Cuando Gun se despertó a la mañana siguiente, se dio cuenta de que se encontraba en medio de la cama, con las sábanas enredadas entre sus piernas.
Parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la luz natural que se colaba por las ventanas inusualmente negras de la habitación. Sólo entonces, cuando su vista estaba al cien por ciento, notó que no había rastro del mayor.
Como si nunca hubiese estado allí, a pesar de ser su cuarto.
Le dio un vistazo al reloj digital sobre la mesita de noche a su izquierda y suspiró relajado al darse cuenta de que eran las 6:00am.
Claro, Tinnaphob siempre llegaba una hora antes a la universidad ¿Cómo lo había olvidado?
Suspiró. Se sintió vagamente decepcionado.
Bueno ¿Qué esperaba? ¿Despertar y tener un momento romántico con el mayor? Estaría mintiendo si dijese que no, porque la idea si pasó por su cabeza.
Se puso de pie totalmente resignado y decidió alistarse para otro día más, al mirarse en el espejo después de tomar una refrescante ducha, sonrió involuntariamente ante su pequeña pancita.
En un principio, Tinnaphob y él se habían preocupado, pues no era muy notoria a sus ya casi cuatro meses y medio, pero el Dr. Les había afirmado dos días atrás que todo estaba perfectamente bien, así que confiaría en su sabiduría.
Pasó las yemas de los dedos sobre su abultada piel y su sonrisa no abandonó su rostro ni un momento. Era raro verse de esa forma, los cambios en su cuerpo habían sido lentos, pero podía notarlos y se preguntaba si su sonrisa seguiría allí una vez su vientre creciera lo suficiente como para incomodarlo.
Temía que..., No. No iba a pensar en eso.
Se vistió, comió algo rápidamente y luego abandonó la edificación con la mochila sobre su espalda. Caminar hacia la universidad nunca había sido tan fácil, se le erizaba la piel de sólo recordar lo mucho que le costaba caminar todas esas cuadras antes, ahora, sólo eran cuatro.
Se preparó para cruzar la calle hacia la última cuadra, cuando una voz que era ya tan conocida para él, lo llamó con entusiasmo, al voltear, se encontró con el chico corriendo hacia él.
-¡Mark!
-¡Hey! - respondió, tratando de normalizar su respiración, algo que le dio ternura al cantante.
Sonriendo posó una mano sobre su hombro -¿Todo en orden?
-Sí, sólo quería acompañarte.
-Bueno, estamos a una cuadra.
-Entonces ¿Puedo acompañarte en esta cuadra Gun?
La risa del menor llegó hasta sus oídos, tan ligera e inocente. Su corazón se ensanchó ante tal sonido.
-Bueno, la calle es de todos, así que prácticamente no puedo negarme.
Caminaron juntos unos metros y luego, Gun dejó de avanzar mientras recordaba algo que le obligó a fruncir el ceño. La duda se apoderó de él rápidamente.
-¿Mark?
-¿Mm?
-¿Por qué no estás en la Universidad? Creí que les habían asignado un curso y debían estar una hora antes.
Una sensación extraña hizo casa dentro de su pecho cuando el joven le dedicó una expresión llena de confusión. Lo estaba viendo como si le hubiese crecido otra cabeza.
-¿A qué te refieres? No llevamos ningún curso que nos pida estar a las 6:00 am en la Universidad.
-Oh.

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Mío, Tuyo, Nuestro.
FanfictionUna noche borrosa deja tras ella uno de los sucesos más extraordinarios en la vida de una mujer, pero ¿Qué sucede cuando el receptor de tan ansiado regalo, es un chico? ¿Es algo bueno o malo? Dependerá de la manera en que lo mires. No soy dueñ@ de l...