Siglo XXI:
Kagome permanecía de pie junto al director: justo frente a la puerta. Al parecer, quienes sean que llegaban ese día le habían hablado al director para avisar que llegarían más temprano de lo pensado. Kagome todavía no entendía que era lo qué estaba haciendo ahí y cuál sería su función en todo eso; lo poco que podía recordar era que una noche antes el director y el profesor de ética habían dicho que ella seria guardián, ¿pero de qué? O más bien ¿Por qué?
El estómago de Kagome protestó ante el hambre; Yagari que permanecía a su lado volteo a ver a Kaien con enojo: ni siquiera había dejado que su pupilo desayunara.
-Vamos Zero, necesitas desayunar algo -dijo Yagari pasando su brazo por el hombro de su pupilo.
-Ustedes no pueden ir a ningún lado -dijo Kaien- no tardan en llegar.
-A veces no sé qué tienes en la cabeza -dijo Yagari con enojo.
-Estoy bien -intervinó Kagome esperando que así pudiera tranquilizar el ambiente, y separándose un poco del cuerpo del profesor- puedo...
Kagome no pudo terminar la frase, era extraño, pero lo qué sentía acercándose hacia ellos era sin duda la presencia de un fragmento de Shikon
¿Qué hacía ahí un fragmento?
Kagome abrió los ojos con sorpresa: ¿acaso ese era el último fragmento que Naraku estaba buscando para a completar la perla?
-Imposible -dijo haciendo que los dos hombres que estaban comenzando a pelear lo voltearan a ver.
Mientras la presencia del fragmento se acercaba más y más, otras presencias comenzaron a notarse.
¿Yokais? Se cuestionó Kagome; pero estos al igual que el fragmento de la perla era imposible que estuvieran ahí.
-Por fin -dijo Kaien al ver las limosinas que se acercaban a la academia, y sin poder ocultar la sonrisa de sus labios.
Era Sengoku:
Al fin se habían detenido a descansar y a comer algo. Desde que hubieran salido de la aldea donde habían pasado la noche, Inuyasha había aumentado el paso, según él para llegar cuanto antes a su destino, y así poder acabar con Naraku.
Zero todavía no entendía quién era ese tal Naraku, pero a lo que podía ver no solo Inuyasha también Sango y el monje Miroku estaban en su búsqueda.
Después de comer, descansar y rellenar las botellas con agua de un rio cerca de ahí, nuevamente retomaban su camino.
-¡Señorita Kagome! -escucharon, y enseguida vieron a una niña correr hacia ellos.
Un niño al parecer más grande que ella y lo que parecía un dragón de dos cabezas se quedaron detrás viendo la escena.
Sango no soportó más, y pasando a lado de su amiga, se dirigió a su hermano.
-¡Kohaku!- dijo abrazándolo con fuerza, este apenado correspondía a su abrazo.
Por su parte, la niña veía con una sonrisa a Kagome, Zero al notarlo se acuclillo a su altura y acaricio su cabeza.
-Hola, ¿cómo has estado? -preguntó con una tierna sonrisa.
La niña sonrió aún más.
-Bien. -respondió sin quitar la sonrisa de sus labios.
-Y ¿Sesshumaru? -preguntó Sango con curiosidad.
-El señor Sesshumaru se fue desde la mañana -respondió Kohaku.
![](https://img.wattpad.com/cover/255511089-288-k328578.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)
RomanceUn mismo deseo, un mismo destino. Después de que Kagome viera a Inuyasha con Kikyo y Zero se enterara de que esos vampiros que tanto daño le causaron regresarían a la academia Cross, ambos piden un deseo, sin imaginar que este cambiaría su mundo y l...