Capítulo 51

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Cuando Zero regresó al "campamento" Kaname ya no estaba donde lo dejó. Instintivamente su mirada comenzó a buscarlo y lo encontró donde se suponía no tenía que estar: junto a Kagome. Su ceño se frunció de la misma manera que el ceño de Inuyasha estaba fruncido al ver aquello, pero Zero a diferencia de Inuyasha, se acercó con decisión a ellos con intenciones de separarlos, y si era necesario, ponerle una bala entre ceja y ceja al vampiro. Uno, dos, tres pasos y entonces Kagome se levantó de golpe, su rostro deformándose en una mueca de genuino horror. Inuyasha no muy lejos de Kagome, también se levantó al sentir la presencia de algo acercándose y enseguida se posicionó para desenvainar a colmillo de acero.

-la perla de Shikon... puedo sentir la presencia de la perla acercándose.

Inuyasha volteó a verla.

-querrás decir que el fragmento de la perla...

-no, no es el fragmento, es la perla.

-eso es imposible...

-Kagome tiene razón -habló esta vez Kikyo -es la presencia de la perla, no del fragmento.

-entonces es Naraku -dijo Miroku apretando con fuerza su báculo.

Pero no fue Naraku quien se detuvo frente a ellos, era Yuuki que con semblante serio escaneo el entorno hasta que su mirada encontró a aquella a quien había ido a destruir con sus propias manos. Una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa sádica y llena de autosuficiencia, y entonces se lanzó a ella.

Gracias a la perla, su velocidad había aumentado tan considerablemente que cuando Kaname volteó para atraer a Kagome a él, Yuuki ya la tenía sujeta del cuello. Zero al ver aquello inmediatamente sacó a Bloody rose de entre su ropa, pero antes de apuntar hacia Yuuki esta volteó a verlo al mismo tiempo que levantó la mano y una ráfaga de aire lo mandó a estrellarse contra uno de los pocos árboles que todavía quedaban de pie después del enfrentamiento de Kaname y Sesshomaru.

Inuyasha desenvaino a colmillo de acero, pero fue Hiraikotsu, quien lanzado por Sango, se acercó peligrosamente a la vampiresa. De nada sirvió, pues Yuuki lo esquivó con gran facilidad para después usar el mismo cuerpo de "Zero" como escudo.

Nadie se atrevió a moverse después de aquello, aunque cada uno de los que estaba ahí presentes se mantuvieron tensos y listos para cualquier ataque. Yuuki sonrió aún más al ver eso.

-¿tan importante es esta mujerzuela?

Sus ojos se posaron en Kagome que forcejeaba para poder obtener un poco de aire y liberarse del agarre de Yuuki. El rostro de la vampiresa se ensombreció en una combinación de odio y furia contenida, y olvidándose por completo de su plan para hacer sufrir a Kaname por haber elegido a un simple humano antes que a ella, en un movimiento rápido y conciso, Yuuki atravesó el torso de Kagome con la mano.

El silencio que inundaba el lugar fue roto, cuando la mano de Yuuki se abrió nuevamente paso entre la carne profanada. Plim, plim, plim. Gruesas gotas de sangre caían al suelo desde aquel cuerpo que con rapidez se volvía más y más pálido, y entonces la tierra volvió a su ritmo habitual. Inuyasha gritó seguido de Kaname, Zero, Miroku y Sango, todos gritando el nombre de Kagome para despues lanzarse en contra de Yuuki, quien en ese momento abrió su mano para que el cuerpo de Kagome callera al suelo. Yuuki desapareció de aquel lugar para después volver a aparecer pero a escasos pasos de Zero, y como momentos antes con Kagome, Yuuki lo tomó del cuello. Pero tal parecía que Yuuki se había olvidado por completo, que él a diferencia de Kagome, si contaba con el entrenamiento para enfrentarla. La golpeo con la rodilla en el estómago, para despues golpear su rostro con el pie, suficiente para poder romper el agarre que tenía sobre su cuello.

Yuuki lo miró con furia, al mismo tiempo que limpiaba el hilo de sangre que comenzaba a recorrer su barbilla.

-¡viento cortante! -gritó Inuyasha cuando lanzó su ataque.

Yuuki saltó hacia atrás, pero fue sorprendida por el Hiraikotsu que esta vez la golpeo directamente haciéndola caer a varios metros de distancia.

Inuyasha aprovechando eso se acercó a Kagome donde Miroku ya estaba. El pecho de Kagome subía y bajaba con dificultad, su boca estaba manchada de sangre y su mirada cada vez perdía su brillo característico. A unos diez pasos, Kaname veía aquello como si estuviera en trance, sin creer todavía que aquello estuviera pasando.

-Kagome, todo va estar bien -dijo Inuyasha sentándose junto a ella y colocándola sobre su regazo. Kagome intentó hablar, pero cualquier sonido que quisiera hacer, fue callado por la bocanada de sangre que salió de sus labios. Detrás de Inuyasha, Yuuki comenzaba a levantarse-. maldición, ¿Dónde esta el estúpido de Sesshomaru?

La respuesta llegó de inmediato, pues un gran ataque, que nada tenía que ver con Tokijin, se abrió paso hasta llegar a Yuuki, destrozándole el brazo derecho.

-¡maldito! -bramó Yuuki intentando detener la gran cantidad se sangre que salía a chorros de su brazo apuntado. Pero Sesshomaru ni caso le hizo, su mirada buscó, primero a Zero que con ceño fruncido se dirigía a Yuuki, después vio al cuerpo ensangrentado que yacía casi sin vida, en los brazos de su hermano.

Zero tomó a Yuuki del cuello y apuntó con su arma la sien de la vampiresa, mientras que Sesshomaru comenzó a caminar hacia Kagome.

-puedes salvarla ¿verdad? -preguntó Inuyasha levantando la mirada hacia su hermano. Pero Sesshomaru no respondió- Sesshomaru.

-cállate -fue la única respuesta que obtuvo de su hermano, pero Inuyasha no podía callarse, no cuando veía como Kagome cerraba los ojos, no cuando veía como su pecho dejaba de moverse.

-has algo, maldita sea.

Entonces Sesshomaru sonrió. Ahí estaban los malditos diablillos, listos para llevarse el alma de aquella mujer al mas allá. Desenvaino a colmillo sagrado, y entonces Kaname salió de su trance, en el justo momento que Sesshomaru cortaba algo sobre el cuerpo de Zero.

El aire regresó a los pulmones de Kagome, su pecho volvió a moverse y Yuuki comenzó a reír desquiciadamente. Pero algo estaba mal y parecía que el único que se dio cuenta de eso era Kaname que todavía percibía el aroma a sangre en el aire, el aroma de esa dulce sangre que hace tiempo hubiese probado.

-te matare maldita, las veces que sean necesarias, te matare hasta que tu maldita alma se quede en el mismo infierno.

Yuuki intentó zafarse del agarre de Zero sobre ella, pero Zero no se lo permitió, la furia que en ese momento sentía recorriendo su sangre le hizo olvidar por completo de ese amor fraternal que alguna vez le tuvo a Yuuki. Su mano se apretó con mas fuerza sobre el delgado cuello. quería matarla, destruirla con sus propias manos, y lo hubiera logrado si no hubiera sido por aquel tentáculo que atravesó su hombro para después atravesar el pecho de Yuuki.

La perla de Shikon, salió volando por los aires mientras que Yuuki la miraba y extendía su brazo para poder recuperarla.

Zero que ya había soltado a Yuuki se giró para ver al responsable.

-Naraku, maldito infeliz. Tu fuiste el que le entregó la perla a esa chiquilla -afirmo Inuyasha que levantándose del lado de Kagome alisto a colmillo de acero para atacar a Naraku. Se lanzó a él, pero enseguida un campo de energía envolvió al demonio.

-¿Por qué? -preguntó Yuuki, que tambaleándose, se dirigió hacia Naraku, -me prometiste que podría usarla hasta que terminara con ellos -gritó

-¿acaso no ves en el estado que te encuentras? Ya no me sirves, niña.

Yuuki sorprendida ante esas palabras bajó la mirada a su cuerpo ensangrentado. Sus heridas no estaban sanando y el dolor que no sentía gracias a la perla calló sobre de ella con demasiada fuerza.

-pero debo de agradecerte, ya que si no hubiera sido por ti, la perla no estaría casi completa. Solo un fragmento y afortunadamente, sé donde encontrarlo.

Yuuki escupió sangre al mismo tiempo que sus piernas flaqueaban y la hacían caer al suelo. ¿ese sería su final? Volteó a ver a Kaname, pero él ni siquiera la miró, la atención del vampiro estaba exclusivamente en Kagome, en aquella estúpida mujer.

-Kana... me -lo llamó, pero él no volteó a verla. Yuuki calló por completo al suelo y mientras veía como su amado Kaname comenzaba a sostener a Kagome entre sus brazos, su cuerpo se volvió cenizas en el aire.

El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora