Mío, Tuyo, Nuestro.

XLII

El atardecer lucía hermoso al otro lado del cristal. Su habitación estaba iluminada por esa luz naranja y amarilla que se colaba por la ventana libremente.

Perfecto

Pasó dos días escribiendo la letra de su canción, aquella que les ayudaría a pasar su examen parcial, sin embargo, aún le faltaba la última estrofa y todas las buenas ideas ya las había utilizado.

Se sentía como si hubiese drenado su cerebro y ahora estaba vacío. Era una simple carcaza quemada sin nada dentro.

No fue una sorpresa el descubrir para quién quería que fuera dirigida aquella canción, lo supo desde el primer momento en que Tinn le sugirió escribir sobre algo que ama.

Comenzó con ideas en su libreta y después de visitar a Note el día anterior, supo que había escogido bien a su musa. Habían visto la ecografía y su bebé era enorme, saludable y lindo.

Habían llegado a la clínica y el doctor los recibió con una enorme sonrisa, le pidió a Gun que se recostara sobre la camilla y, como era costumbre, le colocó el gel en el vientre, moviendo el objeto de lado a lado sobre el mismo.

-Vaya, el pequeño ha crecido bastante este último mes.

El cantante asintió con una enorme sonrisa, sin apartar sus grandes ojos castaños de la pantalla frente a él. Mientras el Dr. Le explicaba los cambios, Gun no pudo evitar compartir con él, aquel suceso del día anterior, en el que su pequeño le pateó por primera vez.

-Oh, eso es asombroso. Creo que ya se había tardado un poco - sonrió el mayor.

-¿Verdad? Eso le dije - comentó Tinn.

-Si si, eres un sabelotodo. Como sea, fuiste tú quien se la pasó hablándole toda la noche por lo emocionado que estabas. No me dejaste dormir.

Las mejillas de Tinnaphob se iluminaron con un lindo color rojo, logrando que apartara la vista y la centrara en la pantalla nuevamente. Note se rio con dulzura.

-Ya muchachos, mejor díganme si están listos para saber el sexo de su bebé.

La mirada que había permanecido sobre la pantalla regresó rápidamente a encontrarse con los ojos de Gun, silenciosamente preguntándole sus deseos.

El menor negó -Quiero que sea una sorpresa, si estás de acuerdo con eso, claro.

El mayor depósito un suave beso sobre su frente y apretó ligeramente su mano -Por supuesto, una sorpresa suena agradable.

Aunque ambos ya presentían cual sería el género de tan ansiado bebé, la expectativa era mucho más emocionante, por ello, esperar parecía la mejor opción.

Note le pasó un pedazo de papel al cantante para que se limpiara el vientre de aquella sustancia y alejó la máquina de ellos, regresándola a su lugar.

-¿Tinn? Me siento cansado - musitó.

Era cierto, últimamente ya no podía caminar grandes distancias sin comenzar a fatigarse y transpirar. Odiaba sentirse así y le preocupaba que en los meses que restaba, iba a empeorar.

Las mujeres son mis heroínas ahora - dijo para sí.

-Voy a ir a traer el auto al parqueo de enfrente y regreso por ti ¿Estarás bien?

-Pues claro, no es que te fueses a un viaje a California o algo por el estilo. Ve, Note me hará buena compañía.

Asintiendo y encargándole al doctor la vida de su novio, aquel estudiante abandonó la clínica como si le persiguiese un perro rabioso, el acto logró que el más bajo riera.