book enfrente de él -Necesito que me digas si esta persona abusa de ti.
-¿Qué?
-Me refiero, a que necesito saber si sufres de violencia doméstica o algo por el estilo. Yo vi cómo te miraba, como te tomó del brazo y no le importó que hubiese gente alrededor Gun. Estamos preocupados.
-¡¿Te apretó el brazo?! Déjame ver.
¿Pero qué? ¿Por qué estaban haciendo un escándalo por eso? Ni siquiera lo agarró tan fuerte, fue más como un pequeño apretón.

ESTÁS LEYENDO
Mío, Tuyo, Nuestro.
FanfictionUna noche borrosa deja tras ella uno de los sucesos más extraordinarios en la vida de una mujer, pero ¿Qué sucede cuando el receptor de tan ansiado regalo, es un chico? ¿Es algo bueno o malo? Dependerá de la manera en que lo mires. No soy dueñ@ de l...