Capitulo 2

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Era Sengoku:

El sonido de las aves fue lo primero que escuchó, enseguida la luz incómodo sus ojos. Su cuerpo se movió para evitar esa luz molesta, quedando de lado.

-Inuyasha, deja que la señorita Kagome duerma un poco más. -dijo el monje Miroku al ver cómo Inuyasha caminaba hacia la joven dormida con todas las intenciones de despertarla.

-¿Estás loco?, sabes que tenemos que seguir buscando al infeliz de Naraku.

-Lo sabemos bien, Inuyasha -dijo Sango que permanecía aún lado del monje-, pero ayer Kagome fue la que más energía gastó. Necesita descansar y recuperarse por completo.

Inuyasha giró su rostro evitando los rostros de sus amigos, y vió a la mujer que permanecía aún dormida. Por mucho que odiaba admitirlo sus amigos tenían razón, Kagome había luchado valientemente contra el enemigo una tarde antes y lo menos que podía hacer era dejar que ella durmiera un poco más. Dejándose caer en el suelo, abrazó a colmillo de acero esperando pacientemente a que la joven despertase.

El repentino movimiento de la joven alertó a todos, volteándola a verla, la descubrieron sentada con expresión de sorpresa.

-¿Kagome, qué ocurre? -demandó Inuyasha, que ya estaba de pie listo para atacar a cualquier enemigo.

La mujer volteo a verlo, su expresión no había cambiado en nada, al contrario, se había asentado aún más.

-Es un sueño -dijo Zero al ver a esos desconocidos que lo veían confundidos. Sus ojos se cerraron y sus manos pegaron sus mejillas con fuerza. Esperaba que con eso pudiera despertar de ese sueño en el que sabía, se encontraba. Sin embargo, cuando abrió los ojos descubrió que seguía en ese, lo que parecía ser un bosque.

Su ceño se frunció, y su mano por instinto buscó su arma que debía estar a su lado, sin éxito.

-¿Quiénes son ustedes? -demandó Zero.

Los desconocidos que estaban frente a él solo se voltearon a ver entre si aún más confundidos, y enseguida Zero sintió una pequeña mano en su frente. Volteando a la dirección donde provenía ese contacto, se encontró en su hombro a un niño con la apariencia más extraña que hubiera visto, tenía una mano en su frente al mismo tiempo que tocaba la propia con la otra.

-No parece tener fiebre -dijo.

-Deja de jugar -dijo Inuyasha a la defensiva- es hora de que sigamos con la búsqueda de Naraku.

-¿Por qué...? - preguntó Zero, frunciendo más el ceño y haciendo que Inuyasha lo viera confundido.

-¿Cómo que por qué?, sabes que necesitamos encontrarlo para...

-¡No me interesa! -lo interrumpió Zero alzando la voz y levantándose al mismo tiempo, sin dejar de ver a ese extraño frente a él- ¿Por qué tienes la misma energía de esos chupa sangre? No eres uno de ellos, aun así, tu energía es igual a la de ellos.

Inuyasha cambio su semblante de confundido a preocupado.

-Kagome, ¿estás bien? -dijo acercándose a ella, Zero al ver sus intenciones de inmediato se alejó.

-vuelvo a preguntar ¿Quiénes son ustedes?

Siglo XXI:

Sus ojos se negaban a abrirse, lo cómoda que se encontraba en ese momento sé lo impedía. Sabía que era momento de despertar pues en cualquier momento Inuyasha se molestaría y la obligaría a despertarse. Sus manos se aferraron con más fuerza a la almohada, su rostro se hundio más en esta, al mismo tiempo que disfrutaba el aroma a lavanda que provenía de ella.

El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora