El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)

Capítulo 48

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El estómago le dolía y la sangre no paraba de salir de su boca. Tambaleante se sostuvo de un árbol para no caer. Cerró los ojos con fuerza, aun así el mareo constante se mantenía. La fuerza que Kaname había ejercido para provocarle aquel daño había sido inmenso, aunque Yuuki intuía que no había usado toda su fuerza.

Apretó los dientes al mismo tiempo que recargaba todo su cuerpo en aquel árbol.

—Con que tu eres la chica que tiene en su poder el último fragmento de la perla de Shikon.

Yuuki se tensó ante la penetrante voz que se amplificó por el entorno, y giró rápidamente para encarar a quien sea que estuviera ahí. Mala idea, el movimiento repentino no hizo más que aturdirla más de lo que ya estaba; se sostuvo del árbol con más fuerza y nuevamente cerró los ojos. Sin embargo sus oídos, su olfato, se concentraron en todo lo que estuviera a su alrededor. Un aroma agrio y quemado se extendió por el aire, pero además de eso no había nada que delatara la presencia de alguien más. ¿Acaso su imaginación le estaba jugando una mala pasada? Lentamente abrió los ojos, desconcertada por la ausencia de alguna presencia,  sin embargo más temprano que tarde se dió cuenta que no era su imaginación, pues  frente a ella había un ser intimidante tanto en  presencia como en apariencia.

—¿Quien eres? —preguntó intentado no sonar alarmada.

Naraku sonrió de lado, no obstante se inclinó ante ella en una burlesca reverencia.

—Mi nombre es Naraku, y tengo entendido que me buscabas.

—Tu lo has dicho, te buscaba. Ahora que ya se usar el fragmento no me sirves de nada.

Naraku rio entre dientes mientras se erguía para volver a ver a Yuuki.

—Esas heridas me dicen que siempre si puedes necesitar de mi.

Yuuki frunció el ceño.

—No se como podrías ayu… —Yuuki cayó, la perla que Naraku le mostraba no hizo mas que hacerla apretar los dientes.

—Necesitas de mi, yo necesito de ti.

Naraku le extendió la perla, ofreciéndola como alguna clase de ofrenda.

—¿Piensas entregarme la perla?

Naraku sonrió de lado.

—Destruye a quienes quieres destruir y cuando lo hagas me la devolverás y yo destruiré a quienes tengo que destruir. Es un trato justo ¿no?

Yuuki como si estuviera hipnotizada dio un paso hacia la obscura joya. Si, con la perla podría destruir de un solo golpe a Zero y a Kagome.

La tomó entre sus manos y ese poder que apenas había aprendido a usar la envolvió con más fuerza. Los bellos de sus brazos se erizaron cuando sacó de entre su ropa el fragmento y lo unió a la perla, pero no estaba completa, todavía había una pequeña ranura. Levantó la mirada hacia Naraku, interrogante, pero este ya se había ido. Una vez mas volvió a ver la perla y sonrió cuando dejó que aquel inmenso poder la envolviera.

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—No creo que sea buena idea que esa niña tenga la perla.