XVIII

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Las semanas habían pasado demasiado rápido para su gusto, ya estaba a dos semanas de cumplir cuatro meses. Eso significaba que le quedaba más o menos un mes antes de hablar con la directora.

Guardó sus cosas en el casillero y buscó los libros que necesitaba para el siguiente curso, le tocaba la clase de inglés y eso, le aseguraría un dolor de cabeza ante tantas oraciones y verbos que no comprendía.

-Hey Gun.

El menor giró su rostro y una sonrisa apareció en su rostro al ver a Mark recostado contra los casilleros. En las últimas semanas, el mayor se había acercado más a él.

-Hola Mark.

-Te ves algo cansado- observó.

-Si, no he podido dormir muy bien últimamente.

-Ow, ¿Sucede algo malo?

-No, para nada- contestó rápidamente -Simplemente se me hace difícil... buscar una posición adecuada.

Era cierto que su estómago no era muy notorio, pero ya había comenzado a mostrarse y no podía dormir sin estar pensando en que aplastaría al bebé o algo por el estilo.

Tinnaphob le había dicho que su posición no iba a lastimar a la criatura, pero él no llevaba al niño dentro, así que su opinión no contaba.

-Está bien- asintió no muy seguro de lo que diría después -Escucha, me preguntaba si tú... Bueno, no sé, ¿Te gustaría ir a dar una vuelta?

-¿Una vuelta?

-Si. Quizás a caminar. No sé.

Sintió que sus mejillas comenzaban a calentarse de una forma anormal. Apretó el libro sobre su pecho y apartó la mirada.

-Si, creo que eso me gustaría.

-¿Sí? Ok, perfecto- sonrió -Entonces, nos vemos después de clases enfrente de la universidad.

-Seguro.

Observó al mayor alejarse por el pasillo y soltó una risita algo extraña. Nunca había tenido una cita antes, eso era nuevo en su vida y estaba listo para experimentar cosas nuevas.

Compuso su hoodie, aquel que ya había comenzado a usar todos los días sobre su uniforme, pues necesitaba esconder su pequeña pancita de todos los curiosos.

No es que los estudiantes supieran, él único que sabía de su situación era Por y bueno, Tinnaphob. Esperaba que se mantuviera así.

Caminó lentamente hasta las mesas afuera de la cafetería. Aún tenía 20 minutos libres antes de iniciar su próxima clase. Recibió una notificación y al revisar su teléfono, se dio cuenta que era de Tinnaphob.

"Voy a salir 30 minutos tarde"

El menor asintió como si el estudiante estuviese allí para ver sus reacciones. Aunque normalmente hubiese alegado de que estaba cansado, tenía otras razones para que no le importase la tardanza de Tinnaphob.

"Está bien. Voy a salir con un amigo, no te preocupes. Quizás llegue algo tarde"

Observó que el pelinegro estaba en línea, la palabra 'escribiendo...' se mantuvo por casi cinco minutos y todo para recibir un simple emoticón, con el pulgar hacia arriba como respuesta.

Suspiró aliviado. Pensó que le pondría un montón de peros a su salida.

Por un lado, quería pensar que él y Tinnaphob se estaban llevando mejor, se había acostumbrado a la actitud posesiva del mayor debido a su estado actual, pero ya no era algo que le molestase de gran manera. Sabía que el tipo se preocupaba por la salud del bebé y eso era quizás lo único que tenían en común.

Mío, Tuyo, Nuestro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora