capítulo 12

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Con una taza de chocolate en sus manos, la cual había sido dada por Zero hace más de una hora, Kagome seguía recordando con melancolía todo aquello que había vivido junto a Inuyasha y sus amigos. Ella había estado junto a Inuyasha en momentos donde Kikyo no, entonces ¿Por qué la prefería a ella?

—soy una completa idiota —al fin hablo, y las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas nuevamente.

Zero a su lado acarició su espalda, no se había separado de ella desde que entraron nuevamente al edificio, pues tenía la sensación que si lo hacía algo malo pasaría.

—pensé que significaba algo para él—continuo Kagome—. pero siempre fui solo un algo para ayudarlo a buscar los fragmentos. Lo malo es que aun sabiendo eso, no puedo dejar de amarlo.

Algo dentro del corazón de Zero se apretó, Kagome había dicho en palabras sencillas y concisas lo que él también sentía.

Mirando por el rabillo del ojo, vio a kaname que ahora estaba platicando con el director a un par de metros de ellos intentando darles privacidad, pero Zero sabía que todos ahí oían sin problema lo que Kagome decía.

En ese momento Zero se sentía identificado con Kagome. El seguía amando a Kaname, aunque ese vampiro solo lo había utilizado, y eso era lo que más odiaba. Odiaba sentir que seguía traicionando a su maestro, pero sobre todo a su hermano.

El silencio inundó el lugar, siendo aminorado por los leves sollozos que emitía Kagome, quién solo deseaba que todo fuera como antes de que Kikyo apareciera nuevamente.

—sigo sin entender como pudiste detonar a bloody rose —dijo yagari después de un largo rato.

Todas las miradas fueron directamente a yagari, que se encontraba sentado en una silla lo suficientemente lejos para, igual que todos ahí, no entrometerse. Aun así, no dejaba de analizar a la jovencita en el cuerpo de su pupilo y de darle vueltas a ese suceso. Esa chica pudo detonar el arma de un cazador y eso le intrigaba.

—¿qué es bloody rose? —preguntó Kagome limpiándose las lágrimas del rostro.

—el arma que detonaste hace rato —respondió Zero volteándola a ver.

Apenada, saco el arma de la chaqueta.

—lo siento, no quise hacerlo. Asumo que es tuya.

Zero asintió, tomando en sus manos su preciada arma.

—puedo preguntar, ¿como es que tienes un arma?

—es normal que la tenga, Zero es un cazador de vampiros. —respondió Yagari, todavía con semblante serio.

Kagome se sorprendió al oír aquello, ¿los vampiros existían de verdad?, pero dado que ella había viajado al Sengoku en varias ocasiones, el enterarse que los vampiros no sólo eran un mito no le pareció nada extraordinario; pero ahora entendía por qué Yagari no dejaba de verla como si estuviera analizándola. Imaginó que para usar un arma como esa tenía que tener un entrenamiento especial. La imagen de Sango llegó a su mente. No sabía cómo eran los cazadores de vampiros, pero intuyó que tenían que ser como los exterminadores.

—debe de ser porque está en el cuerpo de Zero —respondió Kaien.

—dudo que sea eso —respondió Yagari al tiempo que movía la cabeza

—o puede ser que tenga sangre de cazador y no lo sepa —dijo Kaname que al igual que Yagari analizaba a la chica.

Nuevamente el silencio inundó el lugar.

El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora