Mío, Tuyo, Nuestro.

V

-Estoy bien Por, no hay nada de qué preocuparse - respondió mientras se cruzaba de brazos sobre la mesa de observación.

-Si estuvieras bien, no habrías vomitado sobre mis zapatos.

-Ya me disculpé por eso.

-Y yo acepté tu disculpa, pero no puedes seguir así. Ya van tres días en los que te mareas y vomitas.

-Ya te dije, es normal. Estoy bien.

-¿En qué universo es normal vomitar todas las mañanas?

Al final, terminó siendo honesto ante todo lo que había ocurrido últimamente. No tuvo opción, Por lo interrogó hasta que le sacó la verdad a la fuerza.

-Te sorprendería sa-

El sonido del pomo de la puerta les hizo callar a ambos y dirigieron su vista hacia la persona que ingresó a la habitación. Un hombre de unos 50 años de edad, cuya identificación decía Dr. Note

-Buenas tardes muchachos.

Ambos correspondieron al saludo física y verbalmente.

-Entonces... Joven Guntaphon ¿Correcto?

Gun asintió un poco nervioso.

-No tienes de qué preocuparte, comencemos con algo sencillo para que te relajes . Me gustaría saber tus síntomas - solicitó tomando asiento frente a él en una silla y sosteniendo una libreta en sus manos.

-Oh, bueno. Últimamente, he despertado con mucha náusea y algunas veces, no puedo llegar al baño para vomitar. También, me mareo con facilidad.

-¿Cuándo empezó todo?

-Umm, los vómitos constantes hace tres días, pero... - dirigió su vista hacia Por, sabiendo que su amigo se enojaría con él por ocultarlo -Todo comenzó hace más o menos una semana. Tuve un pequeño incidente en el trabajo.

-Ok, ¿Podrías contarme qué pasó exactamente?

-Si Gun, Podrías decírnoslo.

Oh, cielos. Conocía esa mirada. Le esperaba una reprimenda al salir del hospital.

-Bueno, me sentí mareado y mi vista se nubló demasiado. Caí de rodillas y luego, sentí unas ganas horribles de vomitar. Creo que allí comenzó todo.

-Muy bien ¿Algo más?

-Pues, creo que eso es todo doc.

-También come demasiado, más que antes y algunas veces, come combinaciones asquerosas.

-¡POR!

-Es la verdad, vamos a ser honestos.

-¡Te estás desquitando sólo porque te oculté lo del incidente!

-Eso no es cierto - respondió mientras cruzaba las piernas.

Dejando de lado la discusión, lo mencionado por el pequeño amigo, le llamó bastante la atención al doctor y apuntó algunas palabras clave en el expediente.

-¿Alguna otra cosa?

-También ha tenido cambios de humor- respondió el pequeño joven.

-¡Eso es mentira!

-¿Sí? Ayer casi llorabas porque tiré ese pepinillo cubierto con jalea que querías probar. Era un asco doctor, créame.

-¡Nadie te dio el derecho de tirarlo! Si me intoxicaba era culpa mía.

El mayor asintió y esta vez parecía algo intrigado -Está bien - sonrió -Voy a necesitar un examen de sangre para descartar algunas cosas.

El señor se puso de pie y le extendió a Gun una pequeña hoja con algo escrito en ella.